En línea con las nuevas tendencias y las necesidades más urgentes del país, el programa estratégico de Corfo presentó la actualización del documento que incorpora a diversos actores que buscan acelerar la transformación de la construcción.
Para aumentar la productividad, articulando a diversos actores y considerando también a los usuarios de las edificaciones, Construye2025 se ha guiado por una serie de lineamientos que apuntan a transformar al sector construcción.
Desde su creación en 2016, año en que se fijaron los objetivos y focos de acción para un período de 10 años, el programa impulsado por Corfo cuenta con una hoja de ruta clara y certera. Hace pocos días se presentó un nuevo documento actualizado tras un trabajo colaborativo, que incorporó diversas visiones de diferentes actores de la industria sobre brechas y oportunidades que se presentan en la construcción.
“Hay una tremenda oportunidad en sostenibilidad ambiental. Nuestra industria es la que más materiales, más residuos y más emisiones de gases de efecto invernadero genera. Con eso en mente, en 2015, Corfo impulsó el programa estratégico Construye2025, que articula las diferentes hélices (de innovación) existentes. En este tiempo, se han producido avances y transformaciones, entre ellas, el nacimiento de dos centros tecnológicos: CTeC y Cypics”, afirmó el presidente de Construye2025, Pablo Ivelic.
Además, el líder del programa destacó iniciativas como el Consejo de Construcción Industrializada, Planbim, DOM en Línea y la Estrategia de Economía Circular en Construcción. “Se elaboró una nueva hoja de ruta porque el mundo ha cambiado y Chile también. Este trabajo de revisión se hizo convocando a todos, con muchos talleres; fue bien participativo y dio fruto a una mirada colectiva para 2025. Estamos convencidos de que con esto vamos a transformar a nuestra industria desde la productividad y la sustentabilidad”, añadió Ivelic.
Más coordinación, más oportunidades
De esta manera, manteniendo el trabajo conjunto de todos los actores del rubro, Construye2025 irá acelerando la transformación que demanda un contexto de cambio climático. “Aunque la industria de la construcción no es muy atomizada, tiene desafíos que son difíciles de resolver. Era necesario tener una hoja de ruta clara en torno a la circularidad. Asimismo, mostrar que la sustentabilidad no solo es un costo por asumir, sino que una oportunidad. Es muy importante que la coordinación sea público-privada, porque hay ciertas capacidades que sin estas instancias de coordinación no se explotan”, añadió el gerente de Capacidades Tecnológicas de Corfo, Fernando Hentzschel.
En tanto, el gerente de Construye2025, Marcos Brito, presentó los diversos ejes que cruzan la hoja de ruta, donde la innovación y el capital humano se configuran como ejes transversales de las diversas acciones. Además, recordó los objetivos y valores del programa, los aprendizajes y los próximos retos.
“Queremos ser un referente para la industria nacional y también a nivel latinoamericano, porque hemos hecho nexos y ha sido positivo ver que otros países nos quieran seguir el paso. Además, tenemos un propósito que nos llama a trabajar juntos, acelerando esta transformación para ser un país más productivo y sustentable”, afirmó Marcos Brito.
Durante, el proceso de actualización de la “Hoja de Ruta 2022-2025” se hicieron entrevistas a muchos de los profesionales involucrados en la gobernanza del programa, se elaboró una matriz que identificó más de 150 brechas; y se estructuró el trabajo futuro en cinco ejes: industrialización, sustentabilidad, transformación digital, capital humano e innovación.
En la oportunidad, se destacaron las alianzas público-privadas que han permitido avanzar en mecanismos de fiscalización y certificación para gestionar diseño, construcción y operación de edificios con características sustentables.
Una productiva reunión de trabajo sostuvieron en Punta Arenas la Seremi del Ministerio de Obras Públicas (MOP) de Magallanes, Dahián Oyarzún, el director regional de la DA-MOP, Jorge Cortés, junto a representantes de los ministerios de Energía y Desarrollo Social, el jefe Certificación Edificio Sustentable (CES), Hernán Madrid y la arquitecta jefa del Departamento de Construcción Sustentable de la Dirección Nacional de Arquitectura del MOP y vicepresidenta de CES, Margarita Cordaro.
En el encuentro, los especialistas conversaron sobre la sustentabilidad en la edificación pública, relevando las alianzas público-privadas que han permitido avanzar en mecanismos de fiscalización y certificación para gestionar diseño, construcción y operación de edificios con características sustentables.
Equipo DA-MOP junto con Margarita Cordaro y Hernán Madrid.
Luego de visitar dos edificios públicos -que cuentan con certificación CES-ejecutados por la Dirección Regional de Arquitectura del MOP, las autoridades constataron los avances de la construcción del gimnasio “18 de Septiembre”, que actualmente cuenta con precertificación y está trabajando para certificarse. “Gestionado por la DA Regional, el proyecto integral corresponde a licitación mediante el sistema de Pago contra Recepción (PCR), el edificio se encuentra en etapa de construcción”, explica Margarita Cordaro.
Con toda la envolvente terminada, el proyecto que presenta del orden de 75% de avance, albergará una cancha, graderías y espacios laterales para actividades de entrenamiento y apoyo al deporte. “Este es el segundo edificio con certificación que materializa la constructora Bravo Izquierdo. Al enfrentarse a este edificio, y como parte del aprendizaje del proceso anterior, pusieron énfasis en la documentación oportuna de los materiales y/o partidas relevantes para la certificación, de modo de contar de manera fluida con toda la información de seguimiento del proceso constructivo y no requerir ensayos adicionales. Se esfuerzan para tener toda la información disponible de manera clara para la entidad evaluadora, esto por supuesto requiere de un orden y gestión de información avanzado, lo que realizan con un sistema computacional específico que implementaron. De acuerdo a lo que nos comentaron, al comienzo representa un esfuerzo adicional pero con el paso del tiempo esta metodología de trabajo se integra al proceso normal y permite el acceso a información fácilmente”, comenta el jefe de CES, Hernán Madrid.
En opinión del ingeniero, el equipo de la Dirección de Arquitectura de Magallanes y los profesionales de la seremi de Obras Públicas han logrado conformar un equipo bien afiatado, y muestran experiencia trabajando en certificación CES. “Sus preguntas tuvieron que ver más bien con los procesos y la coincidencia o no de sus hitos y plazos propios de los contratos, así como detalles específicos de algunos requerimientos. Pero el macro de lo que involucra CES ya lo tienen plenamente incorporado en sus actividades”, detalla.
