El sector de la construcción se prepara para continuar impulsado la economía circular en todo el ciclo de vida de la edificación. Cómo lo está haciendo se conversará en el webinar “Gestión Circular de la Demolición”, organizado por Construye2025 para el 25 de mayo.
En el contexto de la Hoja de Ruta RCD Economía Circular en Construcción 2035 y la Estrategia Economía Circular en Construcción 2025, Construye2025 organiza el webinar “Gestión Circular de la Demolición”, con el objetivo de introducir la economía circular en las distintas etapas de la demolición, y abordar los desafíos para su implementación mediante iniciativas y buenas prácticas.
“La gestión circular consiste en planificar y ejecutar obras de demolición en un activo construido, considerando principios y estrategias que permitan mantener el valor de materiales y recursos por el mayor tiempo posible, reducir impactos en el medio ambiente, y evitar el daño a la salud de las personas”, comenta Alejandra Tapia, coordinadora de Sustentabilidad de Construye2025.
A nivel nacional, se ha avanzado en la materia a través de la norma NCh3727 “Gestión de residuos – Consideraciones para la gestión de residuos en obras de demolición y auditorías previas a obras de demolición”, que presenta una serie de buenas prácticas para la actividad. Asimismo, ya hay ejemplos de deconstrucción y reutilización de materiales.
Para dar el contexto del escenario actual, Carolina Garafulich, presidenta de Construye2025, y Rubén González, profesional de la Oficina de Economía Circular del Ministerio de Medio Ambiente, darán unas palabras de bienvenida.
Los temas centrales serán presentados por María Eugenia Ubilla, gerente de Medio Ambiente, Flesan; Reynaldo Del Pozo, director ejecutivo de ReusaMaterial, la arquitecta Anamaria De León; y Alejandra Tapia, de Construye2025.
El webinar se realizará este 25 de mayo, a las 10:00 horas, y cuenta con el patrocinio de la Escuela de Construcción Civil de la Universidad Católica.
Las políticas Net Zero Energía y Net Zero Carbono fueron abordadas en el webinar “Nuevos enfoques de sustentabilidad en construcción en el contexto internacional.
Chile busca alcanzar la carbono neutralidad al año 2050. El objetivo no es menor y, por ello, se han definido 55 metas de avance para el año 2030. Estas buscan encaminar al sector construcción hacia una industria más eficaz en el uso eficiente de la energía y con un mayor control de las emisiones de gases de efecto invernadero en el contexto de cambio climático y en la proyección de crecimiento en el área inmobiliaria.
Al comenzar el webinar “Nuevos enfoques de sustentabilidad en construcción en el contexto internacional”, Katherine Martínez, subgerente de Desarrollo de la Corporación de Desarrollo Tecnológico (CDT), recordó estas metas nacionales.
Asimismo, en el encuentro quedaron reflejados los frutos del trabajo colaborativo entre el Ministerio de Energía, la Dirección de Arquitectura del MOP, el Instituto de la Construcción y Certificación de Edificio Sustentable (CES), en los que se han planteado las bases para el trabajo específico dentro de los próximos años.
“Hay avances para que la carbono neutralidad tome más fuerza en el desarrollo de todo proyecto inmobiliario”, dijo Gabriel Prudencio, jefe de la División de Energías Sostenibles del Ministerio de Energía, respondiendo a uno de los cuatro ejes que la reducción de gases de efecto invernadero a través de la diversificación de la matriz energética; el desarrollo de la electromovilidad; el hidrógeno verde y la reducción de emisiones en todos los procesos industriales y edificaciones. “Vemos con muy buenos ojos lo que están realizando las diferentes organizaciones, para poder ampliar y mejorar los modelos técnicos de certificación de edificaciones sustentables, que permitan medir la huella de carbono”, señaló.
