Energías Renovables No Convencionales, eficiencia energética en el diseño de la envolvente térmica, así como en los sistemas de climatización, ventilación e iluminación, son algunas de las estrategias de sustentabilidad de los tres recintos que ya pasaron la etapa de precertificación.
A menos de un año de su ingreso al sistema de Certificación CES, los hospitales de Constitución, Cauquenes y Parral, obtuvieron su precertificación con muy buenos puntajes: 65,5, 63,0 y 62,5, respectivamente.
Con el diseño del estudio luis vidal + arquitectos y la asesoría CES de b-green, los tres hospitales han aplicado criterios de sustentabilidad consistentes, destacando la implementación de Energías Renovables No Convencionales, la eficiencia energética en el diseño de la envolvente térmica, así como en los sistemas de climatización, ventilación e iluminación, como cuenta Nathalie Jaimes, coordinadora de Proyectos de b-green.
Es así como los tres hospitales estarán equipados con sistemas de colectores solares que contribuyen con un 45 % a la producción de Agua Caliente Sanitaria (ACS) en sus instalaciones.
“También se ha optimizado el uso del agua mediante la selección de artefactos sanitarios, griferías, paisajismo y sistemas de riego de bajo consumo. En cuanto a los materiales, se ha considerado la reutilización y el reciclaje de los residuos generados tanto en la etapa de construcción como en la de operación. Además, el acero utilizado en el sistema estructural de los edificios proviene de productores sostenibles”, precisa la profesional.
Asimismo, las estrategias de diseño han abordado aspectos clave para asegurar el confort de los usuarios. “Se ha garantizado un óptimo confort visual pasivo mediante una adecuada aportación de luz natural, así como un buen confort acústico a través de la configuración de los elementos constructivos interiores y exteriores. La calidad del aire será óptima gracias al diseño de ventanas operables y un sistema mecánico de inyección de aire exterior, equipado con filtros de alta eficiencia. Estos elementos, junto con los parámetros de diseño de climatización, aseguran también el confort térmico de los usuarios”, añade.
Desafíos particulares
Si bien el nivel de dificultad en la integración de estrategias CES fue equivalente para los tres recintos hospitalarios, “podría considerarse que en el Hospital de Constitución fue más desafiante lograr el cumplimiento del aporte de luz natural, atribuyendo esto a las condiciones de emplazamiento y orientación”, afirma Jaimes.
Esto llevó a que el análisis iterativo del diseño de fachada fuese más exhaustivo, “buscando dar respuesta a soluciones que no afectaran la coherencia del lenguaje arquitectónico, pero que sobre todo, otorgaran la mayor uniformidad posible y el cumplimiento de las condiciones mínimas que permitieran el máximo aprovechamiento de la luz natural”, dice.
Para el sistema de control solar, éste se priorizó a través de la selección de cristales con propiedades adecuadas. “Complementario a esto y al diseño retranqueado de ventanas de los paramentos de fachadas, se incorporaron elementos de protección solar adicionales en función de la ubicación y la orientación”, específica la profesional.
Así, en el Hospital de Cauquenes, “se han diseñado celosías horizontales en la fachada norte para reducir la incidencia solar, especialmente en las áreas de hospitalización, igual que en los hospitales de Parral y Constitución, en los que adicionalmente se disponen lamas verticales en las fachadas este y oeste. Adicionalmente, en el Hospital de Constitución se han considerado mallas microperforadas para reducir la exposición solar en los tramos de muro cortina”, asegura.
Por último, Nathalie Jaimes cuenta que la reducción del consumo en iluminación se generará mediante la instalación de dispositivos LED en el 100% de las instalaciones. Los hospitales contarán con un sistema de control centralizado con opciones de configuración de programación y ajuste teniendo en cuenta factores como la ocupación y las horas del día.
“El sistema, además, contempla la instalación de sensores de presencia, movimiento y de regulación de la intensidad de la luz. Cabe destacar que se ha desarrollado un plan de gestión y mantenimiento de las instalaciones, por lo que las auditorías periódicas del consumo energético, permitirán evaluar el comportamiento del sistema identificando áreas de mejora y ajustes según sea necesario”, sostiene.
