Retén de Carabineros en Aysén: eficiencia y sustentabilidad en zonas extremas

Con uno de los puntajes más altos obtenidos en la etapa de precertificación CES, este proyecto tuvo que enfrentar muy baja radiación solar y temperaturas extremas que pueden alcanzar -10°C a -15°C. Su asesora nos cuenta cómo lo lograron.

En junio de este año, la Reposición Retén de Carabineros Río Tranquilo se precertificó con uno de los puntajes más altos obtenidos en esta categoría en CES, con 81 puntos.

En opinión de la asesora CES y arquitecta de Nórdica, Cecilia Palarino, el buen puntaje logrado demuestra que un edificio en una zona extrema también puede lograr eficiencia y ser confortable. “Pero, independiente del puntaje, nuestro objetivo es pensar en la sustentabilidad de los edificios adaptados al contexto climático y anticipar los problemas que pueden derivar de las condiciones ambientales”, señala.

En el caso de Río Tranquilo, “buscamos mejorar el confort ambiental interior y la eficiencia del edificio, asumiendo las limitaciones de ciertas estrategias, como fue el uso de ERNC. En definitiva, son las estrategias mencionadas y los esfuerzos del equipo de desarrollo las que van configurando el puntaje de la Certificación CES”, asegura la profesional.

De esta manera, lograron un diseño que persigue otorgar una mejor atención a la comunidad para sus requerimientos de seguridad y de situaciones de emergencia que pudieran ocurrir en la localidad y sus alrededores. Así también, se busca que quienes trabajen y pernoctan en las instalaciones, posean mayores y mejores espacios acordes a su funcionalidad. 

“El diseño de este tipo de infraestructura busca, además, responder adecuadamente al entorno urbano en el cual se insertan, impactando positivamente en el espacio público inmediato y el entorno urbano adyacente”, explica Palarino.

Para la oficina CC+RR, a cargo del diseño arquitectónico, es fundamental el potenciar la arquitectura con la relación entre la ciudadanía y las instituciones públicas. Por ello, el edificio se desplaza hacia el centro del terreno para generar una plaza pública de acceso y estar, entregando un nuevo espacio a la comunidad. “Se buscó potenciar el carácter público y de servicio de éste”, comenta José Riesco, director, coordinador de proyectos en CC+RR y arquitecto ganador del Premio CES 2022 por el Hospital de Curicó. En ese sentido, “se opta por la eliminación de rejas al exterior del edificio para dar continuidad desde la calle y dar acogida al usuario. En los cerramientos interiores del terreno se optó por la creación de cercos verdes, construidos a través del paisajismo con especies locales, con la idea de potenciar el carácter natural que existe actualmente en el entorno”, añade.

Aspectos climáticos

Sin embargo, el proyecto se enfrentó a una gran complejidad: el clima de la localidad, caracterizado por una muy baja radiación solar y temperaturas extremas que pueden alcanzar -10°C a -15°C. 

Cecilia Palarino comenta que “en el diseño del proyecto, en primera instancia se atendieron aspectos bioclimáticos que permitieran minimizar las pérdidas térmicas, aprovechar al máximo la radiación solar y reducir la demanda de energía”. 

¿Cómo lo solucionaron? A través de la implementación de una envolvente térmica de alto desempeño, amplias aberturas al norte para obtener las ganancias solares y reducir vanos al sur, para evitar la pérdida de energía. Pero, “debido a las dificultades climáticas, los sistemas activos jugaron un rol muy importante para asegurar el confort térmico, visual y la calidad del aire, considerando en todo momento la eficiencia de los equipos”, especifica la profesional.

En ese sentido, la arquitecta cree que la certificación es “una gran guía de navegación que no solo mide lo que buscamos dentro de un proyecto, sino que también orienta a todas las especialidades a seguir una línea de trabajo, cuantificando los esfuerzos conjuntos para lograr un proyecto sobresaliente como fue el Retén de Carabineros de Río Tranquilo”.

