Estado, academia e industria aceleran el paso para transformar a la construcción

Representantes del Gobierno, centros de investigación y de las principales empresas del sector construcción reflexionaron sobre los avances y desafíos que enfrenta nuestro país en el congreso “Construyendo Chile”.

La industria de la construcción tiene por delante dos grandes desafíos. El primero es la productividad que, desde hace más de dos décadas, está estancada; el segundo, la sustentabilidad, cada día más urgente en medio de la crisis climática global. Estos retos fueron abordados en profundidad por speakers internacionales y nacionales, entre ellos, el ministro de Obras Públicas, Juan Carlos García; el ministro de Vivienda y Urbanismo, Carlos Montes y el vicepresidente ejecutivo de Corfo, José Miguel Benavente.

Por eso, Construye2025, programa impulsado por Corfo y administrado por el Instituto de la Construcción, está concentrado en tres ejes: industrialización, sustentabilidad y transformación digital, que se han convertido en los motores que -colaborativamente- impulsan la academia, el Estado y la industria para transformar a este importante sector.

“Si la productividad hubiese avanzado como lo han hecho las otras industrias, con la misma cantidad de personas que trabajan en la construcción, podríamos haber agregado US$4.500 millones adicionales al PIB; y si la lleváramos a los niveles de países referentes, podríamos haber sumado US$13.500 al PIB”, comentó el presidente de Construye2025, Pablo Ivelic, al abrir el congreso “Construyendo Chile”. 

Durante la jornada, tanto los expositores nacionales como los internacionales abordaron también el desafío de la sustentabilidad. Y es que, tal como comentó Pablo Ivelic, la construcción consume un tercio de las materias primas, genera un tercio de los residuos que se producen en el país y emite un tercio de los gases de efecto invernaderos, a pesar de representar el 8% del PIB.

Sin embargo, desde 2016, Construye2025 ha estado trabajando para transformar a la industria. “Hemos logrado instalar los conceptos de productividad y sustentabilidad, no solo desde el concepto, sino también desde la acción”, afirmó el presidente del programa quien conversó con los ministros de Estado y el vicepresidente ejecutivo de Corfo sobre la infraestructura nacional.

Distribuir los riesgos

Según el ministro de Obras Públicas, Juan Carlos García, una crisis como la que enfrentamos hoy, marcada por la inestabilidad en los precios y el aumento en los costos de los materiales, representa una oportunidad para avanzar más rápido. “Hemos podido dar pasos que no se daban hace bastante tiempo: productividad y sostenibilidad ya no se van a mirar por separado. Deben verse en conjunto, porque avanzamos más rápido cuando trabajamos juntos. La base del problema de la productividad y la sostenibilidad es, desde mi punto de vista, que no se distribuyen los riesgos en los procesos”, dijo.

En este ámbito, el ministro García comentó que el Estado le endosa más riesgos de los prudentes al sector privado; el sector privado los devuelve en precios y otro tipo de solicitudes, pero, finalmente, quien asume esos costos es el territorio. 

“Tenemos una variación de precios sin parangón en la historia. Hoy el Estado no puede proyectar. Modificar las licitaciones para que la variación de precios sea parte del proceso de construcción es importante para distribuir riesgos y optimizar los recursos, porque es poco productivo tener una empresa que quiebra en un momento tan sensible”, añadió el titular de Obras Públicas, quien valoró la integración de variables como coordinación sostenibilidad y participación ciudadana.

Viviendas: tarea de todos

Finalmente, el ministro de Vivienda y Urbanismo, Carlos Montes, abordó un punto más político, pero, no menos importante: la construcción de la vida en común. “Todo lo que nos pasa está vinculado a los procesos mundiales. Es muy importante tener presente lo que va a ocurrir en Chile, pues podemos seguir en un escenario de confrontación o avanzar hacia la construcción. Tenemos que preocuparnos simultáneamente de la desigualdad; de fortalecer la democracia; y también del desarrollo sustentable”, afirmó. 

En este contexto, nació el Plan de Emergencia Habitacional que buscó darle jerarquía a la crisis de vivienda. “Hay muchas familias viviendo mal, muchos niños que no tienen donde hacer las tareas. Esto no es simplemente estadística, las personas están descontentas con lo que se ha hecho, porque no quieren seguir viviendo en estas condiciones. Hay 1.500 campamentos en el país. La realidad es muy dura”, explicó el ministro Montes. 

Enseguida, la autoridad hizo hincapié en la necesidad de organizarse en torno a objetivos comunes. “Esto supone una voluntad política de coordinarse”, dijo. Pero, además, destacó que el déficit de viviendas es un problema del país. “Es cierto que venía antes de la pandemia, luego se agregó la migración. Por eso, hay que diversificar los caminos. Hay distintas realidades y hay que construir respuestas de acuerdo con ellas”, afirmó. 

En este sentido, el Estado no solo está empujando la innovación y el desarrollo productivo, sino también atendiendo los nuevos desafíos y demandas. “Hay llamados especiales, tecnológicos, asociados a temas de construcción que consideran digitalización y circularidad, como el programa de transformación productiva del cambio climático”, recordó el vicepresidente ejecutivo de Corfo, José Miguel Benavente, quien recordó que el organismo está impulsando las compras públicas innovadoras y destacó que Construye2025 es uno de los programas “Transforma” más exitosos.