La sustentabilidad, que parte con la exigencia de la incorporación de estándares por la Dirección de Arquitectura del MOP en las licitaciones de diseño y obra, son medidos, evaluados y certificados por el sistema CES. “Su evaluación en terreno, nos permitió desarrollar un trabajo colaborativo, siendo notables los aportes que realizan los usuarios, su compromiso técnico y operacional y, en este caso, la gran participación de los profesionales de la Dirección de Arquitectura y de la empresa contratista”, señala Margarita Cordaro.
En tanto, Hernán Madrid, destaca que las visitas a regiones han permitido constatar el conocimiento cada vez más detallado respecto a los atributos que son relevantes para CES. “Nos alegra enormemente que la certificación haya ido permeando en los mandantes y las constructoras. Eso es súper positivo. La Dirección de Arquitectura del MOP, en términos de proceso, trabaja de maenra similar a una inmobiliaria, ya que recibe la solicitud, la desarrolla, la ejecuta y entrega al mandante, por lo tanto la operación no depende de ellos. Sin embargo, transmiten la conveniencia de que el edificio cuente, posteriormente, con el sello CES Operación para que se mantenga el nivel de sustentabilidad que se certificó”, acota.
En este contexto, el diálogo con representantes de los ministerios de Energía y de Desarrollo Social se generaron espacios para que los presupuestos asociados a operación de edificios, con énfasis en todo lo relacionado con el consumo de energía y agua, puedan ser orientados considerando el sello plus operación de CES.
Por María Luisa del Campo Hitschfeld, académica en Ingeniería Civil en Obras Civiles, directora del Centro Tecnológico Kipus de la Universidad de Talca
Poco a poco va dejando de ser poco frecuente encontrar a mujeres que desempeñen un rol en las áreas de ingeniería. Seguimos siendo minoría, pero no se puede desconocer que se ha avanzado en ello. Como ocurre en muchos ámbitos, cuando nos enfrentamos a ambientes donde históricamente han sido o son ocupados mayoritariamente por hombres, solemos evitarlos por temor a enfrentar las dificultades que se podrían desprender de ello. Los prejuicios, tanto desde las mujeres hacia los hombres, y al revés, son elementos que dificultan el poder efectivamente dejar de lado el tema género, y centrarnos en el adecuado despliegue del potencial que hay en las personas. Sin embargo, en mi experiencia, son pocas las ocasiones en las que he notado que se ha hecho alguna diferencia por ser mujer, confirmando así que el tema género puede afectar solo inicialmente, pero no prevalecer.
Diversos estudios han constatado que existen prejuicios relacionados a la mayor dificultad que las carreras STEM, tienen para las mujeres. Lamentablemente, esto se traduce luego en la no elección de una carrera de ingeniería, por la mayor dificultad que esta pudiese tener durante los años de formación académica, hasta la complejidad que en el ejercicio de la profesión luego pueda tener. Estos prejuicios han cobrado tanta relevancia que se han asumido como verdad, con lo cual se va restringiendo y descartando muy tempranamente en las mujeres la opción y posterior desarrollo en las áreas de ingeniería.
Hoy en día, las mujeres tenemos cada vez más oportunidades para desarrollarnos en lo que queramos, y en lo que veamos que podemos ser un aporte. Tener o no las competencias para desarrollar la profesión, claramente no es un asunto de género, sino de esfuerzo, preparación, tenacidad y responsabilidad. Los distintos géneros no tienen diferencias en el desempeño de la parte técnica de la ingeniería, pero sí se pueden encontrar ciertas diferencias en las competencias sociales, de comunicación, y en la sensibilidad con la que se aborda la solución de un problema, lo que sin duda enriquece al equipo de trabajo y al proyecto.
Quienes trabajamos en el área de sustentabilidad, sabemos que debemos dialogar con todas las especialidades para lograr que el producto final sea el óptimo. Si lo comparamos a tocar el piano, debemos lograr que todas las teclas suenen en la intensidad y tiempo asignado para que el resultado sea armonioso. Para lograr esta armonía, se debe llegar a acuerdos, poniéndose en el lugar del otro, y creo que en esto las mujeres tenemos innatamente una mayor facilidad. Estas habilidades son aún más necesarias en los proyectos sustentables. Las diversas variables que deben equilibrarse, el ajuste de los distintos proyectos para lograr un mayor grado de confort ambiental, y ahorro energético y de recursos, entre otros, solo pueden potenciarse en la medida que técnicamente se evalúe, pero también se transmita e implemente en cada especialidad.
Hay consenso en que debemos fomentar la incorporación de más mujeres a las áreas de ingeniería y sustentabilidad. Estamos perdiendo capacidades y oportunidades si no generamos los medios para que desde temprana edad se derriben las barreras de los prejuicios, y luego se entreguen los mecanismos para poder ejercer adecuadamente la profesión. En este último punto, como industria y sociedad, tenemos que resolver temas pendientes si se quiere aumentar el número y participación de mujeres en ingeniería. Entre ellos: promover a temprana edad el interés por las áreas STEM, fomentar el ingreso de mujeres a carreras de ingeniería y sustentabilidad, dar espacios para que más mujeres puedan ocupar altos cargos, y avanzar en mayor flexibilidad para compatibilizar trabajo y familia. Cuando logremos dar este paso, habremos avanzado hacia el real desarrollo sostenible.
No solo confort térmico, visual y acústico ofrece el edificio sustentable que está cerca del mar en la región de Coquimbo, pues se ha incorporado una serie de medidas que transmiten el valor de la economía circular.
Ahorro de agua potable, gracias a sus artefactos eficientes y reutilización de aguas grises; optimización solar gracias a sus grandes vidrieras; y reciclaje, impulsado por una serie de capacitaciones para el manejo de residuos, destacan en la Biblioteca Regional Gabriela Mistral, el primer edificio de uso público con Certificación CES de la región de Coquimbo.
Esta emblemática obra -que cuenta con una superficie útil mayor a 1.000 m2- tomó como base de información y metodología el documento “Términos de Referencia Estandarizados con Parámetros de Eficiencia Energética y Confort Ambiental, para Licitaciones de Diseño y Obra de la Dirección de Arquitectura, Según Zonas Geográficas del País y Según Tipología de Edificios” (TDRe) de la Dirección de Arquitectura del Ministerio de Obras Públicas (MOP).
El mandante se preocupó de variables tan diversas como el confort térmico pasivo, el confort visual pasivo, la calidad del aire pasivo, el confort acústico, la demanda de energía, la hermeticidad de la envolvente, los sistemas de agua potable y el manejo de residuos durante la construcción, un trabajo que hoy exhibe maduros frutos.
