Loreto Wahr: “Hay un desafío en diseño pasivo de los edificios y espacios públicos”

Con un llamado a organismos e instituciones, públicas y privadas, para continuar trabajando en ciudades más sustentables e inclusivas, y disminuyendo los costos operacionales y el impacto negativo en el medioambiente, la directora nacional de Arquitectura, habla del Premio CES 2023 a la Política Pública Destacada y de los desafíos para la construcción sostenible.

En la última ceremonia de los Premios CES, el Comité Directivo decidió integrar una nueva categoría de galardón: Política Pública Destacada, que obtuvo el Ministerio de Obras Públicas, por la incorporación de la certificación voluntaria CES en la gran mayoría de sus licitaciones. En 2023, la Dirección de Arquitectura MOP estuvo a cargo como unidad técnica de cinco de los edificios premiados. En tanto, que en los años anteriores, estuvo en dos en 2019, en cuatro en 2020, 2021 y 2022.

Conversamos con Loreto Wahr Rivas, directora nacional de Arquitectura, quien habló de un sentimiento de mucho orgullo y de reconocimiento para la labor que durante varios años los equipos de profesionales han desarrollado en la Dirección de Arquitectura del MOP. 

“Este premio es bien relevante para nosotros, tanto a nivel nacional como regional, porque consolida el impulso que le hemos dado a esta política pública desde la Dirección de Arquitectura. Releva una trayectoria del equipo que permanentemente busca mover la frontera y mejorar los estándares de la construcción, asociado a la incorporación de criterios de sostenibilidad en lo que hacemos. Tenemos una identidad asociada a esta materia que es transversal, porque cruza todo nuestro quehacer”, sostuvo. 

Y en ese sentido, cree que “este esfuerzo de los equipos hoy está dando importantes resultados y que tengamos cinco de seis premios de edificios que cuentan con la Certificación Edificio Sustentable (CES), de alguna manera, dan cuenta de ese esfuerzo”.

Francis Pfenniger, director CES; Boris Olguín, director general de Obras Públicas, y Loreto Wahr, directora nacional de Arquitectura.

¿Cuál es la importancia que le dan a la sustentabilidad, más allá de las certificaciones?

Sin duda, que los proyectos que ejecutamos busquen ser una contribución significativa a la adaptación del cambio climático. La sustentabilidad se ha transformado en un sello de las obras que hacemos, sumando un nuevo valor en ese sentido. Eso nos permite poner énfasis en el proceso de diseño, de revisión y de trabajo con los distintos actores, que se expresa también en las certificaciones de nuestros proyectos. Actualmente, de lo ejecutado por la Dirección de Arquitectura, llevamos más de 75 edificios que cuentan con la Certificación Edificio Sustentable (CES) y más de 186 diseños que están pre-certificados, lo cual es reflejo de un esfuerzo mancomunado de distintos actores para desarrollar una mejor arquitectura pública a lo largo de todo el país.

Luego de haber consolidado la certificación en sustentabilidad de proyectos premiados en todo Chile, ¿cuáles son los siguientes objetivos de la cartera en materia de construcción sustentable?

Sin duda, la construcción sustentable impone desafíos en el uso de los edificios y en la forma en que miramos nuestro rol como unidad técnica del Estado, con una comprensión de nuestro quehacer, enfocada en servicios de infraestructura, debiendo estrechar el trabajo con nuestros mandantes. Los desafíos en esta materia son para los múltiples actores del ciclo de la construcción. Por una parte, para arquitectos e ingenieros, quienes deben estar a la vanguardia en materia energética y tecnológica, no sólo viendo la materialidad desde su belleza, sino que preocupándose mucho por su performance. Por ejemplo, al incorporar la transparencia en los edificios públicos, lo que favorece el ingreso de luz natural en las dependencias y contribuye a contar con espacios más seguros, frente a las adversidades del cambio climático puede no ser la materialidad más adecuada cuando el emplazamiento es en zonas con climas muy extremos y cambiantes. Mientras que, para el Estado, es fundamental tener presente el marco regulatorio y la necesaria capacidad de adaptación, en las distintas fases de desarrollo de las iniciativas, que permitan recoger las nuevas demandas asociadas a cambios tecnológicos.

¿Hay cambios en referencia a la parte de gestión de residuos dentro de los proyectos nuevos?