Experiencias internacionales

Brendan Pope, líder de Innovación y Diseño de Fleetwood Australia, fue uno de los expositores invitados al congreso “Construyendo Construcción”. El arquitecto, con más de 15 años de experiencia en construcción modular, ha impulsado fuertemente la conexión entre la industria y la academia, pues es un apasionado por el intercambio del conocimiento y la gestión del cambio. Por eso, creó la competencia estudiantil de arquitectura “Copa Desafío”, que convoca a diversas universidades. Este año el reto que se impuso a los estudiantes fue la carbono neutralidad.

Junto con relatar su experiencia resolviendo problemas junto a los estudiantes, el especialista en construcción modular se refirió a las limitantes comunes entre Chile y Australia, como la falta de mano de obra calificada y también al rol de la industrialización en el desarrollo de infraestructura frente al crecimiento demográfico. “Poder hacer más con menos es una promesa necesaria para el futuro. En los últimos años, la construcción fuera de sitio ha tenido un crecimiento significativo. De hecho, en siete años, Fleetwood ha duplicado sus ganancias”, dijo.

El siguiente invitado internacional fue el coordinador de proyectos, Cátedra UNESCO de Sostenibilidad (UPC), Guillermo Penagos, quien se conectó desde Medellín, para compartir su experiencia sobre el impacto de los fenómenos climáticos en la construcción. “La relación entre criterios de desempeño e impactos ambientales nos puede ayudar con la productividad y la sustentabilidad”, afirmó. Según Penagos, las pequeñas y medianas empresas deben desarrollar modelos de negocios asociados a la circularidad.

Tras su exposición, el especialista colombiano participó en un panel de conversación junto Alejandra Tapia, coordinadora de Sustentabilidad de Construye2025; Paola Valencia, gerente de Sustentabilidad de E3 Ingeniería; y Henrique Benites, investigador de la Universidad de Nueva Gales del Sur, que se sumó desde Brasil para hablar sobre nuevos modelos de negocio, enfocados en la circularidad regenerativa.

Panel Economía Circular: Alejandra Tapia, Paola Valencia, Guillermo Penagos y Henrique Benites.

Más tarde, expuso Pablo Camarasa de Fran Silvestre Arquitectos, quien se conectó desde Valencia, España, quien comparó los métodos de producción de automóviles con los que se están utilizando en construcción. “Lo que se pretende es que no haya errores, por eso, se usan sistemas de producción en cadena”, señaló.

En total, en Congreso Construyendo Chile reunió a más de 50 expositores nacionales e internacionales, en forma presencial y online, que se enfocaron en hablar sobre los desafíos actuales y futuros de la sostenibilidad, industrialización y transformación digital en la industria de la construcción.

Fuente: Construye2025

Aislación térmica permite ahorro de energía en 1° hospital sustentable de Chile

Envolvente térmica de alta eficiencia fue clave para que el Hospital Quillota-Petorca obtuviese la Certificación de Edificio Sustentable.

La construcción del nuevo Hospital Biprovincial Quillota-Petorca, inaugurado en noviembre de 2021, no fue una más. Primero, porque se trata de un establecimiento de alta complejidad que beneficia a más de 800 mil personas en la Región de Valparaíso. Y también porque el recinto obtuvo la Certificación de Edificios Sustentables (CES), ya que su funcionamiento tiene un 36% de ahorro promedio al año en todas sus instalaciones.

“La construcción liviana en seco es un método de amplia difusión en Europa y Estados Unidos, y que se ha posicionado con fuerza en el mercado inmobiliario local porque para lograr edificaciones con mayor eficiencia en todos sus sistemas. Entre sus ventajas está que incrementa la sostenibilidad de los proyectos, permite una estimación precisa de costos, minimiza el consumo de recursos como el agua, reduce mermas y disminuye la generación de residuos durante el proceso”, asegura Ricardo Fernández, gerente técnico y de desarrollo sostenible de Volcán, empresa que participó en la obra.

Entre las soluciones constructivas utilizadas en este hospital destaca la lana de vidrio Aislanglass, un material aislante, a base de arena y vidrio reciclado, que se funde a altas temperaturas. Esto permite formar finos filamentos que mejoran la aislación acústica y térmica en todo tipo de edificación; en especial tabiques, pisos y entretechos. Además, proporciona protección contra incendios y cuenta con una gran estabilidad dimensional. Esto lo convierte en uno de los materiales aislantes preferidos para construcción.

Sustentabilidad hospitalaria

El Hospital Biprovincial Quillota-Petorca, ubicado en la comuna de Quillota, logró reducir su huella de carbono gracias a un funcionamiento más eficiente de múltiples sistemas, entre los que resalta la calefacción, refrigeración, ventilación, motores, iluminación artificial y equipamiento interior.

Todas estas variables fueron consideradas por CES, una certificación impulsada desde 2012 por el Ministerio de Obras Públicas, el Instituto de la Construcción, la Cámara Chilena de la Construcción y el Colegio de Arquitectos. Su objetivo es, a través de un método diseñado bajo estándares internacionales, evaluar, calificar y certificar el comportamiento ambiental de edificios de uso público en Chile.

Algunos de los indicadores registrados dan cuenta de un 19% de ahorro en la demanda de energía y un 31% de ahorro en el consumo energético. Según la entidad evaluadora, algunas de las estrategias pasivas que consideraron los arquitectos en el diseño del proyecto fueron el uso de materiales constructivos más eficientes, entre ellos envolvente térmica de alta eficiencia, cristales de control solar, cubiertas verdes y placas quiebra-sol.