Por su parte, José Riesco considera que la principal relevancia de esta certificación “es el compromiso que asume el Estado de Chile con el planeta a largo plazo de hacer edificios más sostenibles y bajar el consumo energético. En esa línea, es importante que desde el Estado sean conscientes que esto implica mayores costos en la etapa de diseño y construcción, los que deben ser incorporados cada vez con más fuerza en los presupuestos, permitiendo disminuir los costos de operación del edificio en la etapa de funcionamiento”.

Y agrega: “En CC+RR estamos dándole mucha importancia a incorporar en el diseño la sustentabilidad, por lo que creemos es un gran aporte que se esté aplicando la certificación CES”.

Junto con su puntaje de 81 puntos, se alcanzó un 63,1% de reducción de agua, así como los máximos puntajes en los requerimientos de confort térmico pasivo (con un 23% de la reducción de las horas de disconfort térmico); en la demanda anual de energía en climatización e iluminación (con una reducción de 75.7%); y calidad de aire activo con un 25% de aumento del caudal de ventilación, considerando también el máximo filtraje y monitoreo de CO2. Una reducción en la potencia instalada en iluminación artificial del 36% e iluminación natural, cumpliendo con muy buenos niveles de iluminancia útil en los recintos. 

Las ventajas de estudiar y trabajar en edificios educacionales con certificación CES

Cinco escuelas y un liceo se han adjudicado el Premio CES. Sus condiciones de ventilación han sido especialmente valoradas durante la pandemia, al igual que la optimización del consumo energético alcanzado por sus asesores.

 En Purén, la “Escuela Básica de Huitranlebu” logró el primer lugar en la categoría Edificio Precertificado en 2021. Su envolvente térmica continua mejoró la hermeticidad en el edificio, generando una temperatura muy confortable al interior.

 Además, el apoyo con paneles solares para la generación de agua caliente contribuyó a que el proyecto lograra la precertificación CES con 81,5 puntos, es decir, con una “Certificación Sobresaliente”.

“Debido al cambio climático, tal como lo han reconocido la ONU y la OCDE se busca que los edificios escolares sean sustentables, porque además juegan un rol demostrativo, se promueve la conciencia ecológica”, sostiene Esteban Montenegro, jefe del Departamento de Infraestructura y Equipamiento Educacional de la Dirección de Educación Pública (DEP) del Ministerio de Educación.

En 2020, el Liceo B-15 Jorge Letelier también fue reconocido por alcanzar 79,5 puntos en su precertificación. Algunas de las características de sustentabilidad que destacaron en el proyecto fueron las reducciones de 43% en demanda de energía, de 57% en consumo y de 13% en horas de disconfort. Además, el proyecto logró un 56% de ahorro en el consumo de agua.

“La renovación de aire es clave en estos edificios. Los edificios certificados, sobre todo en la zona sur, están dotados de sistemas mecánicos de ventilación. Eso ha permitido que tengamos mejores condiciones”, comenta el arquitecto, quien estima que una concentración de CO2 de hasta 700 PPM es la ideal.

En 2019, la Escuela Rural Rucapangue, proyecto mandatado por la Municipalidad de Cholchol, recibió el Premio CES, al lograr 76,5 puntos en su precertificación. En el edificio se alcanzó una reducción de 20% en la demanda de energía, una disminución de 19% de las horas de disconfort y un ahorro de 41% en el consumo de agua.

En la ceremonia de los Premios CES 2020, la Escuela Rural Cantino de Vilcún, en la región de La Araucanía, fue reconocida no solo por su puntaje, sino también por ser el único edificio público rural, que beneficia principalmente a familias de origen mapuche. Debido a ello, la oficina de arquitectura Taller Vida Maestra tuvo en cuenta la cosmovisión al diseñar la infraestructura en la cual destaca el uso de madera y su, por cierto, su alto confort ambiental.

