EDIFICA, la Feria Internacional de la Construcción, volvió a la presencialidad en su edición 2022, con foco especial en el crecimiento sostenible de la industria, generando espacios para conocer avances tecnológicos y distintas iniciativas que ayudarán a mejorar la productividad de las empresas, la operación de los proyectos, además de contribuir a superar el déficit habitacional.
La inauguración de la exhibición estuvo encabezada por el Presidente de la República, Gabriel Boric; los ministros de Vivienda y Urbanismo y Obras Públicas, Carlos Montes y Juan Carlos García; el presidente de la Cámara Chilena de la Construcción, Antonio Errázuriz; y el gerente general de Fisa, Francisco Sotomayor, entre otras autoridades públicas y privadas.
La feria de la Construcción se realiza entre este 4 y 6 de octubre en el nuevo recinto ferial más grande de Chile, Parque FISA, ubicado en la ruta 68 kilómetro 16, comuna de Pudahuel.
En el marco de la inauguración, el Presidente Boric, reafirmó, en relación a materias de vivienda, el compromiso por cumplir la meta de 260 mil viviendas durante su periodo. “Sabemos que es una meta ambiciosa, pero con la colaboración del sector público y privado, lo vamos a lograr”.
Por lo anterior aseguró que, como Gobierno, se espera “acortar sustancialmente los plazos de entrega hasta en un 30%, y dar mayores certezas a las familias que esperan un espacio propio en donde puedan vivir seguras y dignamente, disfrutar de su intimidad”.
En la instancia, el Presidente Gabriel Boric relevó el trabajo materializado en la recientemente presentada Ley de Presupuesto 2023 y destacó la relevancia que tiene la seguridad como concepto en ella.
En tanto, el presidente de la CChC, Antonio Errázuriz, destacó la disposición del Gobierno “para encontrar respuestas efectivas a los problemas que nos están afectando”, dado que, según señaló, “la industria de la construcción está pasando por momentos complejos”.
En esa línea, valoró la buena disposición del Gobierno para encontrar respuestas en conjunto, que ha quedado reflejada en distintas medidas de los ministerios sectoriales y algunos de los contenidos del plan pro inversión, especialmente la garantía estatal al pie para la vivienda y el aumento de presupuesto para obras de infraestructura pública.
EDIFICA 2022
Durante esta nueva versión, Edifica contará con más de 300 expositores. Junto a esto, se ha dispuesto un espacio al aire libre en el que se realizarán demostraciones constructivas en vivo durante todos los días de la Feria.
El miércoles 5 de octubre, se dará a conocer el Primer Estudio de Caracterización de la Mujer en la Construcción, realizado por la Escuela de Ingeniería de la Universidad de Chile y la Cámara Chilena de la Construcción, a través de la Comisión de Mujeres.
Además, el jueves 6 de octubre el encuentro pondrá foco en la sostenibilidad y el cuidado del ambiente. En ese contexto, será posible conocer cómo se implementan en obras de la construcción modelos de economía circular, a través de la gestión de sus residuos. Parte de esta experiencia, estará reflejada en una exhibición permanente de emprendedores dedicados al manejo de desechos, que han logrado darles nueva vida, creando productos como sillas, mesas, juegos de terraza, entre otros.
Edifica 2022 estará abierto al público hasta el jueves 6 de octubre, desde las 10:00 y las 18:00 horas. La organización de la feria también ha dispuesto de manera gratuita, buses de acercamiento desde la estación intermodal Pajaritos, con recorridos de ida y vuelta, de 8:30 a 18:00 horas.
Representantes del Gobierno, centros de investigación y de las principales empresas del sector construcción reflexionaron sobre los avances y desafíos que enfrenta nuestro país en el congreso “Construyendo Chile”.
La industria de la construcción tiene por delante dos grandes desafíos. El primero es la productividad que, desde hace más de dos décadas, está estancada; el segundo, la sustentabilidad, cada día más urgente en medio de la crisis climática global. Estos retos fueron abordados en profundidad por speakers internacionales y nacionales, entre ellos, el ministro de Obras Públicas, Juan Carlos García; el ministro de Vivienda y Urbanismo, Carlos Montes y el vicepresidente ejecutivo de Corfo, José Miguel Benavente.
Por eso, Construye2025, programa impulsado por Corfo y administrado por el Instituto de la Construcción, está concentrado en tres ejes: industrialización, sustentabilidad y transformación digital, que se han convertido en los motores que -colaborativamente- impulsan la academia, el Estado y la industria para transformar a este importante sector.
“Si la productividad hubiese avanzado como lo han hecho las otras industrias, con la misma cantidad de personas que trabajan en la construcción, podríamos haber agregado US$4.500 millones adicionales al PIB; y si la lleváramos a los niveles de países referentes, podríamos haber sumado US$13.500 al PIB”, comentó el presidente de Construye2025, Pablo Ivelic, al abrir el congreso “Construyendo Chile”.
Durante la jornada, tanto los expositores nacionales como los internacionales abordaron también el desafío de la sustentabilidad. Y es que, tal como comentó Pablo Ivelic, la construcción consume un tercio de las materias primas, genera un tercio de los residuos que se producen en el país y emite un tercio de los gases de efecto invernaderos, a pesar de representar el 8% del PIB.
Sin embargo, desde 2016, Construye2025 ha estado trabajando para transformar a la industria. “Hemos logrado instalar los conceptos de productividad y sustentabilidad, no solo desde el concepto, sino también desde la acción”, afirmó el presidente del programa quien conversó con los ministros de Estado y el vicepresidente ejecutivo de Corfo sobre la infraestructura nacional.
Distribuir los riesgos
Según el ministro de Obras Públicas, Juan Carlos García, una crisis como la que enfrentamos hoy, marcada por la inestabilidad en los precios y el aumento en los costos de los materiales, representa una oportunidad para avanzar más rápido. “Hemos podido dar pasos que no se daban hace bastante tiempo: productividad y sostenibilidad ya no se van a mirar por separado. Deben verse en conjunto, porque avanzamos más rápido cuando trabajamos juntos. La base del problema de la productividad y la sostenibilidad es, desde mi punto de vista, que no se distribuyen los riesgos en los procesos”, dijo.