Los hospitales de Parral, Constitución y Cauquenes se sumaron al proceso de certificación con CES, con el diseño del estudio luis vidal + arquitectos,buscando confort y eficiencia energética para sus usuarios, al igual que el premiado Hospital de Curicó.
Los tres complejos hospitalarios serán edificios sustentables, más eficientes y responsables con el medioambiente. Pablo Canales, arquitecto del Departamento de Proyectos Hospitalarios del Minsal, señala que “como Ministerio de Salud, estamos comprometidos con la infraestructura, creemos que es una forma importante de aportar a los compromisos que tenemos como país, a la reducción de las emisiones de carbono y de la contaminación en general”.
Diseñados por el estudio luis vidal + arquitectos, bajo una premisa concreta: “el objetivo del cliente y el nuestro era crear el mejor hospital posible para el paciente y el más sustentable”, dice Jorge Sánchez, director de proyecto Hospitales Red Maule, luis vidal + arquitectos.
Y es que el estudio posee experiencia en diseño sustentable: “no sólo hemos diseñado unos hospitales más confortables, sino que los hemos construido”, asegura.
Un diferenciador claro es el uso de la luz natural, la que ayuda a reducir el tiempo de recuperación del enfermo, además de disminuir el costo energético en luz artificial. “Por eso, se le ha dado protagonismo en recintos regularmente ocupados, como las habitaciones de hospitalización y otros espacios de tratamiento y recuperación. También hemos buscado una definición de factor forma que fuera lo más compacto posible para reducir las pérdidas energéticas y asegurar los consumos anuales, además de desarrollar una envolvente térmica muy superior a las exigencias normativas, entre otras medidas”, precisa Ítalo Veas, coordinador de envolvente y estrategias de sostenibilidad Hospitales Red Maule, luis vidal + arquitectos
Se adoptó la tipología de espina para resolver el programa solicitado, la que permite evitar la doble circulación clásica del sistema en doble peine con la consiguiente optimización de superficie. En estos casos, una circulación de público mayormente en la planta baja da acceso a las unidades dispuestas en esta planta y a cada una de las salas de espera de las unidades de las plantas inferiores y superiores.
En tanto, en la planta inferior, la circulación es principalmente interna y, al igual que en la baja, son los funcionarios y pacientes hospitalizados quienes circulan y acceden directamente a sus destinos. La tipología de espina empleada concentra circulaciones, lo que permite que los bloques longitudinales que alojan las hospitalizaciones y zonas administrativas den frente a las entradas principales posándose limpiamente sobre los zócalos, que alojan las unidades de diagnóstico y tratamiento.
“Con esta estrategia se busca la integración en el entorno, ya que se reduce y humaniza la escala de este tipo de edificios. Además, se han utilizado colores asociados al valor local de la propia ciudad: en el caso del Parral, su reconocida tradición agrícola determinó la elección de tonos verdes y amarillos; en el caso de Constitución, es su vínculo con el océano, por lo que se ha optado por tonos azules y naranjas del atardecer en el mar”, asegura Jorge Sánchez. Mientras que en el Hospital de Cauquenes se ha empleado una tipología más clásica, “la de doble peine, en la que una circulación pública ubicada al oriente resuelve los accesos de visitas y pacientes externos y una interna la de los de funcionarios y pacientes hospitalizados, en el lado poniente del edificio. También aquí se emplea el color como estrategia de identificación, en este caso, tonos ocres y tintos de la tradición alfarera y vinícola del lugar”, sostiene Ítalo Veas.
Requisitos CES
Para luis vidal + arquitectos, los requisitos de la certificación CES adhieren a sus valores y principios para diseñar edificios de bajo impacto y consumo energético mínimo. En luis vidal + arquitectos comparten los valores asociados al uso de la luz natural, el confort acústico, la búsqueda por el bajo consumo energético, el desarrollo de envolventes térmicas que conjuguen costos, aspectos constructivos y valores de diseño, uso eficiente del agua y desarrollo de instalaciones, todos ellos involucrados en la arquitectura hospitalaria.