Debido a las templadas temperaturas promedio de La Serena y a sus oficinas y amplios salones, el proyecto requería contar con bajas ganancias internas producto de los usuarios, iluminación y equipos. Para potenciar las ganancias pasivas y control solar, la fachada norte presenta un screen panel con un 50% de perforación -en promedio- que se gradúa en base al requerimiento de iluminación natural interior. Además, cuenta con un alero que une la cubierta con la fachada metálica, para controlar el ingreso solar durante los meses calurosos.
En tanto, la fachada oriente presenta una baja ganancia térmica solar. Además, cuenta con una doble piel metálica perforada que controla este efecto. Junto con ello, se incorporaron rollers interiores que controlan el deslumbramiento de las tempranas horas de la mañana.
En la fachada poniente, la pantalla metálica vertical presenta un bajo porcentaje de perforación (20%), con el fin de controlar el ingreso de radiación solar durante las horas de la tarde. Junto con esto, se evita el deslumbramiento que se ocasiona producto de la excesiva radiación solar. Asimismo, frente a la cafetería del primer nivel se plantaron árboles de hoja caduca que controlan el sobrecalentamiento en verano.
En tanto, la fachada sur vidriada ofrece una pantalla muy transparente para aprovechar lo más posible la iluminación natural. Para eso, se consideró un porcentaje de apertura superior al 80% de la pantalla screen panel. Además, esta última se separa 4 metros del muro para aumentar la ganancia lumínica. Los ventanales, por su parte, consideran el control del ruido y también la minimización de las pérdidas térmicas del interior.
Manejo del agua y los residuos
Otro punto por destacar es el ahorro de agua potable de la biblioteca, para lo cual se incorporaron artefactos eficientes en el uso del recurso agua, comparando los valores de caudales y consumos de artefactos. “Tenemos manejo de aguas grises, todas las plantas se riegan con ellas; tenemos paneles fotovoltaicos; optimización de luz solar y mejor control de temperatura interna”, explica la directora interina de la Biblioteca Regional Gabriela Mistral, Paloma Soto.
En el edificio, el reciclaje juega hoy un rol fundamental. Por eso, gran parte del proceso para su desarrollo ha sido acompañado por la Fundación Huancara y el Ministerio del Medioambiente. “Nos capacitaron tanto al equipo como a la empresa de equipo de aseo externa para hacer la separación de residuos. Tenemos reciclaje de botellas PET, latas, papel y cartón. Reciclamos una tonelada y media de insumos el año pasado”, comenta Paloma Soto, quien cuenta que cada piso de la biblioteca dispuso contenedores para estos fines.
Además de la certificación CES, en el recinto existe una huerta comunitaria que se ha ido ampliando poco a poco. “Queremos también reciclar los residuos orgánicos y siguiendo con el espíritu de Gabriela Mistral, hacemos talleres enfocados en aprender tocando la tierra, para que las personas conozcan las plantas. En la huerta hay poemas de la poetisa. No sólo nos preocupamos del fomento lector que es el corazón de toda la biblioteca, sino también de la educación, nos preocupamos de la sustentabilidad y de la innovación”, explica la directora interina de la biblioteca.
En la huerta inspirada en la Premio Nobel de Literatura existen muchas hierbas medicinales: ruda, albahaca, hierba buena, acelga, tomates, lechugas, acelga y frutillas. “Hemos aprendido los ciclos, cada cuanto se cosecha. Muchas de las lechugas nacieron de semillas que sacamos de lechugas anteriores, hemos aprendido a semillar. No solo queremos trabajar hacia fuera sino también hacia dentro para que el equipo viva la certificación que tenemos”, señala.
Gracias a la mesa de educación para la sustentabilidad creada para impulsar acciones en esa línea, junto al CEAZA, se desarrolló un kit de observación de aves. Además, como la biblioteca se ubica al lado de un humedal existe una bitácora colaborativa, que permite que todos los que piden el kit anoten las aves que observan para que, luego, los investigadores trabajen con ella.
“Queremos que la certificación CES sea más que una placa pegada fuera de la biblioteca. Esperamos que desde este lugar la gente se vaya con conocimiento sobre el cuidado del medioambiente. Este es un edificio muy bonito y cómodo; luminoso, limpio y transparente; con accesibilidad universal y terrazas; un edificio cálido, que tiene verde y está cerca del mar. Todos los edificios debieran construirse en esta línea. Pero el tema de las aguas grises es vital, no se puede construir un edificio sin esos sistemas, no podemos botar el agua y mucho menos con sequía. A partir de lo público hay que dar el ejemplo a los privados, mostrar que el edificio funciona porque nosotros no tenemos ningún problema en su funcionamiento y no es más caro”, concluye Paloma Soto.
Por Mario M. Lobo Rojas, ingeniero civil, director Área Ingeniería y Certificaciones de Ecosustenta Consultores.
Actualmente, el desarrollo de las ciudades y las personas requiere de mucho más atención en cuanto a su crecimiento y creación de nuevos servicios, debiendo considerar los impactos que generan en aspectos como aire, agua y suelo, para efectos principales como generación de energía y residuos, buscando maneras creativas para no generarlos, minimizando o mitigarlos, y así cumplir aquella premisa que indica que el desarrollo debe satisfacer las necesidades actuales sin comprometer el de las generaciones futuras, para que se considere sustentable.
Todo esto, teniendo la noción de que la función de la ingeniería siempre ha sido buscar soluciones eficientes mediante métodos y sistemas basados en la ciencia para generar el desarrollo de la humanidad, avanzando de acuerdo a la técnica y tecnología existente, minimizando los impactos sociales y ecológicos de manera eficiente, sabiendo hoy que son pilares fundamentales en el desarrollo sustentable. Considerando todo esto, no es posible decir otra cosa, que la ingeniería es sustentabilidad o definitivamente está intrínsecamente relacionada.
La ingeniería es sustentabilidad en todos sus ámbitos, buscando la eficacia en primer término pero por sobre todo eficiente en todos sus procesos, en el área de la construcción como un actor relevante, donde no cabe duda de que los impactos existen, dando soluciones a la sociedad y a la arquitectura (o los arquitectos) que pretende responder a sus requerimientos, desarrollando con estos métodos, procesos y diseños eficientes, el uso racional de recursos, con bajas y controladas emisiones y reducido consumo energético, transformándose en un puente entre esta sociedad que demanda soluciones con la ciencia y la tecnología que las aporta. Viviendas y edificios más confortables, con mínima demanda energética y consumo de agua, iluminación natural adecuada, calidad y cantidad de aire adecuadas así como temperaturas y humedad controladas, manejo de residuos, son requerimientos que hoy en día por ejemplo una edificación requiere, donde la ingeniería enfrenta transformaciones y retos importantes, ya que la respuesta ya no basta con entregar un lugar donde vivir, sino que entregue un bien con un sinfín de atributos e incluso la experiencia del habitar el espacio.