En este ámbito, el ministro García comentó que el Estado le endosa más riesgos de los prudentes al sector privado; el sector privado los devuelve en precios y otro tipo de solicitudes, pero, finalmente, quien asume esos costos es el territorio.
“Tenemos una variación de precios sin parangón en la historia. Hoy el Estado no puede proyectar. Modificar las licitaciones para que la variación de precios sea parte del proceso de construcción es importante para distribuir riesgos y optimizar los recursos, porque es poco productivo tener una empresa que quiebra en un momento tan sensible”, añadió el titular de Obras Públicas, quien valoró la integración de variables como coordinación sostenibilidad y participación ciudadana.
Viviendas: tarea de todos
Finalmente, el ministro de Vivienda y Urbanismo, Carlos Montes, abordó un punto más político, pero, no menos importante: la construcción de la vida en común. “Todo lo que nos pasa está vinculado a los procesos mundiales. Es muy importante tener presente lo que va a ocurrir en Chile, pues podemos seguir en un escenario de confrontación o avanzar hacia la construcción. Tenemos que preocuparnos simultáneamente de la desigualdad; de fortalecer la democracia; y también del desarrollo sustentable”, afirmó.
En este contexto, nació el Plan de Emergencia Habitacional que buscó darle jerarquía a la crisis de vivienda. “Hay muchas familias viviendo mal, muchos niños que no tienen donde hacer las tareas. Esto no es simplemente estadística, las personas están descontentas con lo que se ha hecho, porque no quieren seguir viviendo en estas condiciones. Hay 1.500 campamentos en el país. La realidad es muy dura”, explicó el ministro Montes.
Enseguida, la autoridad hizo hincapié en la necesidad de organizarse en torno a objetivos comunes. “Esto supone una voluntad política de coordinarse”, dijo. Pero, además, destacó que el déficit de viviendas es un problema del país. “Es cierto que venía antes de la pandemia, luego se agregó la migración. Por eso, hay que diversificar los caminos. Hay distintas realidades y hay que construir respuestas de acuerdo con ellas”, afirmó.
En este sentido, el Estado no solo está empujando la innovación y el desarrollo productivo, sino también atendiendo los nuevos desafíos y demandas. “Hay llamados especiales, tecnológicos, asociados a temas de construcción que consideran digitalización y circularidad, como el programa de transformación productiva del cambio climático”, recordó el vicepresidente ejecutivo de Corfo, José Miguel Benavente, quien recordó que el organismo está impulsando las compras públicas innovadoras y destacó que Construye2025 es uno de los programas “Transforma” más exitosos.
Experiencias internacionales
Brendan Pope, líder de Innovación y Diseño de Fleetwood Australia, fue uno de los expositores invitados al congreso “Construyendo Construcción”. El arquitecto, con más de 15 años de experiencia en construcción modular, ha impulsado fuertemente la conexión entre la industria y la academia, pues es un apasionado por el intercambio del conocimiento y la gestión del cambio. Por eso, creó la competencia estudiantil de arquitectura “Copa Desafío”, que convoca a diversas universidades. Este año el reto que se impuso a los estudiantes fue la carbono neutralidad.
Junto con relatar su experiencia resolviendo problemas junto a los estudiantes, el especialista en construcción modular se refirió a las limitantes comunes entre Chile y Australia, como la falta de mano de obra calificada y también al rol de la industrialización en el desarrollo de infraestructura frente al crecimiento demográfico. “Poder hacer más con menos es una promesa necesaria para el futuro. En los últimos años, la construcción fuera de sitio ha tenido un crecimiento significativo. De hecho, en siete años, Fleetwood ha duplicado sus ganancias”, dijo.
El siguiente invitado internacional fue el coordinador de proyectos, Cátedra UNESCO de Sostenibilidad (UPC), Guillermo Penagos, quien se conectó desde Medellín, para compartir su experiencia sobre el impacto de los fenómenos climáticos en la construcción. “La relación entre criterios de desempeño e impactos ambientales nos puede ayudar con la productividad y la sustentabilidad”, afirmó. Según Penagos, las pequeñas y medianas empresas deben desarrollar modelos de negocios asociados a la circularidad.
Tras su exposición, el especialista colombiano participó en un panel de conversación junto Alejandra Tapia, coordinadora de Sustentabilidad de Construye2025; Paola Valencia, gerente de Sustentabilidad de E3 Ingeniería; y Henrique Benites, investigador de la Universidad de Nueva Gales del Sur, que se sumó desde Brasil para hablar sobre nuevos modelos de negocio, enfocados en la circularidad regenerativa.
Más tarde, expuso Pablo Camarasa de Fran Silvestre Arquitectos, quien se conectó desde Valencia, España, quien comparó los métodos de producción de automóviles con los que se están utilizando en construcción. “Lo que se pretende es que no haya errores, por eso, se usan sistemas de producción en cadena”, señaló.
En total, en Congreso Construyendo Chile reunió a más de 50 expositores nacionales e internacionales, en forma presencial y online, que se enfocaron en hablar sobre los desafíos actuales y futuros de la sostenibilidad, industrialización y transformación digital en la industria de la construcción.
El llamado está dirigido a arquitectos, ingenieros y constructores civiles que cumplan con los requisitos estipulados según la normativa vigente, para que puedan acreditarse como evaluadores y contribuyan en el fomento de construcción de viviendas más eficientes y que entreguen una mejor calidad de vida a las familias.
El llamado estará abierto entre los próximos 19 de julio y 22 de agosto, y los profesionales que deseen acreditarse como evaluadores energéticos podrán hacerlo a través del sitio web www.calificacionenergetica.cl.
Entre el 19 de julio y el 22 de agosto próximos el Ministerio de Vivienda y Urbanismo mantendrá abierta la convocatoria para postular al llamado nacional de profesionales interesados en acreditarse como evaluadores en Calificación Energética de Viviendas (CEV), instrumento impulsado por esta cartera junto al Ministerio de Energía.