Infraestructura para motivar

“Estamos impulsando la mejora en las condiciones de confort y pidiendo asegurar estándares adecuados en calidad del aire, visual y acústica, porque la evidencia internacional demuestra que esas condiciones impactan en el desempeño y la motivación de niños y profesores”, afirma Esteban Montenegro.

El año pasado, el segundo lugar en la categoría Certificado del Premio CES, se lo adjudicó la Escuela Los Troncos de Teodoro Schmidt en la región de La Araucanía, cuya envolvente y diseño pasivo fueron aplaudidos por generar condiciones óptimas para el aprendizaje.

Asimismo, la Escuela Manzanar de Lumaco, obtuvo el tercer lugar del galardón que entrega CES, en la categoría Precertificación. Su edificio en forma de L, orientado al norte brilló por su buena iluminación natural y solar. Además, destacó por su sistema de caldera de biomasa, como sistema de calefacción para los días más fríos.

MOP, Energía, Desarrollo Social y CES: avances en edificación sustentable en Magallanes

En la oportunidad, se destacaron las alianzas público-privadas que han permitido avanzar en mecanismos de fiscalización y certificación para gestionar diseño, construcción y operación de edificios con características sustentables. 

Una productiva reunión de trabajo sostuvieron en Punta Arenas la Seremi del Ministerio de Obras Públicas (MOP) de Magallanes, Dahián Oyarzún, el director regional de la DA-MOP, Jorge Cortés, junto a representantes de los ministerios de Energía y Desarrollo Social, el jefe Certificación Edificio Sustentable (CES), Hernán Madrid y la arquitecta jefa del Departamento de Construcción Sustentable de la Dirección Nacional de Arquitectura del MOP y vicepresidenta de CES, Margarita Cordaro.

En el encuentro, los especialistas conversaron sobre la sustentabilidad en la edificación pública, relevando las alianzas público-privadas que han permitido avanzar en mecanismos de fiscalización y certificación para gestionar diseño, construcción y operación de edificios con características sustentables.

Equipo DA-MOP junto con Margarita Cordaro y Hernán Madrid.

Luego de visitar dos edificios públicos -que cuentan con certificación CES-ejecutados por la Dirección Regional de Arquitectura del MOP, las autoridades constataron los avances de la construcción del gimnasio “18 de Septiembre”, que actualmente cuenta con precertificación y está trabajando para certificarse. “Gestionado por la DA Regional, el proyecto integral corresponde a licitación mediante el sistema de Pago contra Recepción (PCR), el edificio se encuentra en etapa de construcción”, explica Margarita Cordaro.

Con toda la envolvente terminada, el proyecto que presenta del orden de 75% de avance, albergará una cancha, graderías y espacios laterales para actividades de entrenamiento y apoyo al deporte. “Este es el segundo edificio con certificación que materializa la constructora Bravo Izquierdo. Al enfrentarse a este edificio, y como parte del aprendizaje del proceso anterior, pusieron énfasis en la documentación oportuna de los materiales y/o partidas relevantes para la certificación, de modo de contar de manera fluida con toda la información de seguimiento del proceso constructivo y no requerir ensayos adicionales. Se esfuerzan para tener toda la información disponible de manera clara para la entidad evaluadora, esto por supuesto requiere de un orden y gestión de información avanzado, lo que realizan con un sistema computacional específico que implementaron. De acuerdo a lo que nos comentaron, al comienzo representa un esfuerzo adicional pero con el paso del tiempo esta metodología de trabajo se integra al proceso normal y permite el acceso a información fácilmente”, comenta el jefe de CES, Hernán Madrid.

En opinión del ingeniero, el equipo de la Dirección de Arquitectura de Magallanes y los profesionales de la seremi de Obras Públicas han logrado conformar un equipo bien afiatado, y muestran experiencia trabajando en certificación CES. “Sus preguntas tuvieron que ver más bien con los procesos y la coincidencia o no de sus hitos y plazos propios de los contratos, así como detalles específicos de algunos requerimientos. Pero el macro de lo que involucra CES ya lo tienen plenamente incorporado en sus actividades”, detalla.