Por su parte, Margarita Cordaro, jefa del Departamento de Construcción Sustentable de la Dirección de Arquitectura del Ministerio de Obras Públicas, valoró el convenio que tiene con el Ministerio de Energía y el Instituto de la Construcción, el cual representa una trayectoria enorme. “Recientemente estuvimos presentes en la COP26 con la formulación temprana de sustentabilidad. Nuestro aporte va enfocado hacia la parte operativa, en la que se miden, se evalúan y certifican las obras. En este contexto, el convenio nos permite medir para llegar a una Net Zero Energía y Net Zero Carbono”, dijo.
Para Paola Molina, presidenta del Comité Directivo de CES, un acuerdo tripartito es una gran oportunidad para diseñar, desarrollar y ejecutar obras más competitivas, más eficientes, que minimicen su impacto en el ecosistema. “Pudimos constatar en la COP26, que el sector construcción es una de las áreas donde podemos generar más pronto acciones para poder mitigar y adaptarnos al cambio climático”, afirmó en este aspecto. De ahí que el uso de instrumentos como las certificaciones sea vital para mejorar los estándares y medir el avance de la construcción sustentable en Chile.
Temas abordados
Para desarrollar el camino hacia la Net Zero Energía y Net Zero Carbono, en el marco del convenio de colaboración, se desarrolló un estudio de modo de poder definir para Chile los alcances de ambos conceptos. El estudio fue ejecutado por EBP Chile y el Centro Tecnológico para la Construcción CTeC.
“El objetivo general del estudio es definir aspectos técnicos que nos permitan desarrollar la definición Net Zero Energía para Chile e integrarse a la certificación CES”, comentó Natalia Reyes, investigadora del CTeC. Según la especialista, a nivel internacional, existe una política pública fuerte junto a una estrategia comunicacional efectiva, donde, “incluso muchos ministerios han cambiado sus nombres, como el Ministerio de la Transición Ecológica en España, por ejemplo, posicionando el cambio a nivel comunicacional”.
Un referente destacado por Monserrat Bobadilla de la agencia EBP, es Suiza donde las certificaciones ya han sido adaptadas a marcos regulatorios. Allí, hay demandas máximas de 35 kW/h/m2 año, suplir el consumo energético con autoproducción y con un 0% de matriz energética fósil, recalcó la investigadora, argumentando que “es más fácil adaptarse con este instrumento, ya que otros buscan reducir en porcentajes”.
Asimismo, Bobadilla comentó el caso español, donde valoró aspectos como: las instalaciones térmicas de la edificación; las condiciones para la iluminación limitando la potencia máxima y un sistema de control y regulación; además de contribución mínima de energía renovable; agua caliente sanitaria; envolventes; entre otros.
Los instrumentos que ayudarán a validar la Net Zero Energía como Net Zero Carbono permitirán generar los nuevos lineamientos para el desarrollo de futuras certificaciones CES, según el jefe de CES, Hernán Madrid, quien adelantó las ventajas de la nueva plataforma, además de las consideraciones en la versión 1.1.
Finalmente, Bárbara Rodríguez, profesional de la Unidad de Infraestructura, Edificación y Ciudades del Ministerio de Energía, aseguró que “al 2025 debemos contar con la información de carbono incorporado de todas las edificaciones nuevas y existentes, un gran trabajo en las metodologías, gobernanza, levantamiento y disponibilidad de datos. En 2030 esperamos que el 100% de los edificios reporten públicamente su huella de carbono operacional e incorporado, a través de un instrumento obligatorio”.
La virtuosa relación entre ingeniería y arquitectura, sin duda, juega un papel trascendental para promover el desarrollo de la construcción sustentable y de la industrialización en Chile.
El conversatorio “Ingeniería y Construcción Sustentable: Tecnología y Trabajo Colaborativo”, en el que participaron el jefe de Certificación Edificio Sustentable (CES) e ingeniero civil, Hernán Madrid Campos; y la secretaria ejecutiva del Consejo de Construcción Industrializada (CCI), impulsado por Construye2025 y Corfo, Katherine Martínez Arriagada, puso sobre la mesa el valor del trabajo mancomunado en la construcción. La relación entre ingeniería y arquitectura, se ha fortalecido, impulsando un cambio de paradigma y la incorporación de más tecnología.