El llamado está dirigido a arquitectos, ingenieros y constructores civiles que cumplan con los requisitos definidos por el Minvu. Junto a ello, los interesados deberán completar el formulario de inscripción disponible en la página web www.calificacionenergetica.cl en la sección de “Acreditación de Evaluadores Energéticos”.
El objetivo de este segundo llamado del año es sumar nuevos evaluadores a los 1.148 profesionales externos ya capacitados en el uso de las herramientas de Calificación Energética de Viviendas, lo que ha permitido realizar más de 110 mil evaluaciones desde su entrada en vigencia en 2012.
Al respecto, el ministro de Vivienda y Urbanismo, Carlos Montes, destacó que “una vivienda energéticamente eficiente conlleva un menor gasto energético y eso impacta positivamente en la calidad de vida de las familias. Al contar con la Calificación Energética de Viviendas no solo estamos fomentando la edificación de construcciones más eficientes, sino que también estamos aportando en la introducción de un gran cambio en la forma en que se diseñan y construyen las viviendas en nuestro país. Es un importante paso que hemos logrado como ministerio”.
Asimismo, el secretario de Estado agregó que la Ley de Eficiencia Energética promulgada hace poco tiempo presentó un nuevo escenario para el Minvu, que requiere contar con más evaluadores especializados a nivel nacional que puedan certificar que las viviendas construidas cumplan con la normativa vigente.
Por su parte, el jefe de la División Técnica de Estudio y Fomento Habitacional (Ditec) del Minvu, Ricardo Carvajal, explicó que “la Calificación Energética de Viviendas permite realizar una evaluación objetiva y estandarizada para estimar y clasificar el requerimiento energético de casas y departamentos para lograr una temperatura considerada como apropiada para sus usuarios”.
A su vez, el jefe de la Ditec indicó que “es por esto que la obligatoriedad del etiquetado energético de viviendas a partir de 2023 de acuerdo a la normativa vigente, además de permitir a las personas tener mejor información al momento de arrendar o comprar un inmueble, nos plantea como ministerio fortalecer los procesos de acreditación de los nuevos evaluadores para dar respuesta al alza en la demanda de este tipo de certificaciones que deben contener los proyectos habitacionales desde el próximo año”.
Convocatoria
Los profesionales interesados en participar podrán hacerlo en el sitio web www.calificacionenergetica.cl, lugar donde encontrarán toda la información necesaria para postular en el llamado vigente.
Lasprincipales fechas del segundo proceso de acreditación de 2022 son las siguientes:
Desde el inicio de la Revolución Industrial la humanidad ha estado dominada por un sistema económico absolutamente lineal: producir, consumir y desechar. No es necesario detenerse a explicar el impacto que este modelo ha tenido en nuestro medio ambiente. Son tan graves que según un informe del Panel Intergubernamental sobre el Cambio Climático de la ONU nuestro planeta va a alcanzar el decisivo límite de 1,5 ℃ por encima de la temperatura de la época preindustrial en el año 2030.
Es por eso por lo que urge cambiar la economía lineal por una circular y el desafío es trabajar con una visión de largo plazo que permita generar un modelo que vaya más allá del reciclaje y en el que las empresas y organizaciones de todo tipo y tamaño se hagan cargo adecuadamente de sus residuos, valorizarlos y dándoles una nueva vida o uso.
Todos lo sabemos, pero muchos olvidamos que vivimos en un planeta de recursos finitos y cada día somos más humanos con un modelo de vida que es imposible sustentar, el principal pilar de la economía circular es la regeneración. Sus acciones buscan restaurar el equilibrio que necesita el ecosistema para que nuestra especia pueda prosperar en armonía con la naturaleza.
Ya entrando en materia, en la construcción es habitual la recuperación de los despuntes de acero para reciclarlos y fabricar acero nuevo. Pero no sólo los despuntes de acero son residuos en una obra, también hay madera, hormigón, plásticos y vidrios, entre otros. En el mundo, la construcción es responsable del 35% de los residuos sólidos.
“Actualmente los Residuos de la Construcción y Demolición (RCD), son un gran problema en el mundo, y en Chile generamos mucho más. Por ejemplo, en un país desarrollado la construcción de un edificio habitacional genera 0,14 metros cúbicos (m3) de residuos por cada metro cuadrado (1m2) construido. En cambio, en nuestro país, para ese mismo edificio generamos 0,26 m3 por m2, casi el doble”, explica Felipe Ossio, académico de la Escuela de Construcción de la Pontificia Universidad Católica de Chile y vicepresidente del SubComité de Economía Circular del Instituto de la Construcción (IC).
“En una primera etapa en Chile hemos abordado la economía circular en la construcción a través del concepto de gestión de residuos. Tanto públicos como privados han dado pasos fundamentales y con grandes resultados en esa línea, pero es indispensable transitar a modelos circulares que incluyan las etapas de gestión y diseño. Primero, hay que tener claro que los materiales y componentes deben mantenerse circulando en la tecnósfera (ciclos técnicos) y biosfera (ciclos biológicos) por el mayor tiempo posible con la mayor calidad posible; debemos privilegiar uniones físicas antes que químicas que permitan el desmontaje, adaptación, recuperación y mantenimiento de estos”, señala Anamaría De León arquitecta y consultora en economía circular, miembro del SubComité de Economía Circular del IC.
Y agrega que “en la etapa de diseño arquitectónico y de materiales se define entre el 60% y 80% de la sostenibilidad de una obra o producto. El diseño para la deconstrucción, diseño para la reversibilidad, banco de materiales, modulación y estandarización reversibles y diseñar por capas, son algunas de las estrategias que podemos activar en etapas tempranas de un proyecto.”
Para enfrentar este problema, el programa Construye2025, impulsado por Corfo y administrado por el Instituto de la Construcción, elaboró una Hoja de Ruta RCD Economía Circular en Construcción, que se lleva a cabo en conjunto con los ministerios de Vivienda, Medio Ambiente y Obras Públicas.
