Liceo Jorge Teillier: mejores condiciones para los estudiantes de Lautaro

Gracias a sus estrategias de diseño pasivo, en función de los requerimientos climáticos del lugar, la reutilización y reciclaje de residuos durante la construcción y la incorporación de diseño y equipamiento altamente eficiente de los sistemas que consumen energía, este liceo obtuvo el máximo puntaje de la certificación CES en 2023.

El primer lugar de los Premios CES 2024 recayó en el Liceo B-15 Jorge Teillier, ubicado en la comuna de Lautaro, proyecto a cargo de la Dirección de Arquitectura de la Región de la Araucanía, con el diseño de Arquitectonica Ltda., la asesoría CES en diseño de Tatiana Vidal y en construcción de Alejandro Reyes , la evaluación de 88 Ltda., y construido por Wörner S.A.

Éste cuenta con más de 9.200 metros cuadrados de superficie construida total en su conjunto. Con 76/100 puntos, alcanzó el nivel de Certificación Sobresaliente. 

En este edificio, destacan las estrategias de diseño pasivo en función de los requerimientos climáticos del lugar, la reutilización y reciclaje de residuos durante la construcción y la incorporación de diseño y equipamiento altamente eficiente de los sistemas que consumen energía, lo que se traduce en una importante reducción de las demandas de energía para climatización e iluminación, superior al 35%; una reducción de los consumos de energía de un 56%; una disminución del uso de agua potable para consumo humano del 56% y una reducción del 82% de residuos con la implementación de estrategias de reutilización y reciclaje de residuos durante la construcción.

La asesora CES, Tatiana Vidal, destaca los ejes principales que se trabajaron en este proyecto: el confort ambiental interior, el acceso a la iluminación natural y los sistemas de control de los sistemas activos. “Sobre el confort ambiental, aparte de la envolvente, fue relevante la aislación acústica entre recintos. En la iluminación natural, aposté por no cubrir con celosías todos los vanos, para tener vistas al exterior, sobre todo en el sur, donde tenemos cielos más nublados, por lo tanto, se evaluó exactamente en el ángulo más complejo que corresponde el control solar, para despejar la vista y un poquito de radiación en invierno”, explica. También se incorporaron sistemas de control para termostatos y sensores de ocupación para activar la ventilación mecánica, para evitar así que solo hubiera un control horario.

Por su parte, Alejandro Reyes, también asesor CES, señala que el proyecto “se llevó a cabo en una época complicada; sin embargo, se pudo sacar adelante. Logramos demostrar un ahorro del consumo energético de 56%, y también en ahorro de agua, y lo que destaco en este proyecto, por lo que significa durante la construcción la generación de residuos, fue lograr un 81% de reducción y valorización de estos”.

En tanto, Manuel Bravo Schilling, director regional de Arquitectura MOP La Araucanía, menciona la importancia de los Premios CES, “pues promueven una arquitectura sustentable, fundamental considerando el compromiso que todos debemos tener con las generaciones futuras”. 

También resalta las estrategias para “maximizar ganancias solares, una envolvente térmica continua, ventilación con un sistema híbrido, iluminación LED, artefactos sanitarios de bajo consumo de agua y un sistema de calefacción de alta eficiencia. Debido a todo ello, el edificio cuenta con una certificación sobresaliente y nos alegra estar generando edificios públicos de excelencia y comprometidos con el medioambiente”.

El reelegido alcalde de Lautaro*, Ricardo Jaramillo, se muestra satisfecho con esta obra, que después de trece años de trabajo finalmente está disponible para la comunidad. “Con este premio y esta certificación, este edificio viene a demostrar que lo que se visualizó, se puso en práctica y se entregó en los estándares que esperábamos, tanto de ahorro económico, energético y también en el ahorro del agua potable, que está controlada”, sostiene.

Los beneficiarios directos del establecimiento se manifestaron felices con este reconocimiento. Pedro Figueroa, director del Liceo Jorge Teillier, destaca que se trata de “un edificio con alto estándar en todos los aspectos, ya sea aulas, luminarias, calefacción, todo el sistema de calefacción sustentable a base de pellets, que produce calor en las calderas, para distribuirse en todo el edificio a través de radiadores”. 

En representación del alumnado, Vitobela Bitner, presidenta del Centro de Estudiantes, afirma que “como usuaria y como alumna, ha sido un verdadero placer poder pasar desde la infraestructura anterior a esta, viendo los diversos cambios que ha habido tanto en el ambiente escolar como dentro de la sala, en el patio, la verdad es que venir a estudiar ahora es verdaderamente un agrado”.

El diseño de este edificio le permitió obtener el puntaje máximo en las categorías de Construcción y de Gestión, convirtiéndose en el primer edificio en implementar al máximo nivel las estrategias de gestión de residuos durante la construcción.

*Entrevista hecha en mayo de 2024.