“La actitud de enfrentar el trabajo en conjunto era muy distinta que hace 15 años atrás. Las herramientas computacionales hacen más integrado el trabajo. Hoy es más fácil de integrar en un mismo modelo todas las disciplinas. Al trabajar en conjunto con la arquitectura se puede aprovechar el potencial de desarrollo de cada proyecto de construcción o edificación”, recalcó Hernán Madrid, quien desde su experiencia se ha vinculado a los arquitectos gracias a su rol en la construcción sustentable.
Por su parte, Katherine Matínez, recordó que la industria tiene a su alcance todas las tecnologías y distintas metodologías de diseño colaborativo. “Hoy el ecosistema de trabajo está más fluido y permite conversaciones, que antes no era tan fáciles. Antes costaba más esa comunicación entre el proyecto de instalaciones y arquitectura. Hoy es más fácil tener la mirada de sistema, lo que ha venido a desarrollar mayor innovación y sustentabilidad en los proyectos”, enfatizó la secretaria ejecutiva del CCI, conectada laboralmente con ingenieros desde hace mucho tiempo.
Según la arquitecta, esa visión es relevante desde el inicio de un proyecto constructivo. “Se habla del diseño integrado y colaborativo. El diseño no es solo arquitectura, sino que diseño estructural, diseño de ingeniería, diseño de las soluciones. (…) La relación debe ser lo más fluida posible, viéndose oportunidades de innovación desde que se plantean los objetivos del proyecto”, detalló.
Para obtener el mejor resultado en el diseño de una edificación, según Hernán Madrid, no sólo es relevante el aporte de la ingeniería civil, sino también el de aquellos ingenieros dedicados a la climatización y la mecánica. Desde la mirada de la sustentabilidad, por cierto, es importante la ingeniería estructural; al igual que las especialidades sanitarias y eléctricas.
Además, el jefe del CES señaló que para prevenir los impactos ambientales no basta con tomar medidas de mitigación como las desarrolladas por las ordenanzas municipales, sino que se requiere ir un paso más allá. “Se debe no solo mitigar, sino que integrar un cambio de miradas, en el sistema industrializado. Se debe incorporar los sistemas de certificación para así controlar de mejor forma los impactos ambientales y se potencie el cambio de paradigma, y de verdad cambiemos el foco”, aseveró.
Formación
La mirada colaborativa entre ingeniería y arquitectura plantea una serie de desafíos para la academia. En este sentido, los programas curriculares de las instituciones de educación superior deben adaptarse a las necesidades del rubro de la construcción y formar a sus estudiantes promoviendo una actitud colaborativa y el trabajo interdisciplinario. En este aspecto, Hernán Madrid, quien tiene experiencia dictando charlas y cátedras en el mundo académico, a nivel de postgrado, diplomado y magíster, estos temas están incorporados en los programas de estudios. Pero, a nivel de pregrado, los temas no han sido abordados con la profundidad que se requiere hoy en día.
Si bien, el jefe de CES, valoró que la sustentabilidad energética sea parte de la formación de los programas de pregrado, cree igual de necesario incorporar conceptos nuevos como el de industrialización. Por eso, el CCI se encuentra desarrollando una matriz de roles, que definirá el papel que deben cumplir profesionales y técnicos en todas las etapas de ciclo de vida de los proyectos; y las capacidades requeridas por esos profesionales y técnicos para cumplir los roles. Para luego poder facilitar dicha información a los centros de formación técnica (CFT), Institutos Profesionales (IP) y Universidades.
“El tema de formación para la industrialización con todos los materiales requiere acelerar su incorporación en las mallas curriculares de Arquitectura, Ingeniería y Construcción para así ver las oportunidades y ventajas de cada material, dependiendo del contexto del proyecto. Por ejemplo, una edificación en madera puede tener muchas ventajas desde la perspectiva ambiental o la ubicación geográfica”, complementó la arquitecta Katherine Martínez.