El objetivo es lograr un país que gestiona sus recursos en forma eficiente, por lo cual trabajan en cinco ejes estratégicos: el ordenamiento y planificación sustentable del territorio; la coordinación y articulación pública; la cadena de valor sustentable y circular; la necesidad de desarrollar y fortalecer plataformas de datos que entreguen información para el diseño de políticas públicas y creación de nuevos mercados en torno a la economía circular en construcción; y la remediación ambiental de los resultados de la extracción de áridos y disposición inadecuada de los RCD.
La iniciativa busca generar una industria más productiva disminuyendo en un 20% los costos de producción; aumentar en un 20% las edificaciones sustentables y disminuir en un 30% las emisiones de CO2 al 2030.
La coordinadora de Sustentabilidad de Construye2025 a cargo de la iniciativa, Alejandra Tapia, señala que la economía circular busca optimizar los recursos mejorando la sustentabilidad, productividad y competitividad de las empresas, así como también impulsar la innovación para la creación de modelos de negocios y servicios que disminuyan la extracción de recursos, constituyendo una oportunidad para ampliar la base de la economía del país.
Así, no sólo tenemos una industria más sustentable, sino que también la economía circular ayuda a generar nuevos empleos que la OIT los cataloga como “empleos verdes” y los califica de la siguiente manera: “Empleos decentes que contribuyen a preservar y restaurar el medio ambiente ya sea en los sectores tradicionales como la manufactura o a la construcción o en nuevos sectores emergentes como las energías renovables y la eficiencia energética”. Más aún hace hincapié en que estos empleos verdes permiten: aumentar la eficiencia del consumo de energía y materias primas; limitar las emisiones de gases de efecto invernadero; minimizar los residuos y la contaminación; proteger y restaurar los ecosistemas; y contribuir a la adaptación al cambio climático.
Desde hace más de un año, el Instituto de la Construcción articula, junto a un gran número de reparticiones gubernamentales, universidades, oficinas de ingenieros y arquitectos, además de empresas privadas y organismos que las representan, como el Instituto Chileno del Acero y la Corporación de Desarrollo Tecnológico; el Subcomité de Economía Circular, que está trabajando para promover y aplicar en la construcción este modelo, cuyos beneficios son claros y muy palpables. Además de la disminución en el uso de la energía, lo que permite reducir la huella de carbono en la construcción, está el mejoramiento de la calidad de vida de las personas, pues permite contar con ciudades más sustentables y pensadas en beneficio de la sociedad.
Este es un tema muy relevante, pues el Foro Económico Mundial (WEF, por su sigla en inglés) estimó que en 2050 el 90% de la población latinoamericana vivirá en ciudades, es decir alrededor de 570 millones de personas. Si somos conscientes y trabajamos en beneficio de ellas, muchas de estas personas podrán disfrutar de un medioambiente más sano y una mejor calidad de vida para mediados de este siglo.
CIM UC y MINVU son conscientes de la importancia de las políticas públicas para promover y masificar el uso de la madera en la construcción.
El Seminario de Vivienda Sustentable será la ocasión para revisar los desafíos de las políticas públicas para el desarrollo de vivienda en Chile, desde la perspectiva multidisciplinaria del manejo de la madera como material renovable y altamente versátil para su uso en construcción.
Chile, al igual que el resto del mundo, es parte de la encrucijada que plantean para la construcción elementos como el cambio climático y la creciente demanda de viviendas. Esto nos ha llevado a buscar una forma de construir con la menor huella de carbono y mayor rapidez posible, a la vez que no ponga en riesgo factores como el confort de sus habitantes o la calidad de su estructura. En este proceso, la madera se ha alzado como la mejor materialidad para suplir este conjunto de necesidades.
Conscientes de esto, países alrededor del mundo han comenzado a orientar sus esfuerzos para impulsar tanto la sustentabilidad en la industria como la construcción con madera, ejemplo de esto es un estudio de la ONU de 2016 donde, de 100 países consultados, el 57% dijo tener actualmente implementada o en desarrollo al menos una política pública alrededor de estos temas.
Nuestro país no se ha quedado atrás al respecto, y eso es visible en el creciente número de certificaciones y convenios que el gobierno ha implementado. Sin embargo, ¿Cuáles son estas acciones estatales con las que se está impulsando la construcción con madera en la actualidad? Como CIM UC junto al Ministerio de Vivienda decidimos compilar algunas de estas iniciativas, para dar a conocer su importancia en el desarrollo y avance hacia las metas que nos hemos puesto como Centro y como país.
El Seminario de Vivienda Sustentable se realizará el miércoles 2 y jueves 3 de marzo desde las 9:00 a 12:30 hrs. Con una modalidad Online para permitir la conexión de distintas partes de Chile y el Mundo. Además, siendo conscientes de las restricciones sanitarias producto del COVID.
El evento tendrá grandes exponentes nacionales e internacionales y será una actividad totalmente gratuita. Jornada extensa que expondrá los trabajos, proyectos, desafíos y oportunidades de utilizar la madera como material constructivo: desde la incorporación de tecnología aplicada, investigación de nuevos sistemas constructivos, normativas y políticas Públicas nacionales e internacionales.
Los organizadores del evento, CIM UC y el Ministerio de Vivienda y Urbanismo, han trabajado en distintas regiones desde el 2015 a la fecha, capacitando a los profesionales de los distintos servius en relación a ésta nueva óptica de trabajo, así han conformado Comisiones Regionales, cuya función ha sido construir la “Hoja de Ruta Regional” y velar por la ejecución de las iniciativas planteadas, las que deberán seguir los lineamientos de la estrategia nacional de construcción sustentable vigente.
MINVU, por su parte, tiene un rol crucial desde 2012, cuando inició los planes de sustentabilidad en la construcción a través de la creación del convenio interministerial de construcción sustentable, junto a los Ministerios de Obras Públicas, Medioambiente y Energía. Con el tiempo, diversas iniciativas comenzaron a sumarse, entre las que se cuentan la creación de mesas de trabajo, estrategias y convenios.