La sustentabilidad, que parte con la exigencia de la incorporación de estándares por la Dirección de Arquitectura del MOP en las licitaciones de diseño y obra, son medidos, evaluados y certificados por el sistema CES. “Su evaluación en terreno, nos permitió desarrollar un trabajo colaborativo, siendo notables los aportes que realizan los usuarios, su compromiso técnico y operacional y, en este caso, la gran participación de los profesionales de la Dirección de Arquitectura y de la empresa contratista”, señala Margarita Cordaro.

En tanto, Hernán Madrid, destaca que las visitas a regiones han permitido constatar el conocimiento cada vez más detallado respecto a los atributos que son relevantes para CES. “Nos alegra enormemente que la certificación haya ido permeando en los mandantes y las constructoras. Eso es súper positivo. La Dirección de Arquitectura del MOP, en términos de proceso, trabaja de maenra similar a una inmobiliaria, ya que recibe la solicitud, la desarrolla, la ejecuta y entrega al mandante, por lo tanto la operación no depende de ellos. Sin embargo, transmiten la conveniencia de que el edificio cuente, posteriormente, con el sello CES Operación para que se mantenga el nivel de sustentabilidad que se certificó”, acota.

  En este contexto, el diálogo con representantes de los ministerios de Energía y de Desarrollo Social se generaron espacios para que los presupuestos asociados a operación de edificios, con énfasis en todo lo relacionado con el consumo de energía y agua, puedan ser orientados considerando el sello plus operación de CES.

El proyecto que mejorará el confort de usuarios de los servicios de justicia en Rancagua

Con un diseño arquitectónico estrechamente vinculado a la eficiencia energética, que privilegia la luz natural sin producir sobrecalentamiento en verano, el edificio generará importantes ahorros de energía, tanto en iluminación como en climatización.

Un edificio de más de 8.000 metros cuadrados albergará las oficinas de la Seremi de Justicia y Derechos Humanos, la Dirección Regional de Gendarmería, la Corporación de Asistencia Judicial, el Servicio Registro Civil e Identificación, el Servicio Nacional de Menores y la Defensoría Penal Pública Local, en la Región del Libertador Bernardo O’Higgins. El proyecto -que cuenta con precertificación CES- podría estar inaugurado en 2024.

Ubicado en los terrenos de la antigua cárcel de Rancagua, en O’ Carrol esquina Lastarria, el proyecto busca reducir la demanda y consumo energético, además de hacer más eficiente el uso de agua potable.

El proyecto asesorado por CES María Luisa Del Campo, directora del Centro Tecnológico Kipus de la Universidad de Talca destaca por ocupar un pequeño espacio, optimizado de acuerdo con el programa solicitado por el Ministerio de Obras Públicas. “Fue desafiante en sustentabilidad porque, en pocos metros cuadrados, se diseñaron oficinas mediterráneas gracias a la coordinación temprana entre las diversas especialidades”, explica la ingeniera.

De esta manera, se ajustaron las piezas que lograron configurar una adecuada iluminación natural con una envolvente vidriada que dará el control solar necesario para no generar sobrecalentamiento en una zona de veranos calurosos. “Hubo que mover con pinzas cada elemento, para lograr este edificio sustentable”, afirma María Luisa Del Campo.

El inmueble fiscal -edificado en cinco pisos- contará con dos pisos bajo nivel para estacionamientos y bodegas y albergará a unos 250 funcionarios que atenderán los diferentes servicios del Ministerio de Justicia. “Con lo que más se jugó -desde el punto de vista de la arquitectura- fue con la iluminación natural y el control solar para llegar a un punto de equilibrio. Se orientaron y ajustaron bien los distanciamientos entre las lamas verticales, calculando luz y ganancia solar, lo que era bastante complejo”, detalla la directora del centro Kipus.