Se espera que, de esta manera, el establecimiento minimice sus emisiones y disminuya los consumos de agua y energía, y que además genere menos residuos y reduzca sus costos de mantención. Se trata de uno de los dos establecimientos de salud considerados inicialmente para la certificación, denominada CES hospitales, junto al de Curicó.

“Esta medición tiene, además, otros alcances, como, por ejemplo, la incorporación de los edificios CES a la emisión de bonos verdes, lo que le permite al país disponer de nuevos recursos para continuar avanzando en el desarrollo sostenible”, plantea la Presidenta de CES, Paola Molina.

Fuente: Induambiente

Construye2025 abrirá las puertas a la innovación en el Congreso Construyendo Chile

Más de 50 speakers reflexionarán sobre temáticas clave para la industria, como digitalización y sustentabilidad, los días 30 y 31 de agosto, en el encuentro organizado por Construye2025, que incluirá un seminario, una rueda de negocios virtual y charlas técnicas.

Cambio climático, economía circular, construcción industrializada, y digitalización del Estado son algunos de los temas que abordará el 30 y 31 de agosto el Congreso “Construyendo Chile”, organizado por Construye2025 y Expo Construye.

 El evento se enfocará en cómo la industrialización, la digitalización y la sustentabilidad impulsarán la economía y al sector en 2023; también contará con una rueda de negocios y una serie de charlas temáticas y conversatorios en formato online, que impulsarán la colaboración, poniendo énfasis en la innovación y las nuevas tecnologías. Dentro de los 50 speakers, destacan importantes invitados, tales como Brendan Pope (Fleetwood, Australia), Maria Loreto Flores (Zaha Hadid, Inglaterra), Pablo Camarasa (Fran Silvestre Arquitectos, España), Henrique Benites, investigador y académico en la Universidad de Nueva Gales del Sur (UNSW) y Guillermo Penagos (Coordinador de proyectos, Cátedra UNESCO de Sostenibilidad – UPC), logrando generar discusiones desde una mirada global sobre los desafíos que tiene nuestro país. 

“El Congreso Construyendo Chile quiere dar una mirada al futuro, generando charlas sobre las temáticas e iniciativas de Hoja de Ruta de Construye2025 y que sabemos serán las principales aceleradores de transformación para construir un país más productivo y sustentable. Queremos sentar un precedente en cuanto a cómo nos planteamos como país lograr este desafío en forma conjunta y sinérgica” señala Marcos Brito, gerente de Construye2025.

“El año pasado, en nuestras rondas de negocios participaron más de 300 empresas, de las cuales 95% señaló luego del encuentro haber encontrado una oportunidad de negocio, esperamos poder repetir esa experiencia ese año”, comenta Ignacio Peña, coordinador de Innovación y Desarrollo Tecnológico de Construye2025.

El objetivo de la actividad es conectar a privados, públicos y academia con empresas del rubro, a nivel nacional e internacional, que requieren modernizar sus procesos y hacer más sustentables y productivos sus negocios.

El Congreso “Construyendo Chile” será en formato híbrido presencial y online y estará abierto para quienes quieran participar en la rueda de negocios, los talleres y las charlas técnicas. De esta manera, el evento aportará en un entorno post pandemia, una mirada digital y sostenible para Chile con un sólo click. Será transmitido por diversos canales digitales, incluyendo EMOL.

Gracias a la rueda de negocios, que se espera logrará convocar a más de 1.500 reuniones de networking, se generarán nuevos contactos y negocios reales con empresas de todo el territorio nacional.

“Construyendo Chile” es invitado por Falabella Inmobiliaria y cuenta con el patrocinio de: ProChile, la Asociación de Inmobiliarias de Chile, la Universidad Católica de Valparaíso, el Instituto de la Construcción, el Centro Tecnológico para la Innovación en la Construcción (CteC), el Instituto del Cemento y Hormigón de Chile (ICH), Madera21 de Corma y Certificación Edificio Sustentable (CES).

“Formar parte del ‘Congreso Construyendo Chile’ nos llena de alegría, ya que nos abre las puertas para interactuar con los principales actores del ecosistema de la construcción, tanto público como privado, a través de ruedas de negocios, talleres y charlas técnicas, conocer sus experiencias y aprender sobre las tendencias del sector de cara al próximo año. Todo, para cumplir con la propuesta de valor hacia nuestros clientes”, dice Daniel Berdichevsky, gerente de Desarrollo y Proyectos Inmobiliarios de Infraestructura Falabella.

Más información en www.congresoconstruye.cl

El programa está disponible AQUÍ.

Fuente: Construye2025

Diseño sustentable: más que un eslogan, una necesidad urgente de adoptar

Por Néstor Vásquez, arquitecto de la Universidad de Chile, arquitecto del edificio Centro de Día del Adulto Mayor de Punta Arenas ganador del Premio CES 2019.

El arquitecto se presenta ante la obra como el creador de espacios y volúmenes donde las personas desenvuelven su vida y su actividad diaria, generando el cobijo suficiente para satisfacer la función y la emoción de habitar. Sin embargo, nuestra labor nos ha llevado a incorporar nuevos conceptos y desafíos que se han sumado al arte y a la técnica. Es así como la sustentabilidad ha venido a poner un punto importante en nuestra obra, y el arquitecto en su misión de responder al momento en el cual se encuentra, debe estar consciente de esta problemática actual mundial, en el cuidado de los recursos naturales y la contaminación. 