Entre estas mesas y planes destaca la Mesa Interministerial de Construcción Sustentable, de la que proviene la Estrategia de Nacional de Construcción Sustentable de 2013, futuro Plan Nacional de Construcción Sustentable 2050. En tanto, dentro de los convenios se encuentra el convenio firmado por el Ministerio y el Centro en 2015, que actualmente continúa vigente. Entre los resultados surgidos de esta colaboración están proyectos como la Torre Peñuelas, los Barrios Ecosustentables y diversas modificaciones a la normativa nacional.
Por su parte, el Centro orienta sus iniciativas al desarrollo de nuevas normativas o modificaciones a las ya existentes, llevando a cabo los estudios, pruebas y mediciones con las cuales sustentar estas regulaciones. Un ejemplo claro de esto es el proyecto que actualmente se encuentra en desarrollo y busca ser la base técnica para poder ampliar la normativa existente, permitiendo el uso de losas industrializadas de madera y madera-hormigón. Esta nueva adición a la regulación existente permitiría un aumento sustancial a la productividad, mientras disminuye la huella de carbono de nuestros edificios habitacionales.
En enero del 2021 se aprobó la Ley de Eficiencia Energética que obliga a las inmobiliarias, constructoras y a proyectos de vivienda pública a usar la Calificación Energética de Vivienda (CEV) y deja consignado un plazo de 4 años para que se desarrolle y entre en operación la Calificación Energética de Edificios de Uso Público (CEEUP).
Esta ley establece la obligatoriedad de etiquetado energético de viviendas a partir del año 2023 y de edificios de uso público, comercial y oficinas a partir del año 2025.
En este sentido, el Instituto de la Construcción (IC) ha liderado el desarrollo de los estudios que permitirán la creación de ésta última calificación de edificios, coordinada e integrada a la Certificación Edificio Sustentable (CES), a través de un trabajo colaborativo en base a un comité técnico conformado por profesionales de los ministerios de Vivienda, Energía y Obras Públicas.
Yoselin Rozas, profesional de la Unidad Edificación y Ciudades de la División de Energías Sostenibles, del Ministerio de Energía, señala que “la colaboración del IC junto a los ministerios en este tipo de estudios permite una mirada que integra los ámbitos público y privado, además de la colaboración con la academia, consultores, y actores relacionados”.
Paola Molina, presidenta del Comité de Economía Circular del IC y presidenta del Directorio de la Certificación CES, señala que la Certificación CES -administrada por el IC- considera dentro de sus variados requerimientos, la demanda de energía, por lo que se vuelve muy necesario el desarrollo de una Calificación Energética de Edificios de Uso Público que permita estandarizar y visibilizar en el sector, la demanda energética de dichos edificios.
”En el proceso de formulación de la CEEUP, ha sido relevante la colaboración desde CES porque ha sido posible traspasar la experiencia y conocimientos de los edificios de uso público adquirida durante los años de funcionamiento, y de esta manera se han incorporado algunas de las condiciones base para la evaluación de edificios, tales como cargas internas, ocupación, desagregación por tipo de uso, entre otras”.
Por otra parte, la Certificación de Vivienda Sustentable (CVS), liderada por el Ministerio de Vivienda y Urbanismo (Minvu), y administrada por CTeC, contribuye a la labor que desarrolla la Calificación Energética de Vivienda (CEV), fomentando este sistema como herramienta de evaluación de los aspectos de eficiencia energética de las viviendas en Chile.
Allan Ubilla, coordinador de proyectos de CTeC, señala que la CEV, además de ser por sí sola una herramienta de evaluación energética de viviendas, es el único instrumento de evaluación de los requerimientos de confort térmico pasivo y de reducción de demanda térmica de la Certificación de Vivienda Sustentable (CVS), los cuales, a su vez, son requerimientos obligatorios para acceder a cualquiera de los 3 niveles de certificación que ofrece la CVS. Y esto aplica para las 3 macrozonas que diferencia el sistema CVS.
“Hasta ahora esta calificación es voluntaria, pero con la nueva Ley de Eficiencia Energética ya promulgada y que entrará en vigencia prontamente, se hace obligatorio que las edificaciones, incluyendo viviendas, cuenten con una calificación energética y su etiquetado para obtener la recepción final, por lo que las empresas tendrán prontamente la obligación de calificar sus proyectos”.
Certificaciones nacionales
Las Certificación Edificio Sustentable CES y la Certificación de Vivienda Sustentable CVS incluyen varios aspectos para su análisis como energía, agua, confort, residuos, etc., y las calificaciones energéticas CEV y la futura CEEUP, se enfocan específicamente en el requerimiento de energía y las emisiones que este genera, de manera más detallada, sirviendo para validar este punto con mayor precisión en las certificaciones antes mencionadas.
“Hoy tenemos que estar orgullosos con las herramientas que se han y están levantando en nuestro país, porque están adaptadas a los requerimientos locales y permiten disponer de los recursos necesarios para avanzar en la industria de manera asertiva y pertinente a todos los desafíos que hoy se le plantean para el sector tanto a nivel nacional como mundial. El hacerlo oportunamente, permite una máxima eficiencia y costo, además de una óptima calidad de vida para los usuarios finales”, indica Paola Molina.
Yoselin Rozas, señala que “la Calificación Energética de Viviendas y Edificios formará parte de ambas certificaciones, permitiendo acreditar el ítem de energía, es decir, cuando un mandante decide certificar un proyecto, como parte del proceso de certificación obtendrá también la calificación energética. De esta manera, la contribución de CES y CVS a la calificación es directa”.
“Hay varios beneficios para los usuarios finales de viviendas calificadas y/o certificadas. Primero, al fomentar mejoras en las viviendas en pos de la eficiencia energética a través de la CEV y CVS, el confort térmico al interior debería mejorar ostensiblemente en comparación con una vivienda con los estándares mínimos que establece la OGUC. Asimismo, los gastos operacionales de los usuarios, posiblemente, se verán reducidos por requerir menos energía para calefacción y enfriamiento. Por otro lado, hay algunos instrumentos crediticios para aquellos proyectos que tengan CEV o CVS, lo que ayuda a la ciudadanía a acceder a proyectos más eficientes y sustentables”, agrega Allan Ubilla.