Sin duda, debemos tener presente la triada reducir, reutilizar y reciclar. Para reducir, existe la posibilidad de hacer un uso más eficiente de los recursos si utilizamos una mayor cantidad de mecanismos de sistemas prefabricados, lo cual disminuye la generación de residuos y contribuye directamente en acelerar los procesos constructivos. Asimismo, es factible reducir los viajes y aprovechar la mano de obra local, lo cual impacta directamente en la disminución de la huella de carbono y reactivamos la economía local. Por otra parte, para reciclar hay un tremendo campo a explorar, pensando en transformar todo lo que desechamos en nuevos insumos y materiales. Mientras que, si hablamos de reutilizar, esto impone un desafío aún mayor de coordinación con otros actores del rubro de la construcción, instituciones, empresas, proveedores y unidades ejecutoras, para hacer viable la reutilización de recursos renovables y no renovables, como, por ejemplo, la reutilización de las aguas grises para regadío. 

Desde su impulso a la sustentabilidad y la certificación, ¿cómo ven que el mundo privado ha respondido a la construcción sustentable?

Lo que mejor ha respondido es la industria de materiales con los sistemas prefabricados, el reciclaje y desarrollo de materiales de construcción a partir de desechos, además de la incorporación de tecnologías que favorecen la eficiencia energética. Sin embargo, hay un desafío en materias de diseño pasivo de los edificios y espacios públicos, que respondan con su arquitectura a distintos factores del clima como la lluvia, el calor, viento o frío. A su vez, se deben reconocer mejor las condiciones basales de los entornos, transformándolas en variables claves para las propuestas de proyecto, para que todos los actores de este sistema y la industria actuemos con un propósito común hacia los servicios de infraestructura, entendiendo como estos funcionan, los recursos que consumen y las características de las personas que los utilizan, sean estos aspectos culturales, sociales e identitarios, en busca de una mayor pertenencia.

¿Qué llamado puede hacer al mundo privado para sumarse a la sustentabilidad?

Más que un llamado, quisiera hacer una invitación a todos los organismos e instituciones, públicas y privadas, para continuar trabajando en conjunto para construir ciudades más sustentables e inclusivas, alentando las buenas prácticas en materia sostenible, teniendo presente todas las mejoras que sea posible concretar para disminuir tanto los costos operacionales como el impacto negativo en el medioambiente.

Las ventajas de estudiar y trabajar en edificios educacionales con certificación CES

Cinco escuelas y un liceo se han adjudicado el Premio CES. Sus condiciones de ventilación han sido especialmente valoradas durante la pandemia, al igual que la optimización del consumo energético alcanzado por sus asesores.

 En Purén, la “Escuela Básica de Huitranlebu” logró el primer lugar en la categoría Edificio Precertificado en 2021. Su envolvente térmica continua mejoró la hermeticidad en el edificio, generando una temperatura muy confortable al interior.

 Además, el apoyo con paneles solares para la generación de agua caliente contribuyó a que el proyecto lograra la precertificación CES con 81,5 puntos, es decir, con una “Certificación Sobresaliente”.

“Debido al cambio climático, tal como lo han reconocido la ONU y la OCDE se busca que los edificios escolares sean sustentables, porque además juegan un rol demostrativo, se promueve la conciencia ecológica”, sostiene Esteban Montenegro, jefe del Departamento de Infraestructura y Equipamiento Educacional de la Dirección de Educación Pública (DEP) del Ministerio de Educación.

En 2020, el Liceo B-15 Jorge Letelier también fue reconocido por alcanzar 79,5 puntos en su precertificación. Algunas de las características de sustentabilidad que destacaron en el proyecto fueron las reducciones de 43% en demanda de energía, de 57% en consumo y de 13% en horas de disconfort. Además, el proyecto logró un 56% de ahorro en el consumo de agua.

“La renovación de aire es clave en estos edificios. Los edificios certificados, sobre todo en la zona sur, están dotados de sistemas mecánicos de ventilación. Eso ha permitido que tengamos mejores condiciones”, comenta el arquitecto, quien estima que una concentración de CO2 de hasta 700 PPM es la ideal.

En 2019, la Escuela Rural Rucapangue, proyecto mandatado por la Municipalidad de Cholchol, recibió el Premio CES, al lograr 76,5 puntos en su precertificación. En el edificio se alcanzó una reducción de 20% en la demanda de energía, una disminución de 19% de las horas de disconfort y un ahorro de 41% en el consumo de agua.