Los hospitales de la Red Maule integran conceptos tanto de eficiencia funcional como operativa y de sostenibilidad. “Los criterios CES nos han ayudado a orientar y justificar a nivel técnico las intenciones que teníamos y que mostramos en el diseño de los edificios: aprovechamiento máximo de la luz natural, aislamiento óptimo para minimizar el gasto energético, ubicación estratégica de instalaciones. El objetivo era reducir el estrés en el uso de la infraestructura y aprovechar al máximo las condiciones preexistentes para minimizar el impacto de los edificios, tanto en su construcción como en su operatividad, y lograr, a la vez, la mejor experiencia para los usuarios”, afirma el director de proyecto Hospitales Red Maule.
En ese sentido, “nos parece que CES es una herramienta muy valiosa para conseguir estos objetivos”, dice Pablo Canales. Y agrega que “al visitar el Hospital de Curicó fuimos verificando los elementos que se fueron validando durante la certificación y reconocimos aspectos que pueden retroalimentar la futura operación de los sistemas y su impacto real en el entorno, habitabilidad y en el confort de los usuarios”.
Desafíos del diseño
Sin duda, en los Hospitales del Parral y Constitución, hubo un mayor desafío al integrar estrategias CES, “ya que tienen una mayor superficie de fachada oriente/poniente. Esa orientación nos obligó a tener en cuenta el diseño de las protecciones pasivas en fachada y controlar la relación de superficies opacas/acristaladas, para proteger los edificios lo más posible del soleamiento intenso en verano y escaso en invierno”, especifica el coordinador de envolvente y estrategias de sostenibilidad Hospitales Red Maule.
Para ello, “siempre realizamos estudios previos específicos de protección y aprovechamiento de la luz que hagan compatible las estrategias pasivas con desafíos de diseño y un resultado compositivo significativo, dada la importancia social que tiene este tipo de hospitales públicos. Estas estrategias luego son contrastadas y analizadas conjuntamente con el especialista de eficiencia energética y el asesor CES, para, de manera conjunta, encontrar las soluciones que mejor respondan a los requerimientos”, sostiene Veas.
Y reconoce que la especificación de los materiales ligados a la envolvente térmica no siempre fue sencilla, porque “nos encontramos con exigencias muy altas que no todos los materiales cumplían. En algunos casos, hemos tenido que trabajar junto con nuestro cliente, la Sociedad Concesionaria Red Maule, para buscar en el mercado soluciones que nos permitieran conseguir los espesores, cargas y desempeños acordes a las exigencias del proyecto”, comenta.
En el caso de la envolvente, al optar por una “fachada ventilada”, “la tecnología misma jugaba a nuestro favor, ya que están pensadas para garantizar las mejores condiciones posibles de aislamiento. Cuando abordamos el diseño de los vanos de ventanas para proporcionar luz natural al edificio nos vimos obligados a hacer múltiples estudios hasta lograr la solución óptima”, añade el coordinador.
Control solar
El estudio ha optado por una protección pasiva basada en lamas horizontales/verticales, dependiendo de sus orientaciones para cada uno de los hospitales.
En el caso del Hospital de Cauquenes, dada la preeminencia de su orientación norte, se ha optado por quiebrasoles horizontales; en cambio, para para los de Parral y Constitución se ha privilegiado el sentido vertical.
Por otra parte, “en conjunto a la especialidad de eficiencia energética, se han configurado unos vidrios que controlan las ganancias solares y control de los factores de sombra para conseguir los niveles de iluminación interior óptimos”, explica Sánchez.
Asimismo, los arquitectos comparten que las instalaciones se encuentran integradas en el diseño del edificio, lo que, además de ayudar a que la infraestructura esté perfectamente integrada en su entorno, minimiza los trazados de instalaciones con el consiguiente ahorro energético y de superficie.