Desafíos
Paola Molina, presidenta del Comité de Economía Circular del IC y presidenta del Directorio de CES, señala que el principal desafío hoy es levantar los estándares mínimos de la Calificación Energética de Vivienda, ya que la letra menor de acuerdo con nuestra actual reglamentación térmica para viviendas es la E, la cual es bastante deficiente en términos de lograr una calidad ambiental térmica interior.
“Con la esperada pronta actualización de la Reglamentación Térmica, este estándar debiese subir a la letra C y D como mínimo, lo que implica lograr estándares valorados internacionalmente que permitan una adecuada calidad térmica del ambiente interior para todas las personas, lo que tiene un gran impacto positivo en el ámbito social y ambiental”.
Sin embargo, también es importante que todo el sector releve esta herramienta de manera oportuna para hacer las adaptaciones necesarias y lograr los mejores resultados. “Tratar de asimilar esto a presión y contra el tiempo, puede conducir a malos resultados, que perjudiquen a inmobiliarias, constructoras, usuarios finales y al país”, agrega Paola Molina.
Allan Ubilla, coordinador de proyectos de CTeC, comenta que este año 2022 se comenzará a trabajar en conjunto con el Minvu para extender la CVS a viviendas existentes y, “más adelante, esperamos también integrar la certificación de la etapa operacional de las viviendas. Si bien se trata de una certificación nueva, a la fecha ya cuenta con 105 proyectos registrados correspondientes a 17 mil unidades de vivienda con una cobertura en 11 regiones; 4 proyectos precertificados y 2 certificados.
Por su parte, en CES también se encuentran trabajando en la versión de edificios existentes y en sumar la versión de CES Aeropuertos a las ya existentes.
Finalmente, Yoselin Rozas comenta que la implementación de la Calificación Energética de Edificaciones tiene importantes desafíos para su masificación “entre ellos, el fortalecimiento de las herramientas que permitirán su correcta implementación una vez que sea obligatoria; la educación y difusión a consumidores y actores relacionados; la gestión de los datos para el cumplimiento de los compromisos internacionales; y un punto que nos parece muy relevante es el reconocimiento a nivel nacional de la Calificación Energética de Edificaciones como un referente de herramienta de medición de la eficiencia energética de las edificaciones”.
Por Paola Valencia M., ex secretaria ejecutiva de la Secretaría Ejecutiva Construcción Sustentable, Minvu, y actual gerenta de Sostenibilidad de la empresa E3.
Entre el 31 de octubre y el 12 de noviembre de este año se desarrolló, en la ciudad de Glasgow, la 26ª Conferencia de las Partes (COP26), de la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático. Esta conferencia contó con la asistencia de veinticinco mil delegados de 200 países, y alrededor de 120 jefes de estado. Finalmente, después de 24 horas del cierre de la cumbre, el sábado 13 de noviembre, se logró adoptar el “Pacto de Glasgow” entre 197 naciones.
El Pacto Climático de Glasgow supone un progreso gradual y no el avance decisivo necesario para frenar los peores impactos del cambio climático, lo que repercute en que no se logra el acuerdo, tan ansiado, de limitar el calentamiento global a 1,5 °C al 2100, sobre los niveles preindustriales. Si no, por el contrario, los anuncios realizados sólo logran llegar a una estimación de 2,4 °C. Esto teniendo presente que según el sexto y último informe del IPCC (2021) ya hemos alcanzado más de 1 C° con respecto a los niveles preindustriales.
Por otra parte, el Pacto señala que los actuales planes climáticos nacionales, las contribuciones determinadas a nivel nacional (NDC), están lejos de lo necesario para alcanzar 1,5 °C que pide el pacto de París. Esto muestra una diferencia importante entre objetivos de cero emisiones a largo plazo y los planes de reducción de emisiones de corto plazo. Es por esto que propone que los Estados miembros presenten a finales de 2022 nuevos compromisos nacionales de recortes de emisiones de gases de efecto invernadero, tres años antes de lo previsto, aunque “teniendo en cuenta las diferentes circunstancias nacionales”.
La participación de Chile en la COP26 fue bastante activa considerando que en primer lugar entregó la presidencia a Reino Unido, por otra parte, presentó la Estrategia Climática de Largo Plazo para todos sectores de Chile y la delegación chilena participó en una serie de eventos.
Dentro de esta participación se destaca la presencia de Chile en tres eventos vinculados al sector construcción. El primero realizado el 01 de noviembre denominado “Navigating The Transition To Zero Carbon Buildings” organizado por el Global Alliance for Building and Construction (Global ABC), del United Nations Environment Programme, en este evento participó Carolina Urmenta, jefa de la oficina de Cambio Climático del Ministerio de Medio Ambiente, quien se refirió al trabajo interministerial que lidera el Minvu en construcción sustentable y los desafíos que tenemos por delante para poder lograr la carbono neutralidad.
En segundo lugar, el Ministro de Vivienda y Urbanismo de Chile, Felipe Ward, participó el día jueves 11 de noviembre en el encuentro de “Ministros y alcaldes sobre edificaciones como soluciones críticas para el cambio climático”, donde detalló los objetivos de la ECLP, que establece metas para siete sectores para alcanzar la carbono neutralidad de Chile a más tardar al 2050, y en la que el Minvu es responsable del cumplimiento de 9 objetivos asociados a un total de 55 metas al 2030 y 2050. Entre ellos, destacan acondicionar 36.000 viviendas al año al año 2030; aplicar en el 50% de las regiones de Chile políticas de suelo e integración social y la implementación de nuevos estándares de aislación térmica en edificios, para ahorrar –en relación a los números actuales- un 50% en calefacción al 2030 y al 2050 lograr el 100% de trazabilidad de residuos de la construcción y demolición.
Adicionalmente, el ministro destacó diversas acciones sectoriales impulsadas o coordinadas desde el Minvu en materia de cambio climático y resiliencia, entre ellas se destaca; Plan Ciudades 2050, Mesa Interministerial de Construcción Sustentable, Plan Nacional de Construcción Sustentable 2050, Estrategia Nacional de Huella de Carbono para el Sector Construcción, la Calificación y Certificación sustentable para edificios y viviendas, Programas de Gestión de Riesgo de Desastres, entre otros.
