Territorialidad y diseño pasivo: los énfasis de la certificación CES

El presidente y el jefe del sistema que certifica el comportamiento ambiental de edificios de uso público en Chile, detallaron la forma en que se validan los proyectos que buscan mejorar la calidad de vida.

En webinar organizado por Volcán y Las Condes Design, Ricardo Fernández, presidente de CES, explicó cómo la Certificación Edificio Sustentable mejora la calidad de vida, la eficiencia energética y la productividad, y cuida el medioambiente. En el encuentro, estuvo acompañado por Hernán Madrid, jefe de CES, quien destacó cómo el énfasis en el diseño pasivo está mejorando las condiciones de vida en todo el país. 


Cerca del 30% del consumo de energía en Chile está asociado a la operación de edificios y, al menos un tercio de la emisión de gases de efecto invernadero está relacionado con la construcción que, además, produce un tercio de todos los residuos sólidos del país. Para mejorar las condiciones de las personas al interior de los edificios, nació la Certificación Edificio Sustentable que fue explicada en detalle el jueves 2 de julio, en un concurrido evento online. 


“Las personas pasamos cerca del 80% del tiempo en un edificio. Todo lo que hacemos está afectado por variables como la calidad de aire interior, el confort térmico, la iluminación, el ruido y la distribución. CES recoge aspectos propios del territorio en cuanto a latitud y climatología. Además, pone énfasis en el diseño pasivo”, detalló Ricardo Fernández, presidente de CES. 


Enseguida, Hernán Madrid, jefe del sistema administrado por el Instituto de la Construcción, recordó que Chile aprovechó los 20 años de recorrido mundial en certificaciones para sustentabilidad. “Cuando se desarrolló CES, recogió parte de las metodologías técnicas que ya estaban probadas. Además, incorporó las características climáticas y de latitud. Para todos es claro pensar que el ahorro en el consumo de agua debiese ser mayor en la zona norte que en la zona sur; y, al revés, la calidad del aire en la zona sur, sobre todo en invierno, es mucho más relevante que en el norte”, comentó. 


Otro punto fundamental, que refleja el espíritu del sistema, es el fuerte énfasis en el diseño pasivo, que implica estrategias que no requieren enchufes, sino diseño de arquitectura.

Es así como la certificación logra que se entreguen mejores condiciones a las personas, con variables como aislación térmica, elementos para sombrear, ventilación e iluminación natural. “Algunas certificaciones internacionales están muy orientadas a temas mecánicos, entonces, si se produce una falla en el equipo el edificio es insufrible. Sin embargo, con CES nos aseguramos de que haya un mejor comportamiento”, afirma Fernández. 


Según el presidente de CES, las características climáticas de Chile requieren del apoyo de un sistema mecánico en la mayor parte del país, pero el énfasis del diseño debe orientarse al diseño pasivo, para luego ser complementado por los sistemas mecánicos. Así ha ocurrido en los 48 edificios certificados y en esa dirección están avanzando los 146 edificios precertificados a la fecha. Actualmente, hay 319 edificios en proceso de certificación, muchos de los cuales se concentran en las regiones del Biobío y La Araucanía. 


Colaboración público-privada

Un convenio entre los ministerios de Energía, Obras Públicas y el Instituto de la Construcción ha permitido actualizar el modelo técnico del sistema de certificación. De esta manera, fue posible mejorar algunos de los criterios técnicos y ayudó a reenfocar algunos puntos, para potenciar ciertos materiales y productos, en línea con la economía circular. 


Además, la colaboración público-privada logrará crear una certificación específica para edificios existentes. “Hoy todos los edificios nuevos buscan cumplir con un determinado estándar, pero para los existentes se basará en demostrar mejoras”, afirmó Hernán Madrid. 


Finalmente, el presidente de CES valoró la emisión de un bono verde soberano, lanzado por Chile el año pasado, ya que permitirá al Estado tener recursos para el desarrollo de proyectos que incorporen características de sustentabilidad en su desarrollo y demuestren una reducción en la emisión de gases de efecto invernadero (GEI). En este ámbito, CES contribuye como herramienta técnica para la validación de la reducción de GEI en los proyectos asociados al bono verde.


Asimismo, agregó que “CES debe estar presente en toda obra construida o comprada con recursos del Estado, esperamos que también penetre en el mundo privado, a través de incentivos a la demanda”. 


Por eso, el workcenter de Volcán, ubicado en Las Condes, se certificó como experiencia piloto para el retail, apostando a que, en el futuro, otros centros comerciales obtengan su certificación.