Por tal motivo, esta preocupación por el medio ambiente donde vivimos, nos debe llevar a reflexionar en su cuidado, y es ahí donde nuestra labor puede interferir en proyectar los espacios adecuados, que cuenten con una orientación acorde al lugar donde se emplaza la obra, que nos proteja del clima y capte o controle la energía solar disponible, la energía eólica en zonas con vientos suficientes para aprovechar su potencial, captación del agua lluvia, y, en general, crear prácticas sostenibles para lograr evitar el gasto excesivo de energía, utilizando así, recursos que el propio entorno ofrece para el funcionamiento del conjunto.

Tenemos que pensar cada vez que nos enfrentamos a un “papel” que ya no existe vuelta atrás, y que nuestros proyectos deben ser sustentables, para poder mirar y tener un mundo mejor, un planeta más sano y una naturaleza más limpia.  La reducción del impacto ambiental que hacen las nuevas prácticas sustentables en la arquitectura son un gran paso para preservar nuestro planeta. 

Entonces, nuestra función será diseñar para respetar el medio ambiente, pero esta característica no impedirá que la obra sea limitada en su diseño, todo lo contrario, es posible potenciar la calidad formal y espacial, cuyo resultado hará que estén incorporadas en su entorno, sean más confortables para los usuarios, y la comunidad las acepte como propias. 

La tecnología que incorporamos en estas obras, la utilización de los materiales, su disposición en relación a la acústica y la aislación térmica, por ejemplo, harán que la calidad de vida de las personas que habitan en ellas sea superior; serán más saludables puesto que al dejar de estar expuestos a la contaminación continua de la vida cotidiana son capaces de ayudarnos a mejorar nuestra salud evitando o disminuyendo la posibilidad de enfermar por causas contaminantes, medio ambientales o por un entorno agreste o sucio.

Los arquitectos contribuiremos coordinando todas las especialidades y profesionales que nos puedan aportar desde cada una de sus áreas, es decir, todo un equipo profesional estará en sintonía con el proyecto total, por lo que podemos decir que la sustentabilidad es un aspecto de gran interés e importancia para todos los ámbitos del conocimiento y para las diversas actividades humanas, puesto que en la actualidad debe formar parte de las políticas de desarrollo de cualquier país o región. En la arquitectura, los criterios ecológicos y de diseño sustentable ya no son más un eslogan, sino una necesidad urgente de adoptar, ya que nuestra sociedad lo requiere, y nuestros edificios deben responder a ella.

Hospital Quillota Petorca ya cuenta con el sello que lo distingue su sustentabilidad

Paola Molina, presidenta, y Hernán Madrid, jefe de Certificación Edificio Sustentable, viajaron a la región de Valparaíso, donde junto a las autoridades de la zona recorrieron los pasillos del flamante edificio sustentable.

Hernán Madrid, Paola Molina; Óscar Calderón, alcalde de Quillota, y Haroldo Faúndez, director (s) SSVQ.

Con un ahorro promedio de un 36% de energía anual en todos los usos del edificio, el Hospital Biprovincial Quillota Petorca recibió la placa que deja en evidencia el trabajo multidisciplinario de todos los especialistas que trabajaron en su sistema de calefacción, refrigeración, ventilación, motores, iluminación artificial y equipamiento interior, entre otras variables que se consideran para la Certificación CES.

En una ceremonia a la que asistieron el director (s) del Servicio de Salud Viña del Mar Quillota, Haroldo Faúndez Romero, y el director (s) del Hospital Biprovincial Quillota Petorca, Omar Ogalde, y el alcalde de Quillota, Óscar Calderón, entre otras autoridades; la presidenta de Certificación Edificio Sustentable (CES), Paola Molina, y el jefe de CES, Hernán Madrid, entregaron la placa que acredita la certificación del recinto hospitalario que cuenta con equipos de alta eficiencia en tecnología, lo cual facilita el ahorro de energía y proporciona un alto estándar de iluminación.

“La versión de CES Hospitales se desarrolló como una respuesta al programa de desarrollo de infraestructura hospitalario del Ministerio de Salud y, este edificio, en conjunto con el de Curicó, fueron los dos proyectos que se tuvieron a la vista para ella”, explicó la presidenta de CES, Paola Molina.

El Hospital Biprovincial Quillota Petorca destaca por haber logrado un 19% de ahorro en la demanda de energía y un 31% de ahorro en el consumo energético, entre otras variables. “Esta medición tiene, además, otros alcances, como, por ejemplo, la incorporación de los edificios CES -desarrollados como unidad técnica por la Dirección de Arquitectura del Ministerio de Obras Públicas- a la emisión de bonos verdes, lo que le permite al país disponer de nuevos recursos para continuar avanzando en el desarrollo sostenible”, añadió la presidenta de CES.

Dentro de las estrategias pasivas que consideraron los arquitectos en el diseño del proyecto destacan: envolvente térmica de alta eficiencia, cristales de control solar, cubiertas verdes y placas quiebra- sol. “Este edificio sustentable, sin duda, genera un valor a la atención que le presentamos a nuestros usuarios, y también a nuestros funcionarios, pues el trabajar en este tipo de infraestructura genera un adecuado clima y mejor servicio”, dijo Haroldo Faúndez, director (s) del Servicio de Salud Viña del Mar Quillota.

En tanto, el director (s) del Hospital Biprovincial Quillota Petorca, Omar Ogalde, valoró señaló la metodología de trabajo de CES, que lleva a los edificios a ser mucho más eficientes y que privilegia el uso de las energías renovables. “Eso requiere tener mayor empatía con nuestro medio ambiente. Nos involucra tener la conciencia y la perspectiva de cuidar nuestro medio ambiente”, acotó.