Siguiente paso: la certificación

El edificio en construcción -que podría comenzar su proceso de certificación el próximo año- ha debido sortear obstáculos en aspectos materiales, logrando mantener sus niveles de sustentabilidad sin comprometer las variables que se evalúan en CES. “Nos ha estado pasando con los artefactos sanitarios, pues no estaban los que inicialmente se habían proyectado, pero hemos seguido trabajando en conjunto para alcanzar los resultados”, comenta María Luisa Del Campo.

Lo más valorado por Mario Lobo, asesor CES de la entidad evaluadora Ecosustenta, es el control solar con celosías que limitará el ingreso de luz solar en época estival, las ventanas termopanel con envolvente térmica, los sistemas de bombas de calor y la calidad de los materiales que permitieron llegar a los 43 puntos necesarios para obtener la precertificación.

Cifras clave

40,8% de reducción de consumo de agua potable

21,7% de reducción de consumos de energía

22,4% de reducción de demanda de energía

El camino a la precertificación del edificio consistorial de Río Ibáñez

En la región de Aysén, se diseñó un proyecto que logró combinar iluminación, confort térmico, eficiencia hídrica y otras variables que fueron necesarias para obtener los 56 puntos necesarios para la precertificación CES.

Un total de 1.800 metros cuadrados construidos y más de 2.700 metros cuadrados de paisajismo conforman el edificio consistorial de Río Ibáñez, mandatado por la Dirección de Arquitectura del Ministerio de Obras Públicas en Aysén. El trabajo encomendado a Tirado Arquitectos y Lira Vigneaux Arquitecto, que cuenta con la asesoría CES de la arquitecta María Catalina Yurisic de Habita Verde y la evaluación CES de 88 Limitada obtuvo 56 puntos en su precertificación.

Liderado por el arquitecto Cristóbal Tirado, el diseño se preocupó de que las de eficiencia energética estuvieran alineadas con las condiciones climáticas de la Región de Aysén Carlos Ibañez del Campo, donde el frío exige ciertas particularidades a la arquitectura. “Los proyectos de Cristóbal son vanguardistas. Acá vemos bóvedas y muros inclinados. Es bien desafiante arquitectónicamente. A la vez, el uso de los materiales es más complejo porque hay que rebuscar más para que cumplan con las formas que se quieren desarrollar”, explica la asesora CES, María Catalina Yurisic.

No obstante, la arquitecta destaca la apertura que ha tenido Tirado para escuchar nuevas propuestas, relacionadas con los estándares CES. “Le pedimos que disminuyera la cantidad de zonas vidriadas por el clima extremo, le propusimos artefactos sanitarios para ahorro de agua, sistemas para optimizar la iluminación, etc. Había que disminuir al máximo el gasto energético porque para esta localidad puede ser un problema sobrecargar el sistema”, señala.

Además, según la especialista hubo un proceso de adaptación a las exigencias. “La iluminación natural fue un tema. Hicimos una lucarna en el techo, a lo largo, porque son 2 edificios en primer piso paralelos, un volumen que flota perpendicular sobre estos dos, un gran balcón tipo granero. El gran problema era que la iluminación natural fuera buena en todos los recintos y que la sensación térmica se mantuviera con un buen nivel, sin abrir tantas ventanas para que no se enfriara, pero que al mismo tiempo se mantuviera iluminado”, detalla María Catalina Yurisic.

Luego de este trabajo integrado, el resultado fue satisfactorio para la arquitecta. “He trabajado con múltiples oficinas de arquitectura. Cristóbal Tirado y su oficina estaban muy abiertos a incorporarse e interiorizarse respecto a lo que había que hacer. Les pareció muy interesante valorar y cuantificar la sustentabilidad. Todos los especialistas nos unimos remando hacia el mismo lado para hacer un buen proyecto final”, concluye.

Precertificados: educación e investigación en edificios de alto confort térmico

La Sala Cuna y Jardín Infantil Pinocho, en Temuco; el Centro Limnológico Araucanía; y la Escuela Manzanar de Lumaco, fueron reconocidos por los altos puntajes logrados en sus procesos de precertificación.