Por último, el ministro Ward firmó el Compromiso de ser parte del Global ABC, comprometiendo el trabajo coordinado entre diferentes actores, de reflejar objetivos, políticas y medidas específicos relacionados con la construcción en los NDC, planes nacionales de acción climática y estrategias a largo plazo y alinear todos los fondos relacionados con los edificios, para lograr las reducciones esperadas.
Después de la experiencia de la COP26 y COP25, se fortalece la idea de que Chile, al igual que todos los países, debe comprometer acciones más ambiciosas. En particular en el sector construcción hay un gran desafío por delante que implica abordar los modelos de negocio de la industria bajo una perspectiva ambiental y social de largo plazo y sólo podremos lograr una industria verde y cero emisión cuando se incorporen los costos de los efectos ambientales y sociales en los modelos de negocio del sector.
Se trata de instrumentos financieros para la adquisición de viviendas con características sustentables.
Según cifras del Banco Mundial alrededor del 55 % de la población mundial vive en ciudades, tendencia que irá al alza, ya que se estima que para el 2050 siete de cada diez personas vivirán en zonas urbanizadas. A partir de esto, la industria de la construcción tiene un importante desafío relacionado al desarrollo y generación de edificaciones sostenibles de cara a cumplir con los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS), aspecto que cada vez cobra mayor importancia dada la grave crisis climática por la que atraviesa el planeta.
Recientemente, el secretario de las Naciones Unidas, Antonio Guterres, declaró que el informe elaborado por expertos sobre el Cambio Climático (IPCC) es una “alerta roja para la humanidad”. Dicho informe señala que, para estabilizar el clima es imperante reducir de manera sustancial y sostenida en el tiempo las emisiones de gases de efecto invernadero y contaminantes atmosféricos, entre otros aspectos que mencionados en el informe más completo de los últimos años.
A nivel nacional ya se están tomando medidas al respecto, como el trabajo público-privado para desarrollar una “Estrategia Nacional de Huella de Carbono para el sector construcción” o la consolidación de la Certificación de Vivienda Sustentable (CVS), lanzada en mayo de 2020 por el Ministerio de Vivienda y Urbanismo, que tiene como objetivo poner a disposición de la industria una herramienta que promueva estándares constructivos sustentables para la vivienda residencial en Chile, considerando criterios ambientales, sociales y económicos.
Bajo este escenario, el Ministerio de Vivienda y Urbanismo (Minvu), el Centro Tecnológico para la Innovación en la Construcción (CTeC) y la Cámara Chilena de la Construcción (CChC), realizarán el próximo 7 de septiembre, y de manera virtual, el webinar Incentivos para la Edificación Sustentable, que tiene como objetivo profundizar sobre los incentivos financieros que existen en el mercado nacional y su impacto en la demanda de viviendas de alto estándar.
Para Natalia Reyes, jefa de sustentabilidad de CTeC, entidad a cargo de la administración de la CVS “Dado el contexto manifestado por el Informe IPCC, ya no podemos seguir construyendo de la manera en la que se ha hecho en los últimos años. Por lo tanto, se requiere disminuir estos impactos y generar cambios profundos en la forma de abordar los proyectos, desde su etapa de diseño hasta su posterior operación”.
La necesidad por impulsar el desarrollo de edificaciones sustentables está haciendo eco no solo en el sector inmobiliario, sino que también en las entidades financieras, quienes ya han comenzado a incorporar en su oferta créditos que fomenten la adquisición de este tipo de viviendas. Recientemente Banco Santander lanzó el Crédito “Hipotecario Verde” para todas aquellas viviendas que cuenten con la Certificación de Vivienda Sustentable, Certificación Leed, Calificación Energética de Viviendas (CEV) y Certificación Edge. Mientras que Banco Estado, puso a disposición de la población el producto “EcoVivienda”, que consiste en un crédito con una tasa preferencial para viviendas nuevas de proyectos inmobiliarios que cuenten con la CEV con letra D o superior (C, B, A).
Erwin Navarrete, jefe de la División Técnica de Estudio y Fomento habitacional del Ministerio de Vivienda y Urbanismo señala “Creemos que dada la crisis climática que estamos viviendo tenemos que trabajar en conjunto todos los actores que movilizamos la industria de la construcción. En ese sentido la banca puede hacer un gran aporte en movilizar, a través de los diferentes mecanismos o herramientas verdes que se han estado desarrollando, tanto a la oferta como a la demanda”.
El webinar contará con la participación de representantes de Banco Santander, Inmobiliaria Barrio Vivo, EBP Chile, Minvu y CTeC, quienes abordarán materias relacionadas al interés y disposición a invertir por parte del usuario final en viviendas sustentables, cómo funcionan los créditos verdes, cómo movilizan el sector inmobiliario y cómo todas estas iniciativas impactan en la comunidad.
Arquitectos, ingenieros y constructores civiles interesados pueden inscribirse en el sitio http://www.calificacionenergetica.cl desde el 20 de julio hasta el 23 de agosto de 2021.
El Ministerio de Vivienda y Urbanismo (Minvu) abrió la convocatoria para postular al llamado nacional de profesionales interesados en acreditarse como evaluadores energéticos de la Calificación Energética de Viviendas (CEV), instrumento impulsado por esta cartera de Estado junto al Ministerio de Energía.
Para participar en el proceso, los interesados deberán cumplir los requisitos definidos por el Minvu en la Resolución Exenta Minvu N°162 del 12 de febrero de 2021 y completar el formulario de inscripción disponible en el siguiente enlace: http://calificacionenergetica.minvu.cl/proceso-de-acreditacion-de-evaluadores/.
El llamado de acreditación está dirigido a arquitectos, ingenieros y constructores civiles, que cumplan con los requisitos descritos en la resolución N° 162. Los postulantes debidamente inscritos serán seleccionados para rendir una prueba de conocimientos mínimos habilitante para el siguiente paso del proceso.