Desde años pretéritos, cuando la ciencia aún era incipiente, antiguas civilizaciones ya construían edificaciones, manejaban cursos de aguas o ejecutaban puentes con la técnica y el desarrollo existente, hoy y con mayor rapidez tanto los requerimientos que la sociedad demanda, los desafíos para la ingeniería en un mundo son aún vez más complejos, con una sociedad informada y exigente, la ingeniería debe cumplir con que la solución y dependiente el punto de vista del actor como por ejemplo un usuario de un edificio de uso público, el inversionista, el mandante, el arquitecto u otro en la ejecución de un proyecto cualquiera, se exige que sean eficientes, rentables, amigables con el ambiente, nulo o bajo en emisiones, nulo o bajo demanda energética, sismorresistente, alta serviciabilidad, adaptado a normas vigentes obligatorias y además otras voluntarias, monitorizada, inteligente, certificada entre muchos otros, pero el desafío tal vez más importante y complejo actualmente, es el de planificar también el término de su vida útil, que es posiblemente una deuda que la ingeniería de aquellos años pretéritos no incluía. Esta ingeniería sostenible, así como se hace cargo a través de dar solución al problema planteado, también debe hacerse cargo en qué se transformará cuando ya no sea una solución en el futuro, debiendo planificarse eventuales otros usos o por qué no, su deconstrucción y reconfiguración.
Como se puede ver, hoy la ingeniería no puede estar ajena a la sustentabilidad y a la integración de otras disciplinas, con una finalidad más allá de dar soluciones, sino que éstas deben ser adaptables en el tiempo a requerimientos cada vez más exigentes y con disponibilidad de múltiples herramientas ya no solo basadas en la experiencia como se hacía en sus inicios, sino que en la ciencia cuando la ingeniería se hizo profesional, incluyendo hoy en día el rápido desarrollo de la tecnología, donde podemos contar con nuevos materiales, versátiles, ultrarresistentes, ultradelgados y livianos, etc.
En el Día de la Ingeniería un afectuoso saludo y una invitación a todas los profesionales ligados a esta área a repensar nuestra misión, explorando soluciones innovadoras dada la responsabilidad que tenemos con las futuras generaciones.
Desde el inicio de la Revolución Industrial la humanidad ha estado dominada por un sistema económico absolutamente lineal: producir, consumir y desechar. No es necesario detenerse a explicar el impacto que este modelo ha tenido en nuestro medio ambiente. Son tan graves que según un informe del Panel Intergubernamental sobre el Cambio Climático de la ONU nuestro planeta va a alcanzar el decisivo límite de 1,5 ℃ por encima de la temperatura de la época preindustrial en el año 2030.
Es por eso por lo que urge cambiar la economía lineal por una circular y el desafío es trabajar con una visión de largo plazo que permita generar un modelo que vaya más allá del reciclaje y en el que las empresas y organizaciones de todo tipo y tamaño se hagan cargo adecuadamente de sus residuos, valorizarlos y dándoles una nueva vida o uso.
Todos lo sabemos, pero muchos olvidamos que vivimos en un planeta de recursos finitos y cada día somos más humanos con un modelo de vida que es imposible sustentar, el principal pilar de la economía circular es la regeneración. Sus acciones buscan restaurar el equilibrio que necesita el ecosistema para que nuestra especia pueda prosperar en armonía con la naturaleza.
Ya entrando en materia, en la construcción es habitual la recuperación de los despuntes de acero para reciclarlos y fabricar acero nuevo. Pero no sólo los despuntes de acero son residuos en una obra, también hay madera, hormigón, plásticos y vidrios, entre otros. En el mundo, la construcción es responsable del 35% de los residuos sólidos.
“Actualmente los Residuos de la Construcción y Demolición (RCD), son un gran problema en el mundo, y en Chile generamos mucho más. Por ejemplo, en un país desarrollado la construcción de un edificio habitacional genera 0,14 metros cúbicos (m3) de residuos por cada metro cuadrado (1m2) construido. En cambio, en nuestro país, para ese mismo edificio generamos 0,26 m3 por m2, casi el doble”, explica Felipe Ossio, académico de la Escuela de Construcción de la Pontificia Universidad Católica de Chile y vicepresidente del SubComité de Economía Circular del Instituto de la Construcción (IC).
“En una primera etapa en Chile hemos abordado la economía circular en la construcción a través del concepto de gestión de residuos. Tanto públicos como privados han dado pasos fundamentales y con grandes resultados en esa línea, pero es indispensable transitar a modelos circulares que incluyan las etapas de gestión y diseño. Primero, hay que tener claro que los materiales y componentes deben mantenerse circulando en la tecnósfera (ciclos técnicos) y biosfera (ciclos biológicos) por el mayor tiempo posible con la mayor calidad posible; debemos privilegiar uniones físicas antes que químicas que permitan el desmontaje, adaptación, recuperación y mantenimiento de estos”, señala Anamaría De León arquitecta y consultora en economía circular, miembro del SubComité de Economía Circular del IC.
Y agrega que “en la etapa de diseño arquitectónico y de materiales se define entre el 60% y 80% de la sostenibilidad de una obra o producto. El diseño para la deconstrucción, diseño para la reversibilidad, banco de materiales, modulación y estandarización reversibles y diseñar por capas, son algunas de las estrategias que podemos activar en etapas tempranas de un proyecto.”
Para enfrentar este problema, el programa Construye2025, impulsado por Corfo y administrado por el Instituto de la Construcción, elaboró una Hoja de Ruta RCD Economía Circular en Construcción, que se lleva a cabo en conjunto con los ministerios de Vivienda, Medio Ambiente y Obras Públicas.
El objetivo es lograr un país que gestiona sus recursos en forma eficiente, por lo cual trabajan en cinco ejes estratégicos: el ordenamiento y planificación sustentable del territorio; la coordinación y articulación pública; la cadena de valor sustentable y circular; la necesidad de desarrollar y fortalecer plataformas de datos que entreguen información para el diseño de políticas públicas y creación de nuevos mercados en torno a la economía circular en construcción; y la remediación ambiental de los resultados de la extracción de áridos y disposición inadecuada de los RCD.
La iniciativa busca generar una industria más productiva disminuyendo en un 20% los costos de producción; aumentar en un 20% las edificaciones sustentables y disminuir en un 30% las emisiones de CO2 al 2030.