Cómo la arquitectura está transformando los espacios educativos en centros comunitarios

Confort, flexibilidad e integración caracterizan a los establecimientos diseñados para facilitar el aprendizaje. Hoy, los arquitectos interactúan fluidamente con otros especialistas para responder a cada contexto.

La evidencia internacional ha demostrado el positivo impacto que las condiciones de confort y habitabilidad tienen en las personas. Por eso, muchas de las edificaciones donde se ejerce pedagogía cuentan con la Certificación Edificio Sustentable (CES).

“Se trata de establecer una relación con la comunidad, fomentar que haya espacios abiertos para recibir a padres y apoderados; y también de promover la apertura en distintos horarios de espacios como los gimnasios y las bibliotecas. La idea es que sean verdaderos centros comunitarios”, afirma el jefe del Departamento de Infraestructura y Equipamiento Educacional de la Dirección de Educación Pública (DEP), Esteban Montenegro.

Pensando en el tipo de usuarios, es decir, principalmente en los niños se crean espacios innovadores que optimizan su aprendizaje. De hecho, en muchos de los recintos mandatados por el Ministerio de Educación se está trabajando con la Fundación Patio Vivo, para que los lugares que antes servían solo para recreación también sean pedagógicos. “Hoy se busca que estas áreas no sean solo para hacer deportes, sino que también permitan el desarrollo de otras actividades que promuevan la convivencia”, comenta Montenegro.

Lo anterior, permite apreciar grandes diferencias en este tipo de infraestructura, con respecto a un edificio tradicional o uno de oficinas, que tiene otro tipo de horario y usuarios. “El rol de la arquitectura es demostrativo. En estos espacios es muy útil, por ejemplo, disponer de un panel solar en una escuela porque así, el profesor puede explicar cómo funciona e ir generando conciencia en los niños sobre la sustentabilidad”, sostiene el jefe del Departamento de Infraestructura y Equipamiento Educacional de la (DEP).

Arquitectura pasiva

Con una trayectoria de más de 20 años en establecimientos destinados a la educación, Crisosto Smith Arquitectos, ha dejado su sello de arquitectura pasiva en escuelas y liceos. Desde los orígenes de la Certificación CES, profesionales especializados en sustentabilidad han ido evolucionando junto a sus proyectos. “Si miro los proyectos que se hicieron en 2000, eran muy distintos a la manera en que se trabajan hoy. Ahora, hay más información y concordancia con los especialistas en sustentabilidad. Ha sido un aprendizaje”, afirma el arquitecto Andrés Crisosto.

Y es que las variables en esta materia siempre son múltiples. Las condiciones del terreno, las características de la edificación y los requerimientos específicos del mandante, por ejemplo, pueden generar restricciones que los profesionales de la arquitectura convierten en beneficios. “Todo proyecto responde a un requerimiento específico de la normativa: la escala, la materialidad y cómo se expresa el edificio son factores importantes”, dice Andrés Crisosto.

Diferentes respuestas, densidades y contextos conversan con elementos sustentables en medio de una fluida interacción con los asesores CES. En este diálogo se conjugan cuatro factores indispensables para Crisosto Smith Arquitectos: la relación del colegio con el entorno, la escala del lugar, la respuesta hacia la comunidad educativa y su integración. “La clave es cómo la comunidad es acogida dentro de este contexto”, explica el arquitecto.

Para eso, la misión de los profesionales es identificar si la escuela tiene algún sello en particular. “Muchas tienen sello artístico, o bien, lo ponen en la parte deportiva y ahí es primordial que la idea matriz pueda recoger la identidad de la escuela. Luego, los espacios educativos deben ser innovadores, porque las clases ya no se realizan en un recinto cerrado frente al pizarrón. Ahora, puede cambiar la manera de enseñar. Los niños ya no aprenden solo en una clase expositiva”, comenta.

Por lo anterior, los espacios deben ser flexibles e integradores también con el medio. Y así como la sustentabilidad es importante, también lo es el confort interior que ayuda a los niños y jóvenes a estudiar adecuadamente y ser acogidos para que no pasen frío, con espacios bien diseñados. “Todos los temas de sustentabilidad van más allá en algunos casos: la incorporación de tecnología o de elementos para ahorrar energía; los paneles fotovoltaicos; y la utilización de las aguas grises”, concluye el socio fundador de Crisosto Smith Arquitectos.

Imágenes gentileza de Crisosto Smith Arquitectos.

Estrategias para reducir la demanda energética en Campus Pto. Montt de U. de Los Lagos

Luminarias de alta eficiencia, griferías automatizadas, aislación térmica y paneles fotovoltaicos son parte de la propuesta sustentable del proyecto que busca obtener la certificación CES destacada.