Calificación Energética de Viviendas
La Calificación Energética de Viviendas (CEV) es un instrumento disponible para uso voluntario desde el año 2012, que permite realizar una evaluación objetiva y estandarizada para estimar y clasificar el requerimiento energético de casas y departamentos para lograr una temperatura considerada como apropiada para sus usuarios.
La CEV evalúa la eficiencia energética de las viviendas en su etapa de uso considerando el desempeño de su envolvente, el aporte de energías renovables y el consumo de energía para obtener agua caliente sanitaria, iluminación y calefacción. El resultado de dicha evaluación se materializa en una etiqueta que muestra el porcentaje de ahorro en la demanda de energía y la cantidad de energía necesaria para calefacción y enfriamiento.
Nueva Ley de Eficiencia Energética: Más calidad para las viviendas
Respecto de este instrumento de medición, el ministro de Vivienda y Urbanismo, Felipe Ward, expresó que: “como ministerio, estamos incorporando criterios de eficiencia energética en nuestros programas y proyectos, porque estamos convencidos de que este tipo de iniciativas, junto con disminuir el consumo energético de las viviendas, permiten optimizar la temperatura en el interior y dar una mejor calidad de vida a las familias. Con esto, reducimos al mismo tiempo la emisión de gases de efecto invernadero, lo que va en la línea de lo que estamos impulsando desde el Minvu, que son estándares de construcción más sustentables y comprometidos con el medio ambiente”.
“Un hito crucial en este ámbito se relaciona con la reciente promulgación de la Ley de Eficiencia Energética –agregó Erwin Navarrete–, que hace obligatorio mostrar la CEV en toda publicidad de proyectos inmobiliarios y la recepción municipal definitiva de viviendas desde el 2023. Este nuevo escenario generará un alza en la demanda de evaluaciones, la que requerirá una mayor masa crítica de evaluadores energéticos de los ya existentes, por lo cual seguimos trabajando en mejorar los procesos de acreditación de nuevos evaluadores”, precisó el ministro Ward.
Por su parte, Erwin Navarrete, jefe de la División Técnica de Estudio y Fomento Habitacional (Ditec) del Minvu, añadió que: “La información que proporciona la CEV es relevante en muchos sentidos, pero, por sobre todo, para los usuarios finales, ya que una vivienda energéticamente eficiente, no sólo involucra un menor gasto energético, sino también tiene un impacto directo en la calidad de vida de las familias y en la vida útil y plusvalía de la vivienda. Asimismo, la CEV fomenta la edificación de viviendas más eficientes, aportando en la introducción de un gran cambio en la forma en que se diseñan y construyen las viviendas en nuestro país, al concebir las medidas de sustentabilidad desde la génesis de los proyectos y no como elementos anexos”.
El trabajo del Minvu en esta materia apunta a que la eficiencia energética sea un atributo que influya al momento de adquirir una vivienda, ya que no solo mejora la calidad de vida de las familias que viven en ellas, sino que también es un importante atributo de calidad que las hace más competitivas, tal como ocurre en mercados más desarrollados. En esta tarea es fundamental el rol de evaluadores energéticos, que son los profesionales acreditados para aplicar la calificación; por esta razón abrimos una nueva convocatoria para sumar nuevos evaluadores a los 1.051 que ya operan a lo largo del país”.
Las principales fechas del segundo proceso de acreditación de 2021 son las siguientes:
Avances en la Calificación Energética de Viviendas
La calificación energética está vigente desde 2012. Al 31 de mayo de 2021, y a lo largo de todo el país, se han realizado más de 83 mil evaluaciones y se han acreditado como evaluadores energéticos de la CEV 1.051 profesionales.
En 2015 ya se había logrado un gran avance en la instalación de capacidades para el uso masivo de la CEV, lo que permitió recoger la experiencia de distintos actores de los sectores académico, industrial y gubernamental, además de la retroalimentación que aportaron los evaluadores energéticos de distintas regiones a lo largo del país. A partir de esta información se desarrolló la actualización de la CEV que entró en vigencia el 21 de abril de 2018, y que afina el proceso de cálculo, incorporando nuevas variables que incluyen los cambios introducidos en la reglamentación térmica (4.1.10 Bis de la OGUC), y entrega resultados más detallados y útiles, tales como la demanda de enfriamiento y horas fuera de la temperatura confortable.
En los primeros años de operación fue necesario realizar importantes esfuerzos para instalar capacidades a lo largo del país y comunicar los atributos de la CEV a los mandantes de proyectos. Este trabajo se puede ver en el progreso de las evaluaciones de viviendas desarrolladas por inmobiliarias privadas, que, al principio, fue discreta, pero que en 2019 mostró una evolución muy significativa, sobrepasando el volumen de evaluaciones anuales históricas realizadas a viviendas sociales (ver gráfico).
La licitación para el segundo estudio de la nueva calificación energética para edificios de uso público estará abierta hasta el jueves 5 de agosto de 2021.
En el contexto del convenio de colaboración vigente entre el Ministerio de Energía, el Ministerio de Obras Públicas y el Instituto de la Construcción, se invita a participar en una licitación para la ejecución del estudio denominado “Metodología de cálculo y diseño de herramienta para futura Calificación Energética de Edificios de Uso Público, Comercial y Oficinas para Chile”.
Este estudio será el segundo de a lo menos tres que se realizarán para el desarrollo de esta Calificación Energética, que se encuentra incorporada en la Ley de Eficiencia Energética, y que incluye la obligación de obtener la Calificación Energética de Viviendas y la Calificación Energética de Edificios de Uso Público, Comercial y Oficinas nuevos.
Las propuestas para el desarrollo del estudio serán recepcionadas, de acuerdo a los TDR, hasta el jueves 5 de agosto de 2021, y los resultados serán informados el jueves 12 de agosto 2021 por este mismo medio.
Si es necesario, y algún participante lo solicita, es posible realizar reunión virtual para aclarar dudas el día martes 27 de julio.
Los Términos de Referencia (TDR) están disponibles AQUÍ.