Con 75 puntos, la Sala Cuna y el Jardín Infantil Pinocho de Temuco, mandatado por la Junta Nacional de Jardines Infantiles (Junji), logró el primer lugar en la categoría Precertificado. Este espacio -que contó con la asesoría CES de Serrago Consultores- permitirá que sus usuarios realicen sus actividades en espacios de óptima calidad ambiental interior con un alto estándar de luz natural, confort térmico, acústico y calidad del aire.

“Sin las indicaciones de nuestro asesor en eficiencia energética y sin la relación tanto de la arquitectura como del resto de las especialidades no se logra llevar a cabo un proyecto que sea coordinado, que sea eficiente y que cumpla con todos los requisitos del sistema de precertificación CES”, afirma el arquitecto Fabián Morales, de Arquiferreira.

De esta manera, tal como destaca el director regional de Junji, Juan Pablo Orlandini, contar con un espacio certificado a nivel sustentable, permite no solo asegurar que los niños asistan a establecimientos libres de contaminación, sino también experimentar un confort térmico y ambiental óptimo.

  El segundo lugar en Precertificación se lo adjudicó el Centro Limnológico Araucanía de la Dirección General de Aguas, que obtuvo 72 puntos en el proceso de precertificación. “El sitio en que se encontraba el proyecto era complejo, porque se daba en un contexto urbano, pero entre medianeras”, indica Francisco Pizarro de FP Energy.

  En el lugar, se instaló un patio interior con el cual se logró mejor iluminación y radiación solar; hacia el lado sur zonas más de servicio, además de una envolvente térmica que permitió mejorar el rendimiento. “Es un lugar que investigadores en Chile deberían visitar, porque van a poder apreciar en terreno cómo pueden hacer investigación de excelencia en infraestructura de excelencia”, enfatiza el evaluador CES Mauricio Ramírez de 88 Limitada.

El tercer premio CES en la categoría Precertificación, se lo llevó la Escuela Manzanar de Lumaco, un edificio en forma de L que se orientaba al norte con buena iluminación natural y solar, donde se utilizó un sistema de caldera de biomasa, como sistema de calefacción para los días más fríos, según explican Francisco Pizarro e Iván Orellana asesores CES de FP Energy.

Sobre la importancia de trabajar en estos espacios educacionales, Ernestina Bravo de la entidad evaluadora CES, 88 Limitada, es clara: “es emocionante resumir la sustentabilidad y llevarla a estos espacios, en lugares donde los niños aprenden a ser seres sociales”.

Edificio Administración EPSA: el primer edificio sustentable de San Antonio

Precertificado en 2018, con un puntaje para nivel destacado, el recinto administrativo del puerto de San Antonio, ya se prepara para dar su siguiente paso en sustentabilidad: recibir la certificación CES.

Fue hace cerca de tres años cuando la Empresa Portuaria San Antonio (EPSA) optó por ingresar su edificio administrativo al proceso de precertificación de Certificación Edificio Sustentable. “Entre abril y septiembre de 2018, se trabajó en conjunto con el arquitecto Pablo Aguirre y la empresa asesora Pasiva Ltda. para la obtención de la precertificación del proyecto, efectuándose todas las adecuaciones y mejoras tendientes al cumplimiento de hito”, comenta el coordinador de Ingeniería de EPSA, José Aldunate Rivera. 

Con un fuerte énfasis en la optimización del consumo hídrico y energético y una clara preocupación por el manejo de residuos, EPSA ha demostrado la sustentabilidad ambiental de su edificio institucional, con adecuados niveles de calidad ambiental interior, uso eficiente de recursos y baja generación de residuos y emisiones. Luego de un exhaustivo trabajo en estas materias y de la revisión de los requerimientos establecidos en el Manual de Evaluación y Calificación, la empresa obtuvo su precertificación CES el 29 de octubre de 2018, logrando 55,5 puntos, lo que le permitiría optar al nivel de certificación destacada.