Representantes del sector público y privado participaron en un webinar, en el que destacaron el papel de la certificación CES en la eficiencia energética y su amplia proyección en la construcción sustentable de edificios.
El cambio climático representa un gran desafío para la construcción, pero también la oportunidad de jugar un rol clave, tanto en la adaptación como en la resiliencia de las ciudades. De hecho, según Katherine Martínez, subgerenta de Desarrollo de la CDT, se estima que la construcción y operación de edificios se relaciona al 36% del uso final de energía global y cerca del 39% de las emisiones de CO2 relacionadas.
En ese contexto, se realizó el webinar “Iniciativas que mejoran la sustentabilidad de la edificación en Chile”, organizado por CES, el Ministerio de Energía, la Dirección de Arquitectura del MOP, el Instituto de la Construcción, y producido por la CDT, que concluyó que descarbonizar el sector es una de las formas más efectiva de mitigar los potenciales efectos del cambio climático.
En el encuentro participaron el director nacional de Arquitectura del MOP, Raúl Irarrázaval; el jefe de la División de Energías Sostenibles del Ministerio de Energía, Gabriel Prudencio; el presidente de CES; Ricardo Fernández; el jefe de CES, Hernán Madrid; y la asistente de CES, Romy Luckeheide; junto a la jefa del Departamento de Construcción Sustentable de la Dirección de Arquitectura del MOP, Margarita Cordaro; y Bárbara Rodríguez, profesional de la Unidad Edificación y Ciudades de la División de Energías Sostenibles del Ministerio De Energía.
“No da lo mismo cómo consumimos y generamos la energía. Ello puede generar un impacto en la calidad de vida, por los ahorros y la productividad”, señaló Gabriel Prudencio, en representación del Ministerio de Energía, quien también se refirió a las implicancias de la Ley de Eficiencia Energética.
Por su parte, el director nacional de Arquitectura del MOP, Raúl Irarrázabal, destacó los beneficios ambientales de la gestión energética en edificaciones. “El MOP confía plenamente en una edificación pública sustentable y esto no es un discurso, es algo real y concreto”, dijo.
En este sentido, la autoridad del MOP, comentó que utilizar la energía adecuadamente es tarea de todos. Por eso, su gestión se ha incorporado como una política pública. “El 38% de los bonos verdes que emitieron desde Hacienda vienen, justamente, de la certificación CES y, en gran medida, de los edificios que construye la Dirección de Arquitectura. Los efectos de esta política ya se están viendo y espero que se profundicen”, comentó.
Enseguida, el presidente del Comité Directivo de la Certificación Edificio Sustentable, Ricardo Fernández, recordó la importancia de socializar los avances relacionados con el trabajo del convenio de colaboración Minenergía, DA MOP y CES, “Llevamos algo más de dos años, entre otras cosas, tenemos mejoras y nuevas versiones de CES, nuevos resultados en nuestra plataforma CES y la versión CES 1.1; ediciones reales, mostrar los beneficios de los edificios certificados CES. Estamos con iniciativas para la línea de base del carbón y el desarrollo de archivos climáticos. Ya podemos proyectarnos como referente en construcción”, cerró.
En el webinar, Margarita Cordaro del MOP, se refirió a la sustentabilidad en la edificación pública, a través de los bonos verdes soberanos y otras iniciativas en el marco de la construcción sustentable. Asimismo, Bárbara Rodríguez y Hernán Madrid explicaron los alcances del Estudio 1 (de tres) para la Calificación Energética de Edificios de Uso Público, comerciales y oficinas, ejecutado en el marco del Convenio por un equipo de la UBB.
Al finalizar, Hernán Madrid adelantó los cambios que presenta la actualización del Manual CES versión 1.1, que se presentará en los próximos meses, en tanto que Romy Luckeheide presentó la nueva plataforma de CES y cómo los asesores tendrán que interactuar con ella, así como las nuevas funcionalidades que trae.