En la ceremonia de los Premios CES 2020, la Escuela Rural Cantino de Vilcún, en la región de La Araucanía, fue reconocida no solo por su puntaje, sino también por ser el único edificio público rural, que beneficia principalmente a familias de origen mapuche. Debido a ello, la oficina de arquitectura Taller Vida Maestra tuvo en cuenta la cosmovisión al diseñar la infraestructura en la cual destaca el uso de madera y su, por cierto, su alto confort ambiental.

Infraestructura para motivar

“Estamos impulsando la mejora en las condiciones de confort y pidiendo asegurar estándares adecuados en calidad del aire, visual y acústica, porque la evidencia internacional demuestra que esas condiciones impactan en el desempeño y la motivación de niños y profesores”, afirma Esteban Montenegro.

El año pasado, el segundo lugar en la categoría Certificado del Premio CES, se lo adjudicó la Escuela Los Troncos de Teodoro Schmidt en la región de La Araucanía, cuya envolvente y diseño pasivo fueron aplaudidos por generar condiciones óptimas para el aprendizaje.

Asimismo, la Escuela Manzanar de Lumaco, obtuvo el tercer lugar del galardón que entrega CES, en la categoría Precertificación. Su edificio en forma de L, orientado al norte brilló por su buena iluminación natural y solar. Además, destacó por su sistema de caldera de biomasa, como sistema de calefacción para los días más fríos.

Premiarán a los edificios más sustentables de Chile

Certificación Edificio Sustentable entregará el Premio CES, que reconoce los edificios con mayores puntajes dentro del sistema de certificación, en las categorías Edificio Certificado y Proyecto Precertificado. Además, reconocerá al “Profesional Destacado” del año.

Por segundo año consecutivo, Certificación Edificio Sustentable (CES) revelará qué edificios han obtenido los mejores puntajes del sistema nacional de certificación sustentable, el próximo 9 de septiembre, a las 17:00 horas, en la ceremonia virtual de los Premios CES 2020. 

Los ganadores se sumarán a los premiados en 2019. En dicha versión, el primer lugar en la categoría Certificado se lo adjudicó el Centro de Día del Adulto Mayor de Punta Arenas; mientras que el Edificio de Bomberos de Cunco y el Centro Elige Vivir Sano de Caldera se quedaron con el segundo y tercer lugar, respectivamente. La primera versión del certamen demostró que el modelo de CES es aplicable en las distintas zonas climáticas de Chile y en todo tipo de edificaciones de uso público.

“Cuando decidimos crear los premios CES, pensamos que era una manera concreta de difundir los beneficios de certificar los edificios de uso público, para aumentar aún más la cantidad de edificios, tanto en el desarrollo de edificación del Estado como en el inmobiliario privado”, señala Ricardo Fernández, presidente del Comité Directivo de CES.

Esta instancia de reconocimiento abierta a aquellas obras que alcanzan los mayores puntajes en el proceso de certificación, permite conocer e interactuar con mandantes, asesores, consultores, arquitectos, constructores y especialistas que vivieron el proceso. Todos ellos manejan los costos reales de cada etapa del proyecto, la estimación de los beneficios y, además, pueden medir y verificar con los resultados obtenidos.

Premio al diseño y la trayectoria

En 2019, en la categoría Edificio Precertificado fueron reconocidos los diseños de la Escuela Básica Huitranlebu de Purén (primer lugar); del Liceo B-15 Jorge Teillier de Lautaro (segundo lugar); y de la Escuela Rural Rucapangue de Cholchol (tercer lugar). En tanto, el reconocimiento Profesional Destacado recayó en el arquitecto Norman Goijberg.

“Certificar significa verificar por un tercero, que actúa en forma independiente, para que valore la calidad del diseño, las especificaciones consideradas en el proyecto y la ejecución de la construcción. Sabemos que un buen edificio tiene un confort interior superior, ambientes más sanos, aumento de productividad (mayor aprendizaje en escuela, menores tiempos de recuperación en establecimientos de salud, productividad laboral, etc.) y disminución de costos operacionales”, asegura Fernández. 

En base a los datos proporcionados por los responsables de los proyectos certificados a la fecha, es posible decir que un edificio con Certificación CES gasta mucho menos de la mitad de la energía que consume uno tradicional; que el costo del proceso para lograr la certificación es inferior al 0,5% del costo de la obra (sin considerar terreno); y que el menor costo operacional paga esta inversión rápidamente.

A la fecha, CES cuenta con alrededor de 350 proyectos, de los cuales 51 están certificados, mientras que el resto se encuentra en alguna etapa del proceso de certificación.

Para participar de la ceremonia “Premio CES 2020”, inscríbete aquí: https://bit.ly/31KTzIn