Gracias a la certificación CES, el hospital no solo mejorará la calidad de vida de los usuarios, también minimizará sus emisiones y disminuirá los consumos de agua y energía. Igualmente, generará menos residuos y verá reducidos sus costos de mantención.

Los tres edificios CES con que la UCM garantiza el confort de estudiantes y funcionarios

Con tres edificios inaugurados y otros proyectos en carpeta, la Universidad Católica del Maule se convirtió en el establecimiento de educación superior con mayor cantidad de edificios verdes de la región. 

  Para ofrecer los más altos estándares de confort a funcionarios, académicos y estudiantes, la Universidad Católica del Maule (UCM), apostó por la certificación CES, que revisa una serie de atributos que hacen que los edificios de uso público sean más sustentables y amigables con el medioambiente. Ya son tres los proyectos certificados en la UCM, lo que fue posible gracias a la preocupación de la casa de estudios, los arquitectos, los asesores CES y las entidades evaluadoras.

Incluso, el edificio de Aulas y Facultades, que alberga a la Facultad de Ciencias de la Ingeniería; y el que acoge a la Facultad de Medicina, además de la Certificación CES, obtuvieron el sello Plus Operación, que se entrega a los inmuebles que alcanzan un alto estándar de sustentabilidad en su operación. 

En este contexto, el vicerrector de administración y finanzas de la UCM, Pablo Hormazábal, valora la medición científica en aspectos tan importantes como la iluminación, las renovaciones de aire y la envolvente térmica, entre otros. “Cada uno con aspectos técnicos distintos por cumplir y que, en conjunto, logran un resultado muy beneficioso para toda la comunidad”, detalla.

Según el arquitecto Claudio Cabrera, director de proyectos de Infraestructura de la UCM, el desarrollo de infraestructura está asociado a los planes maestros integrales que sirvieron de guía para el crecimiento. “Los proyectos de los nuevos edificios incorporan sistemas constructivos, instalaciones y terminaciones de un alto nivel, para asegurar contar con edificaciones cuyo uso sea mucho más eficiente, confortable y beneficioso para la actividad que desarrolla nuestra comunidad universitaria”, afirma.

  En este ámbito, el arquitecto pone énfasis en la preocupación de la Certificación CES, tanto por el manejo de los materiales que se emplean para la construcción como por el tipo de climatización, la renovación de aire en las salas de clases u oficinas; y la calidad de la iluminación natural y artificial. “Esta certificación se orienta a la instalación de sistemas de iluminación de alto nivel, ya que debe dar respuesta a parámetros precisos para ofrecer las mejores condiciones lumínicas, dependiendo de la actividad y uso del recinto, ya que, no es lo mismo un laboratorio que una sala de clases. Se consideran condiciones y exigencias distintas”, dice.

Los precertificados

El Edificio Aulas y Facultades II, que albergará a la Facultad de Ciencias Básicas, ya cuenta con una precertificación CES, al igual que el edificio de Aula de San Miguel, que ya está listo y en uso. “El campus San Miguel, principalmente, se caracteriza por su muy buen control acústico, pensando en que iban a ser aulas de clases. Había que generar un buen control de la reverberación para evitar la transmisión acústica del ruido desde una sala a otra”, explica la asesora CES, María Luisa Del Campo, quien destaca el confort lumínico y el ahorro de energía que se logró gracias a la coordinación entre los diversos especialistas.

En la etapa de precertificación se revisan los estándares exigidos a nivel de planos y especificaciones técnicas, para luego postular a la certificación CES y, hoy, la UCM cuenta con edificios precertificados en proceso de licitación.

Así, con la precertificación en la mano, tras cumplir con los indicadores clave y, luego de terminada la construcción de los edificios, la institución continuará trabajando para lograr certificarse. Este es el caso del Campus San Isidro de Curicó, cuyos responsables ya llevan bastante camino avanzado.

Construye2025 lanza su hoja de ruta para los próximos cuatro años

En línea con las nuevas tendencias y las necesidades más urgentes del país, el programa estratégico de Corfo presentó la actualización del documento que incorpora a diversos actores que buscan acelerar la transformación de la construcción.

Para aumentar la productividad, articulando a diversos actores y considerando también a los usuarios de las edificaciones, Construye2025 se ha guiado por una serie de lineamientos que apuntan a transformar al sector construcción.

Desde su creación en 2016, año en que se fijaron los objetivos y focos de acción para un período de 10 años, el programa impulsado por Corfo cuenta con una hoja de ruta clara y certera. Hace pocos días se presentó un nuevo documento actualizado tras un trabajo colaborativo, que incorporó diversas visiones de diferentes actores de la industria sobre brechas y oportunidades que se presentan en la construcción.

“Hay una tremenda oportunidad en sostenibilidad ambiental. Nuestra industria es la que más materiales, más residuos y más emisiones de gases de efecto invernadero genera. Con eso en mente, en 2015, Corfo impulsó el programa estratégico Construye2025, que articula las diferentes hélices (de innovación) existentes. En este tiempo, se han producido avances y transformaciones, entre ellas, el nacimiento de dos centros tecnológicos: CTeC y Cypics”, afirmó el presidente de Construye2025, Pablo Ivelic.

Además, el líder del programa destacó iniciativas como el Consejo de Construcción IndustrializadaPlanbimDOM en Línea y la Estrategia de Economía Circular en Construcción. “Se elaboró una nueva hoja de ruta porque el mundo ha cambiado y Chile también. Este trabajo de revisión se hizo convocando a todos, con muchos talleres; fue bien participativo y dio fruto a una mirada colectiva para 2025. Estamos convencidos de que con esto vamos a transformar a nuestra industria desde la productividad y la sustentabilidad”, añadió Ivelic.