“La etapa de Certificación CES definitiva comenzó una vez obtenida la precertificación, también junto a la empresa Pasiva. Esto obligó a cumplir y documentar tanto los requerimientos establecidos para la etapa de construcción, como todas las modificaciones realizadas a la obra durante el proceso constructivo. 

En vista de esto, se trabajó de forma mancomunada entre arquitectura, inspección técnica de obras y Pasiva durante la ejecución de las obras, tanto para velar por el cumplimiento de los requerimientos como para realizar nuevamente los cálculos, incorporando las modificaciones realizadas durante el proceso constructivo buscando, mantener el puntaje logrado en la precertificación”, detalló el coordinador de Ingeniería de EPSA.

Actualmente, la empresa portuaria está en las últimas etapas del proceso de certificación, completando información referente a las modificaciones efectuadas para recibir la Certificación CES durante este año. Esa es, al menos, su próxima meta.

El edificio -que consta de cuatro niveles más un piso zócalo, en una superficie de 3.500 metros cuadrados, aproximadamente- vino a recuperar el espacio público, convirtiéndose en un edificio emblemático para la comunidad de San Antonio.

El imponente edificio de la Facultad de Administración y Economía de la USACH

En el diseño de esta obra destacan su base circular y forma piramidal, sus muros parcialmente acristalados, las terrazas con áreas verdes en cada nivel y una terraza en altura, desde donde se puede observar todo el campus.

En una superficie de más de 13 mil metros cuadrados se emplaza el nuevo edificio de la Facultad de Administración y Economía (FAE) de la Universidad de Santiago de Chile (USACH), en proceso de precertificación CES. El diseño -hecho por Marsino Arquitectos Asociados- contará con doce pisos de 3,40 metros de altura para privilegiar el espacio y la libertad.

Con la asesoría de Efizity, el edificio ha logrado disminuir la ganancia térmica e incorporar un eficiente sistema de protección solar en la fachada. “No es 100% climatizado, solo hay calefacción en las salas y sistema para aire frío con tecnología inverter en las oficinas y estudio”, comenta Carlos Saldaña, asesor CES de Efizity.

La infraestructura consta de 12 pisos y tres subterráneos, salas de clases, auditorio para cerca de 350 personas, salas de estudio, recintos para profesores, cafeterías y casino. Su diseño incorpora espacios para centros de alumnos y una amplia cafetería central para estudiantes y funcionarios que se proyecta a los jardines exteriores.

La arquitectura del edificio invita a aprovechar los espacios, evitando puertas y cierres, para transitar por pasillos que unen los pisos como abriéndose a la conversación entre los usuarios, porque todo confluye en este proyecto único que busca fomentar la participación de los estudiantes, en todo lo que conlleva la vida universitaria.

Menos ganancia

Otro elemento diferenciador de esta mega obra -que sobresale por su belleza en Estación Central- es el uso de acero reciclado y otros materiales de bajas emisiones, según Saldaña. “Se pensó en el confort de los estudiantes, hubo estudios acústicos en salas y auditorios para lograr el mayor confort posible”, detalla el asesor CES.

 En tanto, las celosías verticales y profundas que adornan rítmicamente la fachada evitan la radiación solar directa. “Como las salas tienen harta ganancia térmica el objetivo fue evitar lo más posible las ganancias solares. Las salas, además, se ventilan mediante las ventanas”, afirma Carlos Saldaña.

Cuatro datos clave

Características pasivas: celosías verticales, cristal doble vidriado hermético.
Sistema de climatización: calefacción con calderas de condensación para salas de clases y oficinas; otros programas sistema de VRV Inverter.
Iluminación: se privilegia la iluminación natural de los espacios y se usa tecnología LED para la iluminación artificial.
Materiales: acero reciclado para la estructura y materiales de bajas emisiones para las terminaciones.
Ahorro de agua: el proyecto considera ahorro de agua tanto para el paisajismo, con vegetación de bajo consumo y riego por goteo; como para los artefactos sanitarios que también son de bajo consumo.