La coordinadora de Sustentabilidad de Construye2025 a cargo de la iniciativa, Alejandra Tapia, señala que la economía circular busca optimizar los recursos mejorando la sustentabilidad, productividad y competitividad de las empresas, así como también impulsar la innovación para la creación de modelos de negocios y servicios que disminuyan la extracción de recursos, constituyendo una oportunidad para ampliar la base de la economía del país.
Así, no sólo tenemos una industria más sustentable, sino que también la economía circular ayuda a generar nuevos empleos que la OIT los cataloga como “empleos verdes” y los califica de la siguiente manera: “Empleos decentes que contribuyen a preservar y restaurar el medio ambiente ya sea en los sectores tradicionales como la manufactura o a la construcción o en nuevos sectores emergentes como las energías renovables y la eficiencia energética”. Más aún hace hincapié en que estos empleos verdes permiten: aumentar la eficiencia del consumo de energía y materias primas; limitar las emisiones de gases de efecto invernadero; minimizar los residuos y la contaminación; proteger y restaurar los ecosistemas; y contribuir a la adaptación al cambio climático.
Desde hace más de un año, el Instituto de la Construcción articula, junto a un gran número de reparticiones gubernamentales, universidades, oficinas de ingenieros y arquitectos, además de empresas privadas y organismos que las representan, como el Instituto Chileno del Acero y la Corporación de Desarrollo Tecnológico; el Subcomité de Economía Circular, que está trabajando para promover y aplicar en la construcción este modelo, cuyos beneficios son claros y muy palpables. Además de la disminución en el uso de la energía, lo que permite reducir la huella de carbono en la construcción, está el mejoramiento de la calidad de vida de las personas, pues permite contar con ciudades más sustentables y pensadas en beneficio de la sociedad.
Este es un tema muy relevante, pues el Foro Económico Mundial (WEF, por su sigla en inglés) estimó que en 2050 el 90% de la población latinoamericana vivirá en ciudades, es decir alrededor de 570 millones de personas. Si somos conscientes y trabajamos en beneficio de ellas, muchas de estas personas podrán disfrutar de un medioambiente más sano y una mejor calidad de vida para mediados de este siglo.
Por Mauricio Ramírez Molina, arquitecto, MSc UCLouvain, socio de 88 Limitada, y asesor CES.
Es indudable la importancia de las instituciones de educación superior (IES) en el desarrollo de un país por su rol en la creación y difusión del conocimiento, en la formación de profesionales y especialistas y en la investigación, transferencia tecnológica e innovación. Todo esto tiene mucha relevancia cuando hablamos de sustentabilidad porque dentro de las IES, las universidades son además importantes agentes de cambio. Por esta razón es clave la implementación exitosa, masiva y profunda del “Segundo Acuerdo de Producción Limpia Educación Superior Sustentable” (APL II), impulsado por la Agencia de Sustentabilidad y Cambio Climático y la Red de Campus Sustentable (RCS).
Este APL II, que además está respaldado por los ministerios de Medio Ambiente, Educación, Energía, Salud y Desarrollo Social, establece una hoja de ruta con cinco ejes principales: Gobernanza y Seguimiento, Academia, Gestión de Campus, Cultura Sustentable y Vinculación con el Medio & Responsabilidad Social. Son 116 acciones, compatibles con la agenda 2030 de Naciones Unidas, las que deben ser implementadas en un plazo de tres años a partir del 1 de enero del 2022.
Si bien varias de esas acciones requieren la construcción o adaptación y posterior validación de métricas, procedimientos y protocolos en áreas donde la sustentabilidad es aún “difusa”, hay otras que en nuestro país pueden ser rápidamente instaladas a través de herramientas altamente especializadas, robustas y de clase mundial como lo es la Certificación Edificio Sustentable CES, que calza perfectamente en el eje de Gestión de Campus, pero que además alimenta los demás ejes con mayor o menor protagonismo y con una muy buena coherencia con la herramienta RESIES desarrollada por la RCS, a través de la cual se medirá la sustentabilidad en ellas.
Un ejemplo concreto de esto son las certificaciones CES de edificios en diversas universidades del país, predominantemente en regiones: UACh, UCM, UMAG, PUC, UTA, UDA, ULagos, UAysen, USACh y UCh, ordenadas por fecha de certificación de edificios o pre-certificación de proyectos. Los procesos de incorporación de CES en universidades se iniciaron el año 2017 a través de las direcciones de infraestructura —con la UACh y UCM como líderes en el tema— y a la fecha ya muestra resultados positivos tanto en ahorro de energía como en desempeño ambiental en edificios, que ya llevan algunos años en uso. Si bien la cantidad de edificios certificados es menor en comparación a todo el parque construido que las universidades poseen a nivel nacional, es suficiente como para despejar cualquier duda que alguna autoridad académica tenga respecto de las ventajas, exigencias y procedimientos que se requieren para la correcta implementación de CES en edificios nuevos, así como en edificación existente que deba actualizarse para cumplir con las metas de sustentabilidad del APL II.
Por otra parte, las mismas IES deben tener en consideración que muchos de sus futuros estudiantes ya están viviendo hoy su formación pre-escolar y escolar (básica y media) en edificios que cuentan o contarán con Certificación CES, debido a que el Ministerio de Educación y la Junji lahan establecido como estándar para un gran porcentaje de sus proyectos de nueva edificación desde el año 2015 y 2019, respectivamente.
Con la experiencia (como 88 Limitada) de haber asesorado los primeros edificios universitarios certificados con CES y con Sello Plus Operación (UACh y UCM), de haber incorporado estándares de sustentabilidad en el diseño de planes maestros integrales de siete campus universitarios (UCM y UCT) y habiendo sido 11 años académico jerarquizado y de planta en una universidad estatal de regiones (UTalca), me permito afirmar lo siguiente: si las IES quieren avanzar rápidamente en sus metas de sustentabilidad, carbono neutralidad, energía neta cero y circularidad de su entorno construido, usen CES ahora, porque el camino se tornará mucho más sencillo.
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Confort, flexibilidad e integración caracterizan a los establecimientos diseñados para facilitar el aprendizaje. Hoy, los arquitectos interactúan fluidamente con otros especialistas para responder a cada contexto.
La evidencia internacional ha demostrado el positivo impacto que las condiciones de confort y habitabilidad tienen en las personas. Por eso, muchas de las edificaciones donde se ejerce pedagogía cuentan con la Certificación Edificio Sustentable (CES).