Más coordinación, más oportunidades

De esta manera, manteniendo el trabajo conjunto de todos los actores del rubro, Construye2025 irá acelerando la transformación que demanda un contexto de cambio climático. “Aunque la industria de la construcción no es muy atomizada, tiene desafíos que son difíciles de resolver. Era necesario tener una hoja de ruta clara en torno a la circularidad. Asimismo, mostrar que la sustentabilidad no solo es un costo por asumir, sino que una oportunidad. Es muy importante que la coordinación sea público-privada, porque hay ciertas capacidades que sin estas instancias de coordinación no se explotan”, añadió el gerente de Capacidades Tecnológicas de Corfo, Fernando Hentzschel.

En tanto, el gerente de Construye2025, Marcos Brito, presentó los diversos ejes que cruzan la hoja de ruta, donde la innovación y el capital humano se configuran como ejes transversales de las diversas acciones. Además, recordó los objetivos y valores del programa, los aprendizajes y los próximos retos.

“Queremos ser un referente para la industria nacional y también a nivel latinoamericano, porque hemos hecho nexos y ha sido positivo ver que otros países nos quieran seguir el paso. Además, tenemos un propósito que nos llama a trabajar juntos, acelerando esta transformación para ser un país más productivo y sustentable”, afirmó Marcos Brito.

Durante, el proceso de actualización de la “Hoja de Ruta 2022-2025” se hicieron entrevistas a muchos de los profesionales involucrados en la gobernanza del programa, se elaboró una matriz que identificó más de 150 brechas; y se estructuró el trabajo futuro en cinco ejes: industrialización, sustentabilidad, transformación digital, capital humano e innovación.

Descarga el documento aquí

MOP, Energía, Desarrollo Social y CES: avances en edificación sustentable en Magallanes

En la oportunidad, se destacaron las alianzas público-privadas que han permitido avanzar en mecanismos de fiscalización y certificación para gestionar diseño, construcción y operación de edificios con características sustentables. 

Una productiva reunión de trabajo sostuvieron en Punta Arenas la Seremi del Ministerio de Obras Públicas (MOP) de Magallanes, Dahián Oyarzún, el director regional de la DA-MOP, Jorge Cortés, junto a representantes de los ministerios de Energía y Desarrollo Social, el jefe Certificación Edificio Sustentable (CES), Hernán Madrid y la arquitecta jefa del Departamento de Construcción Sustentable de la Dirección Nacional de Arquitectura del MOP y vicepresidenta de CES, Margarita Cordaro.

En el encuentro, los especialistas conversaron sobre la sustentabilidad en la edificación pública, relevando las alianzas público-privadas que han permitido avanzar en mecanismos de fiscalización y certificación para gestionar diseño, construcción y operación de edificios con características sustentables.

Equipo DA-MOP junto con Margarita Cordaro y Hernán Madrid.

Luego de visitar dos edificios públicos -que cuentan con certificación CES-ejecutados por la Dirección Regional de Arquitectura del MOP, las autoridades constataron los avances de la construcción del gimnasio “18 de Septiembre”, que actualmente cuenta con precertificación y está trabajando para certificarse. “Gestionado por la DA Regional, el proyecto integral corresponde a licitación mediante el sistema de Pago contra Recepción (PCR), el edificio se encuentra en etapa de construcción”, explica Margarita Cordaro.

Con toda la envolvente terminada, el proyecto que presenta del orden de 75% de avance, albergará una cancha, graderías y espacios laterales para actividades de entrenamiento y apoyo al deporte. “Este es el segundo edificio con certificación que materializa la constructora Bravo Izquierdo. Al enfrentarse a este edificio, y como parte del aprendizaje del proceso anterior, pusieron énfasis en la documentación oportuna de los materiales y/o partidas relevantes para la certificación, de modo de contar de manera fluida con toda la información de seguimiento del proceso constructivo y no requerir ensayos adicionales. Se esfuerzan para tener toda la información disponible de manera clara para la entidad evaluadora, esto por supuesto requiere de un orden y gestión de información avanzado, lo que realizan con un sistema computacional específico que implementaron. De acuerdo a lo que nos comentaron, al comienzo representa un esfuerzo adicional pero con el paso del tiempo esta metodología de trabajo se integra al proceso normal y permite el acceso a información fácilmente”, comenta el jefe de CES, Hernán Madrid.

En opinión del ingeniero, el equipo de la Dirección de Arquitectura de Magallanes y los profesionales de la seremi de Obras Públicas han logrado conformar un equipo bien afiatado, y muestran experiencia trabajando en certificación CES. “Sus preguntas tuvieron que ver más bien con los procesos y la coincidencia o no de sus hitos y plazos propios de los contratos, así como detalles específicos de algunos requerimientos. Pero el macro de lo que involucra CES ya lo tienen plenamente incorporado en sus actividades”, detalla.

La sustentabilidad, que parte con la exigencia de la incorporación de estándares por la Dirección de Arquitectura del MOP en las licitaciones de diseño y obra, son medidos, evaluados y certificados por el sistema CES. “Su evaluación en terreno, nos permitió desarrollar un trabajo colaborativo, siendo notables los aportes que realizan los usuarios, su compromiso técnico y operacional y, en este caso, la gran participación de los profesionales de la Dirección de Arquitectura y de la empresa contratista”, señala Margarita Cordaro.