A cargo de la oficina de arquitectura Chauriye Stäger Arquitectos y con la asesoría de Javier González, profesional asesor CES, el Campus Puerto Montt de la Universidad de Los Lagos destaca por su manejo de radiación solar exterior, control de vientos y lluvias. En su etapa de diseño, su estrategia pasiva principal consistió en la optimización del porcentaje de acristalamiento para todas las fachadas del edificio, según su orientación.

En este proyecto, la aislación térmica se planteó como un sistema continuo, con rotura de puentes térmicos para cada uno de los encuentros y salientes del sistema constructivo planteado. En tanto, el diseño de ventanas de piso a cielo, permitirá aumentar la autonomía lumínica de los espacios, llegando a un valor UDI del 63,7% para los recintos regularmente ocupados.

Las estrategias combinadas lograrán una reducción del 30% de demanda energética. En este contexto, se realizó un análisis de la matriz energética para determinar que la electricidad tenía un valor similar al gas, aunque, menor valor proyectado a futuro, además de ventajas ambientales en la reducción de CO2. 

Asimismo, para lograr una reducción del consumo energético se propuso un sistema de climatización combinado de bomba de calor aire – aire y VRV inverter, ambos con ventilación mecánica con recuperación de calor. Además, el proyecto de iluminación se trabajó con luminarias de alta eficiencia del tipo LED, circuitos diferenciados y sensores de ocupación en zonas de baja carga de ocupación, para lograr un consumo promedio de 5,8W/m2 para el edificio.

“Como Universidad de Los Lagos, hemos ido avanzando hacia la sustentabilidad con diversas acciones: la certificación Campus Sustentable del Campus Puerto Montt en el año 2016, la creación del programa ULagos Sustentable en el año 2017, el Plan Estratégico de Desarrollo Institucional al 2030 (que considera a la sustentabilidad como uno de sus ejes fundamentales de desarrollo) y, actualmente, el proceso de elaboración de la Política de Sustentabilidad de la Universidad”, comenta Anita Dörner, vicerrectora del Campus Puerto Montt de la Universidad de Los Lagos.

Según Miguel Mansilla, encargado del Programa Campus Sustentable del Campus Puerto Montt, en lo concreto, la Universidad de Los Lagos integra la sustentabilidad en las diversas dimensiones que componen el quehacer universitario, entre las que se encuentran: Gobernanza Institucional, Academia (docencia e investigación), Cultura Universitaria, Vinculación con el Medio y Gestión Ambiental de Campus.

“Es en esto último, donde podemos mencionar avances importantes como: recambio de luminarias eficientes en edificaciones, la incorporación de estrategias de diseño con eficiencia energética y bioclimática en las nuevas edificaciones (sede Chiloé y prontamente en el Campus Puerto Montt), lo que ha permitido que la universidad pueda obtener la Certificación CES para los nuevos edificios desarrollados”, dice Mirna Brauning, encargada del proyecto de Infraestructura del Campus Puerto Montt.

Para cumplir con las exigencias de la Certificación Edificio Sustentable (CES), se incorporó un estudio de eficiencia energética y calidad medio ambiental. Éste entregará los lineamientos específicos para las instalaciones que están consideradas en el proyecto, explica Mirna Brauning. Se ha estudiado la reducción de la demanda energética a través del mejoramiento de la envolvente, abarcando los siguientes aspectos, tal como detalla Héctor Muñoz, inspector técnico de diseño del proyecto:

  • Optimización del porcentaje de acristalamiento por orientación de fachadas.
  • Aislación térmica del piso en contacto con el terreno
  • Mejoramiento térmico de los cristales.

De esta manera, se espera una reducción del 30% del consumo de energía en climatización, incorporando equipos recuperadores de calor y la generación mediante bomba de calor. Respecto de la iluminación, el proyecto cumple con que el 68% de los recintos regularmente ocupados tiene un 40% de iluminación natural.

“La reducción del consumo de agua se logra mediante la incorporación de artefactos de alta eficiencia usando grifería con control automático, logrando un ahorro de 42%”, indica Héctor Muñoz.

Como parte del compromiso de la Universidad con la utilización de energías alternativas, una superficie cercana al 20% de la cubierta, contará con paneles fotovoltaicos, los cuales además de proveer un aporte energético, tendrán un rol educativo dentro del programa de ingeniería. En el ámbito de las estrategias de ahorro de agua, el equipo de trabajo optó por la combinación de artefactos y griferías de alta eficiencia y la utilización de grifería con control automatizado de corte para los baños públicos.

“Actualmente, la Universidad de Los Lagos está ad portas de firmar el ‘Acuerdo de Producción Limpia Instituciones de Educación Superior (IES) Sustentable 2’, lo que permitirá que la institución siga transitando hacia la sustentabilidad en su gestión interna, en su diseño de infraestructura, en su vinculación con el territorio y principalmente en la formación de los futuros profesionales”, concluye Miguel Mansilla, encargado del Programa Campus Sustentable en Puerto Montt.