“Se trata de establecer una relación con la comunidad, fomentar que haya espacios abiertos para recibir a padres y apoderados; y también de promover la apertura en distintos horarios de espacios como los gimnasios y las bibliotecas. La idea es que sean verdaderos centros comunitarios”, afirma el jefe del Departamento de Infraestructura y Equipamiento Educacional de la Dirección de Educación Pública (DEP), Esteban Montenegro.
Pensando en el tipo de usuarios, es decir, principalmente en los niños se crean espacios innovadores que optimizan su aprendizaje. De hecho, en muchos de los recintos mandatados por el Ministerio de Educación se está trabajando con la Fundación Patio Vivo, para que los lugares que antes servían solo para recreación también sean pedagógicos. “Hoy se busca que estas áreas no sean solo para hacer deportes, sino que también permitan el desarrollo de otras actividades que promuevan la convivencia”, comenta Montenegro.
Lo anterior, permite apreciar grandes diferencias en este tipo de infraestructura, con respecto a un edificio tradicional o uno de oficinas, que tiene otro tipo de horario y usuarios. “El rol de la arquitectura es demostrativo. En estos espacios es muy útil, por ejemplo, disponer de un panel solar en una escuela porque así, el profesor puede explicar cómo funciona e ir generando conciencia en los niños sobre la sustentabilidad”, sostiene el jefe del Departamento de Infraestructura y Equipamiento Educacional de la (DEP).
Arquitectura pasiva
Con una trayectoria de más de 20 años en establecimientos destinados a la educación, Crisosto Smith Arquitectos, ha dejado su sello de arquitectura pasiva en escuelas y liceos. Desde los orígenes de la Certificación CES, profesionales especializados en sustentabilidad han ido evolucionando junto a sus proyectos. “Si miro los proyectos que se hicieron en 2000, eran muy distintos a la manera en que se trabajan hoy. Ahora, hay más información y concordancia con los especialistas en sustentabilidad. Ha sido un aprendizaje”, afirma el arquitecto Andrés Crisosto.
Y es que las variables en esta materia siempre son múltiples. Las condiciones del terreno, las características de la edificación y los requerimientos específicos del mandante, por ejemplo, pueden generar restricciones que los profesionales de la arquitectura convierten en beneficios. “Todo proyecto responde a un requerimiento específico de la normativa: la escala, la materialidad y cómo se expresa el edificio son factores importantes”, dice Andrés Crisosto.
Diferentes respuestas, densidades y contextos conversan con elementos sustentables en medio de una fluida interacción con los asesores CES. En este diálogo se conjugan cuatro factores indispensables para Crisosto Smith Arquitectos: la relación del colegio con el entorno, la escala del lugar, la respuesta hacia la comunidad educativa y su integración. “La clave es cómo la comunidad es acogida dentro de este contexto”, explica el arquitecto.
Para eso, la misión de los profesionales es identificar si la escuela tiene algún sello en particular. “Muchas tienen sello artístico, o bien, lo ponen en la parte deportiva y ahí es primordial que la idea matriz pueda recoger la identidad de la escuela. Luego, los espacios educativos deben ser innovadores, porque las clases ya no se realizan en un recinto cerrado frente al pizarrón. Ahora, puede cambiar la manera de enseñar. Los niños ya no aprenden solo en una clase expositiva”, comenta.
Por lo anterior, los espacios deben ser flexibles e integradores también con el medio. Y así como la sustentabilidad es importante, también lo es el confort interior que ayuda a los niños y jóvenes a estudiar adecuadamente y ser acogidos para que no pasen frío, con espacios bien diseñados. “Todos los temas de sustentabilidad van más allá en algunos casos: la incorporación de tecnología o de elementos para ahorrar energía; los paneles fotovoltaicos; y la utilización de las aguas grises”, concluye el socio fundador de Crisosto Smith Arquitectos.
El jefe de CES, Hernán Madrid, viajó a la Región de Valparaíso para entregar el símbolo que representa la validación de una infraestructura eficiente y sustentable.
El jefe de Certificación de Edificio Sustentable (CES), Hernán Madrid, entregó su placa a la Empresa Puerto San Antonio EPSA, la cual distingue al Edificio Administrativo de la empresa estatal porque cuenta con los elementos de eficiencia energética y sustentabilidad para armonizar con el entorno, entregar las mejores condiciones a los usuarios y propender al cuidado del medio ambiente.
El edificio corporativo de la empresa portuaria utiliza menos energía al aprovechar de manera eficiente la luz del sol. Además, en su construcción consideró el uso de una serie de materiales reciclados. Junto con ello, debido a su diseño arquitectónico pasivo, el sistema de aire acondicionado no requiere de un uso intensivo.
“Estas instalaciones tienen tres puntos muy fuertes: el primero es la eficiencia energética en el consumo de energía; el segundo es que tiene la categoría máxima para uso eficiente de agua y por último están las condiciones que se entregan a las personas para que puedan trabajar en su edificio”, comentó el jefe de CES, Hernán Madrid, quien agradeció el respaldo de los ejecutivos de Puerto San Antonio, quienes creyeron en la herramienta.
Edificio Empresa Portuaria San Antonio.
Durante la ceremonia de entrega, el jefe de Valor Compartido de Puerto San Antonio, Miguel Aguirre, valoró lo que representa la certificación para el medioambiente, pero también para los trabajadores. “Iniciamos el proceso en 2018, cuando la empresa estaba en la etapa de construcción del edificio, momento en que se decidió por parte de la gerencia general que debía mutar a una obra sustentable”, recordó.
En este aspecto, el ejecutivo expresó su emoción por haber logrado el puntaje necesario para lograr este hito. “Como funcionarios hoy estamos habitando un edificio que cumple con ser amigable con el medio ambiente, uno de los pilares declarados por nuestra empresa”, dijo.
En tanto, el arquitecto responsable del diseño sustentable del edificio, Pablo Aguirre, explicó que se hizo un trabajo técnico desde el primer día para lograr la certificación. “Se consideró como un edificio que fuera sustentable y más amigable desde el punto de vista humano, todo acompañado con tener una ventilación eficiente y junto con todos los aspectos humanos de enriquecer la experiencia del día a día de venir a trabajar”, detalló.
Una de las inquietudes de BiS Arquitectos es el desarrollo de una arquitectura con proyección en el tiempo y, por ende, no solo sustentable, sino que sostenible. Una visión de sostenibilidad enraizada en el uso criterioso de los recursos, el aprovechamiento de las cualidades medioambientales y geográficas en donde se emplaza el proyecto, y en el trabajo cercano con mandantes y usuarios.