En tanto, Hernán Madrid, destaca que las visitas a regiones han permitido constatar el conocimiento cada vez más detallado respecto a los atributos que son relevantes para CES. “Nos alegra enormemente que la certificación haya ido permeando en los mandantes y las constructoras. Eso es súper positivo. La Dirección de Arquitectura del MOP, en términos de proceso, trabaja de maenra similar a una inmobiliaria, ya que recibe la solicitud, la desarrolla, la ejecuta y entrega al mandante, por lo tanto la operación no depende de ellos. Sin embargo, transmiten la conveniencia de que el edificio cuente, posteriormente, con el sello CES Operación para que se mantenga el nivel de sustentabilidad que se certificó”, acota.

  En este contexto, el diálogo con representantes de los ministerios de Energía y de Desarrollo Social se generaron espacios para que los presupuestos asociados a operación de edificios, con énfasis en todo lo relacionado con el consumo de energía y agua, puedan ser orientados considerando el sello plus operación de CES.

Rol de las mujeres en ingeniería y sustentabilidad

Por María Luisa del Campo Hitschfeld, académica en Ingeniería Civil en Obras Civiles, directora del Centro Tecnológico Kipus de la Universidad de Talca

Poco a poco va dejando de ser poco frecuente encontrar a mujeres que desempeñen un rol en las áreas de ingeniería. Seguimos siendo minoría, pero no se puede desconocer que se ha avanzado en ello. Como ocurre en muchos ámbitos, cuando nos enfrentamos a ambientes donde históricamente han sido o son ocupados mayoritariamente por hombres, solemos evitarlos por temor a enfrentar las dificultades que se podrían desprender de ello. Los prejuicios, tanto desde las mujeres hacia los hombres, y al revés, son elementos que dificultan el poder efectivamente dejar de lado el tema género, y centrarnos en el adecuado despliegue del potencial que hay en las personas. Sin embargo, en mi experiencia, son pocas las ocasiones en las que he notado que se ha hecho alguna diferencia por ser mujer, confirmando así que el tema género puede afectar solo inicialmente, pero no prevalecer.

Diversos estudios han constatado que existen prejuicios relacionados a la mayor dificultad que las carreras STEM, tienen para las mujeres. Lamentablemente, esto se traduce luego en la no elección de una carrera de ingeniería, por la mayor dificultad que esta pudiese tener durante los años de formación académica, hasta la complejidad que en el ejercicio de la profesión luego pueda tener. Estos prejuicios han cobrado tanta relevancia que se han asumido como verdad, con lo cual se va restringiendo y descartando muy tempranamente en las mujeres la opción y posterior desarrollo en las áreas de ingeniería.

Hoy en día, las mujeres tenemos cada vez más oportunidades para desarrollarnos en lo que queramos, y en lo que veamos que podemos ser un aporte. Tener o no las competencias para desarrollar la profesión, claramente no es un asunto de género, sino de esfuerzo, preparación, tenacidad y responsabilidad. Los distintos géneros no tienen diferencias en el desempeño de la parte técnica de la ingeniería, pero sí se pueden encontrar ciertas diferencias en las competencias sociales, de comunicación, y en la sensibilidad con la que se aborda la solución de un problema, lo que sin duda enriquece al equipo de trabajo y al proyecto.

Quienes trabajamos en el área de sustentabilidad, sabemos que debemos dialogar con todas las especialidades para lograr que el producto final sea el óptimo. Si lo comparamos a tocar el piano, debemos lograr que todas las teclas suenen en la intensidad y tiempo asignado para que el resultado sea armonioso. Para lograr esta armonía, se debe llegar a acuerdos, poniéndose en el lugar del otro, y creo que en esto las mujeres tenemos innatamente una mayor facilidad. Estas habilidades son aún más necesarias en los proyectos sustentables. Las diversas variables que deben equilibrarse, el ajuste de los distintos proyectos para lograr un mayor grado de confort ambiental, y ahorro energético y de recursos, entre otros, solo pueden potenciarse en la medida que técnicamente se evalúe, pero también se transmita e implemente en cada especialidad.

Hay consenso en que debemos fomentar la incorporación de más mujeres a las áreas de ingeniería y sustentabilidad. Estamos perdiendo capacidades y oportunidades si no generamos los medios para que desde temprana edad se derriben las barreras de los prejuicios, y luego se entreguen los mecanismos para poder ejercer adecuadamente la profesión. En este último punto, como industria y sociedad, tenemos que resolver temas pendientes si se quiere aumentar el número y participación de mujeres en ingeniería. Entre ellos: promover a temprana edad el interés por las áreas STEM, fomentar el ingreso de mujeres a carreras de ingeniería y sustentabilidad, dar espacios para que más mujeres puedan ocupar altos cargos, y avanzar en mayor flexibilidad para compatibilizar trabajo y familia. Cuando logremos dar este paso, habremos avanzado hacia el real desarrollo sostenible.

Biblioteca Gabriela Mistral: cómo funciona el 1º edificio certificado CES de La Serena

No solo confort térmico, visual y acústico ofrece el edificio sustentable que está cerca del mar en la región de Coquimbo, pues se ha incorporado una serie de medidas que transmiten el valor de la economía circular.

Ahorro de agua potable, gracias a sus artefactos eficientes y reutilización de aguas grises; optimización solar gracias a sus grandes vidrieras; y reciclaje, impulsado por una serie de capacitaciones para el manejo de residuos, destacan en la Biblioteca Regional Gabriela Mistral, el primer edificio de uso público con Certificación CES de la región de Coquimbo.