“Cada uno de estos hospitales contará con equipos de climatización de máxima eficiencia, uso de agua controlado con sistemas de bajo consumo, paneles solares, entre otras medidas. Por último, a través del uso de vegetación autóctona de mínimo consumo hídrico en patios y zonas comunes será posible reducir en un 20% la evapotranspiración, y con ello, el consumo de agua para riego, además del ahorro en el traslado de especies desde distancias largas”, dice Jorge Sánchez.
Ubicado en la zona norte de Talca, el recinto construido por Acciona, mejorará sustancialmente la infraestructura penitenciaria gracias a la asesoría CES y el trabajo colaborativo de todos los profesionales que aportaron para lograr una edificación eficiente y amigable con el entorno.
Seguridad, vanguardia y tecnología son los conceptos que mejor describen al Centro Penitenciario de Educación y Trabajo “La Laguna”, ubicado en Panguilemo, Región del Maule. El proyecto diseñado por Luis Vidal + Arquitectos, construido por Acciona, asesorado por la arquitecta Tatiana Vidal y evaluado por Ecosustenta, cuya Unidad Técnica fue la DA MOP del Maule -que cuenta con precertificación CES- se convertirá en uno de los recintos penitenciarios más modernos del continente.
Con más de 1.500 cámaras de televigilancia interna, implicó un gran trabajo de coordinación entre las diversas disciplinas y actores que lo hicieron posible en los 60 mil metros cuadrados que albergarán a más de dos mil internos. “Acá había interés y ganas de aprender, porque hubo que hacer varios cambios de materiales. Uno en obra va tomando decisiones que apuntan, por ejemplo, al control del deslumbramiento”, precisa Tatiana Vidal.
Los internos contarán con gimnasio, venusterios, hospital penal, escuela y central de producción de alimentos. Todo de primer nivel gracias a los atributos de calidad interior y eficiencia energética, los materiales que se utilizaron para la construcción y el trabajo mancomunado de diversos profesionales. “Trabajamos y acompañamos durante unos 20 meses. La principal complejidad era que el edificio debía estar dentro del perímetro de seguridad. Además, tuvimos que pasar de los vidrios al policarbonato para combinar el aspecto técnico con la seguridad requerida”, explica la asesora CES.
El policarbonato debía ser transparente y, por lo tanto, hubo que trabajar en el índice de tramitación lumínica del policarbonato para poder simularlo térmicamente.
Si bien la estructura original era de hormigón prefabricado, hubo que revestir por dentro y agregar celulosa proyectada, un elemento con menores emisiones en la fabricación que el poliestireno expandido. Además, se instalaron celosías de control solar exterior; se utilizaron vidrios tinteados y se pusieron lamas metálicas en las oficinas.
“En obra, a veces, cuesta comunicar a tiempo las decisiones respecto de los equipos de ventilación, porque tiene que apuntar a cierto caudal y cierto porcentaje de filtraje. Pero, la gracia de la certificación es que tienes que cumplir con los estándares que corresponden, con información avalada. Adicionalmente, pudimos lograr ahorros importantes gracias a las griferías y los inodoros”, comenta Vidal.
Energía y paisajismo
El centro penitenciario más grande del país será un recinto modelo de educación y trabajo, porque está pensado no solo para la custodia, sino que también para la reinserción de las personas privadas de libertad. En este sentido, destaca también el paisajismo con utilización de aguas grises. El proyecto incluyó una planta de tratamientos de agua residuales y un conjunto de placas fotovoltaicas que generarán energía verde, para lograr un centro penal amigable con el medio ambiente. “Un paisajismo nativo y respetuoso que se suma al uso de energías renovables, gracias al sistema fotovoltaico instalado para ahorrar energía eléctrica”,cuenta Vidal.
Otra de las particularidades de La Laguna es que se compone de módulos de baja altura, con mucha luz y espacio al aire libre, lo que lo diferencia de otros recintos penitenciarios.
El costo total de la obra con capacidad para albergar a 2.320 internos superó los MM$120.000.