La voluntad de generar edificaciones sustentables, tanto en términos de la eficiencia energética como de su proyección en el tiempo han llevado a desarrollar una serie de edificios certificados bajo el sistema CES. Hoy presentaremos dos de ellos que, aunque presentan condiciones arquitectónicas y funcionales muy disímiles, a través de una metodología y forma de enfrentar los encargos logran proyectos certificados, con buenos estándares energéticos y de confort espacial.
El proyecto deportivo “Piscina Temperada de Talca, Instituto Nacional del Deporte”, la que gracias a su diseño fue ganadora en la categoría de Edificio Certificado el Premio CES 2021, con un nivel de Certificación Sobresaliente.
El segundo proyecto corresponde a un edificio educacional; “Reposición Escuela Mujeres Americanas, Bucalemu”, del año 2021, proyecto que cuenta con Precertificación.
En este artículo, mostraremos el enfoque arquitectónico que permite acercarnos al quehacer de arquitectura Sustentable y Certificación CES.
1. Reposición Escuela de Mujeres Americanas Bucalemu-Render fachada principal.
2. Piscina Temperada de Talca-Render fachada principal.
PROYECTOS REFERENCIALES / CASOS DE ESTUDIO
Los proyectos referenciales o casos de estudio en esta ocasión son la Piscina Temperada de Talca y la Escuela Mujeres Americanas, Bucalemu. En ambos se desarrollaron estrategias de diseño arquitectónico muy ligado a la asesoría de Eficiencia Energética realizada por la arquitecta Fernanda Soto, definiendo primero condiciones generales, orientación, aperturas, volumetría, para luego adentrarse en los parámetros de sustentabilidad y confort propios de la Certificación Energética CES.
Como ejemplo de resultados de aplicación de estrategias pasivas se presenta el siguiente resumen:
3. Tabla resumen requisitos de eficiencia energética.
Esto implica que ambos edificios poseen importantes índices de confort, salud y sustentabilidad, particularmente la Piscina Temperada de Talca, donde además se posibilitan grandes mejoras en ahorro energético, entre otros, gracias al sistema de climatización y al ahorro hídrico, cuestión que para este tipo de edificios es de alta importancia.
PLANTEAMIENTO ARQUITECTÓNICO
Los proyectos educacionales tienen requerimientos programáticos bien establecidos y normativas precisas que aplicar. Para la Reposición Escuela Mujeres Americanas, Bucalemu, a partir del requerimiento del programa arquitectónico: salas de clase, bodegas, gimnasio, oficinas, baños, comedores y patios, entre otros, se plantea un proyecto que tiene una superficie de 2.900 m² aprox. y que se desarrolla a lo largo del predio, generando de forma intermitente vacíos o patios que permiten iluminar y ventilar los distintos recintos de la escuela, permitiendo el desarrollo de diferentes actividades simultáneas. El diseño de las lucarnas en las cubiertas de las salas de clases se considera de especial importancia para mejorar el confort lumínico.
Finalmente, el proyecto se desarrolla en forma longitudinal al predio, de dimensiones aproximadas de 130 m de fondo por 42 m mediante un Eje Conector que recorre el proyecto desde la calle hasta los talleres, logrando establecer claras relaciones entre patios, circulaciones y recintos, construyendo un lugar unitario y continuo.
4.- Reposición Escuela de Mujeres Americanas Bucalemu- Isométrica Áreas Programáticas y Esquema referencial de proyecto.
5. Reposición Escuela de Mujeres Americanas Bucalemu – Áreas verdes y Patio de juegos.
Los proyectos deportivos, y especialmente los de piscinas temperadas, tienen una serie de elementos técnicos que los hacen particulares; especiales condiciones de confort al interior de los edificios (humedad y térmicas), funcionalidad específica (circulaciones), contrastes volumétrico-espaciales (grandes volúmenes de aire v/s recintos menores), entre otros. La Piscina Temperada de Talca, es un edificio con aproximadamente 1.900 m² de superficie construida, desarrollada principalmente en un piso con un subterráneo técnico. Se plantea una volumetría principal que alberga la piscina semiolímpica de 8 carriles de 2×25 mt. de ancho cada uno, y tiene una pileta de 25×17 mt. aprox. A este volumen construido se incorpora un volumen menor, dispuesto en forma perimetral, que contiene el resto del programa incorporando recintos como camarines, recintos técnicos, administración y otros y que permite armar el esquema funcional – layout – donde se desenvuelven los usuarios del edificio: deportistas, público, administrativos, personal técnico, entre otros. Eso imprime una primera condición diferencial, donde tanto la arquitectura como las instalaciones deben resolver, en estas situaciones muy disímiles, la conservación térmica, control de la humedad, y generación de ambientes confortables, tanto en el recinto piscina, como en los recintos anexos que poseen dispar vinculación espacial y funcional (otras condiciones térmicas, de humedad y ventilación).
6. Piscina Temperada de Talca – Acceso principal y Piscina semIolímpica.
EMPLAZAMIENTO-ORIENTACIÓN
Con el estudio del emplazamiento y orientación del proyecto, utilizando el gráfico solar y el análisis de parámetros climáticos (T°-temperatura, precipitaciones, vientos, asoleamiento, entre otros), se evalúa e intenciona las propuestas arquitectónicas, logrando analizar la iluminación y asoleamiento, controlando las ganancias pasivas y permitiendo maximizar la iluminación natural.
Gráfico solar de proyecto:
7. Reposición Escuela de Mujeres Americanas Bucalemu.
8. Piscina Temperada de Talca.
SISTEMAS PASIVOS
Se consideran sistemas pasivos aquellos que no requieren aporte de energía artificial, es decir que son inherentes al diseño y materialidad del edificio: estructura, terminaciones, materiales y diseño en general.
-Envolvente térmica (EIFS, Paneles Aislados, DVH)
En términos de aislación térmica, en laEscuela Mujeres Americanas, se trabajó con una envolvente térmica interior para muros y cielos, además de la aislación de radieres en contacto con el terreno. De esta manera se logró una reducción de la demanda anual de energía (KWh/m²) que en este caso es de un 25% aprox.
9. Reposición Escuela de Mujeres Americanas Bucalemu- Esquema explicativo de envolvente térmica (a). 10. Reposición Escuela de Mujeres Americanas Bucalemu- Esquema explicativo de envolvente térmica(b).
Por otro lado, en la Piscina Temperada de Talca se alcanza una reducción de la demanda anual de energía (KWh/m²) del 27%, la cual se logra en parte gracias a la envolvente térmica, que en este proyecto se desarrolla principalmente por el exterior, aprovechando la masa e inercia térmica de los materiales constructivos como moderador energitérmico.