Esta emblemática obra -que cuenta con una superficie útil mayor a 1.000 m2- tomó como base de información y metodología el documento “Términos de Referencia Estandarizados con Parámetros de Eficiencia Energética y Confort Ambiental, para Licitaciones de Diseño y Obra de la Dirección de Arquitectura, Según Zonas Geográficas del País y Según Tipología de Edificios” (TDRe) de la Dirección de Arquitectura del Ministerio de Obras Públicas (MOP).

El mandante se preocupó de variables tan diversas como el confort térmico pasivo, el confort visual pasivo, la calidad del aire pasivo, el confort acústico, la demanda de energía, la hermeticidad de la envolvente, los sistemas de agua potable y el manejo de residuos durante la construcción, un trabajo que hoy exhibe maduros frutos.

Debido a las templadas temperaturas promedio de La Serena y a sus oficinas y amplios salones, el proyecto requería contar con bajas ganancias internas producto de los usuarios, iluminación y equipos. Para potenciar las ganancias pasivas y control solar, la fachada norte presenta un screen panel con un 50% de perforación -en promedio- que se gradúa en base al requerimiento de iluminación natural interior. Además, cuenta con un alero que une la cubierta con la fachada metálica, para controlar el ingreso solar durante los meses calurosos.

En tanto, la fachada oriente presenta una baja ganancia térmica solar. Además, cuenta con una doble piel metálica perforada que controla este efecto. Junto con ello, se incorporaron rollers interiores que controlan el deslumbramiento de las tempranas horas de la mañana.

En la fachada poniente, la pantalla metálica vertical presenta un bajo porcentaje de perforación (20%), con el fin de controlar el ingreso de radiación solar durante las horas de la tarde. Junto con esto, se evita el deslumbramiento que se ocasiona producto de la excesiva radiación solar. Asimismo, frente a la cafetería del primer nivel se plantaron árboles de hoja caduca que controlan el sobrecalentamiento en verano.

En tanto, la fachada sur vidriada ofrece una pantalla muy transparente para aprovechar lo más posible la iluminación natural. Para eso, se consideró un porcentaje de apertura superior al 80% de la pantalla screen panel. Además, esta última se separa 4 metros del muro para aumentar la ganancia lumínica. Los ventanales, por su parte, consideran el control del ruido y también la minimización de las pérdidas térmicas del interior.

Manejo del agua y los residuos

Otro punto por destacar es el ahorro de agua potable de la biblioteca, para lo cual se incorporaron artefactos eficientes en el uso del recurso agua, comparando los valores de caudales y consumos de artefactos. “Tenemos manejo de aguas grises, todas las plantas se riegan con ellas; tenemos paneles fotovoltaicos; optimización de luz solar y mejor control de temperatura interna”, explica la directora interina de la Biblioteca Regional Gabriela Mistral, Paloma Soto.

En el edificio, el reciclaje juega hoy un rol fundamental. Por eso, gran parte del proceso para su desarrollo ha sido acompañado por la Fundación Huancara y el Ministerio del Medioambiente. “Nos capacitaron tanto al equipo como a la empresa de equipo de aseo externa para hacer la separación de residuos. Tenemos reciclaje de botellas PET, latas, papel y cartón. Reciclamos una tonelada y media de insumos el año pasado”, comenta Paloma Soto, quien cuenta que cada piso de la biblioteca dispuso contenedores para estos fines. 

Además de la certificación CES, en el recinto existe una huerta comunitaria que se ha ido ampliando poco a poco. “Queremos también reciclar los residuos orgánicos y siguiendo con el espíritu de Gabriela Mistral, hacemos talleres enfocados en aprender tocando la tierra, para que las personas conozcan las plantas. En la huerta hay poemas de la poetisa. No sólo nos preocupamos del fomento lector que es el corazón de toda la biblioteca, sino también de la educación, nos preocupamos de la sustentabilidad y de la innovación”, explica la directora interina de la biblioteca.

En la huerta inspirada en la Premio Nobel de Literatura existen muchas hierbas medicinales: ruda, albahaca, hierba buena, acelga, tomates, lechugas, acelga y frutillas. “Hemos aprendido los ciclos, cada cuanto se cosecha. Muchas de las lechugas nacieron de semillas que sacamos de lechugas anteriores, hemos aprendido a semillar. No solo queremos trabajar hacia fuera sino también hacia dentro para que el equipo viva la certificación que tenemos”, señala.

Gracias a la mesa de educación para la sustentabilidad creada para impulsar acciones en esa línea, junto al CEAZA, se desarrolló un kit de observación de aves. Además, como la biblioteca se ubica al lado de un humedal existe una bitácora colaborativa, que permite que todos los que piden el kit anoten las aves que observan para que, luego, los investigadores trabajen con ella.

“Queremos que la certificación CES sea más que una placa pegada fuera de la biblioteca. Esperamos que desde este lugar la gente se vaya con conocimiento sobre el cuidado del medioambiente. Este es un edificio muy bonito y cómodo; luminoso, limpio y transparente; con accesibilidad universal y terrazas; un edificio cálido, que tiene verde y está cerca del mar. Todos los edificios debieran construirse en esta línea. Pero el tema de las aguas grises es vital, no se puede construir un edificio sin esos sistemas, no podemos botar el agua y mucho menos con sequía. A partir de lo público hay que dar el ejemplo a los privados, mostrar que el edificio funciona porque nosotros no tenemos ningún problema en su funcionamiento y no es más caro”, concluye Paloma Soto.