En ambos casos lo que se busca con generar una envolvente térmica continua es lograr una temperatura interior de los recintos confortable, considerando la ocupación, destino y requerimiento propio de cada recinto, controlar ganancia solar y maximizar ventilación natural a través de ventanas con doble vidrio hermético, condiciones que se traducen en un alto confort pasivo, donde, en ambos proyectos, se logra disminuir las horas de disconfort a un 16% aprox.
-Iluminación natural en todos los recintos habitables
Un factor importante en la evaluación del confort y eficiencia en la edificación tiene que ver con la iluminación natural. Este factor se evalúa como parte del proceso de Precertificación y Certificación de los edificios a través del parámetro “Iluminancia útil” (UDI).
En ambos casos proyectos, la mayor parte de los recintos durante la mayor parte de su tiempo se uso se encuentran con niveles de confort lumínico generados a través de luz natural exclusivamente. Así se logra que el diseño de la arquitectura asegure espacios confortables y sanos, donde se aprovecha la mayor cantidad de luz natural.
Esta condición permite disminuir el uso de iluminación artificial durante el día y aportar al ahorro energético en el uso de la edificación.
11. Piscina Temperada de Talca– Simulación Iluminancia.
-Control solar pasivo
A través de aleros, dobles pieles, celosías u otras estrategias se realiza control solar, lo cual permite disminuir las ganancias solares pasivas, y controlar el exceso de iluminación y deslumbramiento en los recintos.
En el caso de la Piscina Temperada de Talca, como el edificio se buscaba abrirlo hacia el poniente por la presencia de un exterior paisajístico y vegetal existente, en dicha fachada se debió incorporar una doble piel o celosía, ejecutada en metal perforado, la cual protegiese al edificio del asoleamiento y deslumbramiento excesivo, perjudicar la iluminación natural, vistas y conexión que se buscaba lograr hacia el parque contiguo.
12. Piscina Temperada de Talca– Fachada poniente.
-Ventilación natural del edificio
Maximizar la ventilación natural también aporta en mejora de condiciones de confort y eficiencia energética.
En el proyecto Escuela Mujeres Americanas de Bucalemu se consideró para todos sus recintos docentes ventilación cruzada, la cual mediante ventanas proyectantes permite un eficaz recambio de aire.
En la Piscina Temperada de Talca, lo que se buscó fue que los recintos adyacentes a la zona de la piscina, a pesar de la complejidad funcional que requieren de accesos diferenciados y dobles circulaciones (como los camarines) incorporasen ventanas, iluminación natural y aperturas con ventilación natural.
13.Reposición Escuela de Mujeres Americanas Bucalemu- Esquema explicativo eficiencia energética.
-Paisajismo y ahorro hídrico
Analizando el emplazamiento y contexto geográfico natural, el paisajismo establece su diseño en base a especies principalmente nativas o que se adapten bien al clima del lugar, cuestión que permite disminuir en un alto grado el consumo de agua, y la adaptabilidad de la especie.
Por otro lado, en términos sanitarios, la utilización de artefactos y griferías de bajo consumo, además del uso de aireadores, temporizadores o automatización de sistemas de agua permiten generar un ahorro hídrico importante en la utilización de este tipo de edificios.
En este caso, permiten que la Escuela posea un ahorro de agua de sobre el 70%, mientras que en el caso de la Piscina Temperada, este ahorro esté cercano al 50%.
SISTEMAS ACTIVOS O MECÁNICOS
Son aquellos sistemas que requieren de energía artificial y/o de mecanismos que permiten lograr niveles de confort necesarios para el uso del edificio en los momentos en que, dado el clima, horario o condición de uso, los sistemas pasivos no lo logran.
-Colectores solares agua caliente
Para el caso de en la Piscina Temperada de Talca se utilizaron colectores solares para la generación de agua caliente sanitaria, tanto para el precalentamiento de agua de la piscina como para climatización y servicios. En total se consideraron 42 colectores, de los cuales 36 de ellos aportan directamente al vaso de piscina y 6 de ellos aportan al sistema general de agua caliente de las duchas.
14. Piscina Temperada de Talca–Colectores solares.
-Climatización de alto rendimiento
Para efectos de las instalaciones de climatización, se proponen equipos de alta eficiencia, siempre teniendo en cuenta la factibilidad de mantención y tecnificación adecuado del sistema. Con ello se logra hacer edificios más eficientes energéticamente, y manejables por los usuarios.
-Iluminación de Alta Eficiencia
Con la elección de equipos de iluminación de alta eficiencia y bajo, dispuestos estudiadamente de acuerdo a la normativa actual, se logra una reducción de la demanda en iluminación cercana al 50% en la Escuela, y 30% (60%) en la Piscina Temperada de Talca (KWh/m²).
CIERRE
Como condiciones generales de nuestros proyectos podemos destacar que evidentemente las condiciones de sustentabilidad, enfocadas especialmente en el quehacer de proyectos públicos, son condiciones importantes y basales en nuestras propuestas. Que, si bien se deben armonizar y contrastar con la temática conceptual, encargo, y visión arquitectónica de cada proyecto, no son elementos que se deban dejar solo para instancias posteriores o tratarlas como restricciones proyectuales, sino más bien entenderlas como herramientas para desarrollar mejores edificaciones.
Cualquiera sea el proyecto, la propuesta arquitectónica, su forma y emplazamiento, las consideraciones climáticas y de eficiencia energética, son aspectos que consideramos que modelan y enriquecen la arquitectura desde el inicio, no solo para reducir su impacto ambiental y consumo energético, disminuir los costos de operación y mantención, sino además para mejorar el confort y calidad ambiental interior, elementos todos que debieran tender a la sustentabilidad del edificio, tan importante cuando se trata de edificación pública, edificación para todos y hecha con los esfuerzos de todos.
ACERCA DE BIS ARQUITECTOS
BiS Arquitectos es una consultora de diseño arquitectónico que por más de 10 años ha desarrollado proyectos en el ámbito de la edificación pública; centros culturales, edificios educacionales, edificios institucionales y deportivos, entre otros.
Compuesta por profesionales arquitectos y dibujantes, y realizando un trabajo coordinado con especialistas y profesionales de diversas áreas, Bis Arquitectos está dirigida por los arquitectos de la Universidad de Chile Pedro Bartolomé y José Spichiger.
En el desarrollo de cada proyecto se ha enfocado el proceso creativo de diseño para lograr obras claras, ligadas al territorio y sus comunidades, funcionales y eficientes, potenciando el carácter público de ellas.
Si bien ejemplificamos en dos obras este enfoque de arquitectura pública sustentable, la oficina cuenta con 11 proyectos precertificados, de los cuales cuatro de ellos cuentan con certificación CES.