Infraestructura universitaria de la UC: modelos a imitar

Éstos se encuentran enmarcados en el proyecto de construcciones sustentables de la Pontificia Universidad Católica de Chile.

Edificio docente Medicina Veterinaria UC.

En 2022 la Pontificia Universidad Católica de Chile construyó el edificio docente para la carrera de Medicina Veterinaria. Se trata de una construcción de más de 4.800 m2, constituida por un laboratorio de investigación central; uno multidisciplinario; un moderno pabellón de anatomía y otro de patología, oficinas docentes y espacios para los alumnos, ubicados en el Campus San Joaquín de la casa de estudios.

La obra arquitectónica fue realizada por Dieguez Arquitectos y es una moderna infraestructura de cuatro niveles. La misma oficina de arquitectura fue la encargada del proyecto para un Edificio de Laboratorios, ubicado en Marcoleta 432. El diseño de su fachada logra -mediante un único elemento controlar el asoleamiento que recibe la fachada orientada hacia el norponiente. 

Edificio de Laboratorios, Marcoleta 432.

Tomás Dalla Porta, director de Infraestructura de la UC, fue el mandante de ambos proyectos, que se encuentran dentro del “Proyecto Construcciones Sustentables en la UC”, perteneciente a la Dirección de Infraestructura de la Vicerrectoría Económica de la casa de estudios. 

El plan de desarrollo correspondiente al período 2020 a 2025, comenta el profesional, tiene como eje de gestión institucional la sustentabilidad económica, mayor eficiencia y sinergias al interior de la universidad y avanzar en la carbono neutralidad, a través de una mayor eficiencia en el uso de los recursos de las instalaciones y nuevos estándares mínimos para la infraestructura que se construya en la universidad y mejoras graduales en las edificaciones ya existentes.

“Entre los avances en sustentabilidad y eficiencia energética implementados, el año 2020 se implementó el piloto de Certificación Edificio Sustentable (CES) en el Complejo Interdisciplinario Michel Durand, Villarrica, y en las aulas Las Pataguas, del Campus San Joaquín”, explica Dalla Porta.

Dado el éxito del piloto, comenta el director, “la UC adoptó la certificación CES como la principal metodología para lograr los objetivos planteados, ya que ésta permite evaluar de forma integral el carácter sustentable de un edificio, considerando entre otras cosas la calidad ambiental interior, uso eficiente de la energía y el agua, y el manejo de residuos de la construcción”.

Edificio cubo

En tanto, también para el Campus San Joaquín se proyectó el edificio Carreras Interdisciplinarias de la Universidad Católica. El edificio es una torre de 9 pisos más una terraza superior, cuya configuración en planta es la de un cuadrado perfecto, cuyos lados son de 25 m de longitud. Por consiguiente, en términos volumétricos, su expresión es la de un cubo y esto obedece, entre otras razones, a la búsqueda de una imagen rotunda y memorable.

Edificio Carreras Interdisciplinarias.

La envergadura del proyecto alcanza los 5.417 m2 de ampliación en torre, más 257 m2 de remodelación del pabellón existente, que data de la década de los ‘60s. Además, se gestiona la Certificación CES, por lo que se consideraron criterios de sustentabilidad en su diseño.

José Jodar, de EBP, fue Asesor CES del proyecto y comenta: “El edificio cuenta con una doble piel de lamas de madera en toda su envolvente térmica para controlar el ingreso de radiación solar. Este sistema de lamas de madera cambia su ángulo en función de la orientación de la fachada, de forma que se minimicen las ganancias de radiación solar en verano y se aprovechen durante el invierno”.

Además, explica que cuenta con una envolvente térmica aislada térmicamente, con reducción de puentes térmicos y con un alto nivel de hermeticidad para tratar de reducir lo máximo posible la demanda térmica del edificio. Esto se combina con sistemas de climatización eficientes y un sistema de ventilación mecánica con recuperación de calor para lograr un bajo consumo en climatización durante la operación del edificio”.

Respecto a la decisión de certificar, señala que “CES nos ayuda a mantener una metodología que se complementa con el proceso de análisis de nuestra asesoría de eficiencia energética, lo cual favorece que el resultado final del proyecto, teniendo en cuenta el diseño integrado, obtenga una mejor coordinación entre especialidades y se asegure el logro de los objetivo perseguidos por el proyecto en cuanto a eficiencia energética y sustentabilidad”.

Sostiene también que la participación de las especialidades del proyecto durante el proceso de diseño y, en especial, del equipo de arquitectura, liderado por el arquitecto Osvaldo Muñoz, fue fundamental para alcanzar un estándar alto de eficiencia energética y un buen resultado de certificación.

La nueva vida del Palacio Subercaseaux como Archivo Regional de Valparaíso

La remodelación a partir de las ruinas del palacio ubicado en el barrio puerto, conjuga lo existente con lo proyectado y con alto estándar de eficiencia.

A comienzos del año pasado, el Ministerio de las Culturas, las Artes y el Patrimonio, a través del Servicio Nacional del Patrimonio Cultural (SNPC), abrió el proceso de licitación para el diseño del Archivo Regional de Valparaíso. La construcción tenía el desafío de valorizar y reactivar las ruinas del histórico Palacio Subercaseaux en el barrio puerto de Valparaíso y, a la vez, el objetivo de conservar documentos y colecciones históricas. Se admitieron 13 iniciativas, siendo la ganadora la de las arquitectas Cecilia Puga, Paula Velasco y equipo. A cargo de la eficiencia energética, estuvo Antonio Espinoza de EBP.

Carolina Sepúlveda Zepeda, jefa del Departamento de Gestión de Proyectos Patrimoniales del SNPC, precisa que el objetivo de la construcción/remodelación del Palacio Subercaseaux es elaborar un proyecto de diseño y, posteriormente, la ejecución de la obra, que ponga en valor la tipología de edificio-manzana del Ex Palacio Subercaseaux, contemplando la reparación de su capacidad estructural y rehabilitando sus condiciones arquitectónicas y funcionales. 

Por ello, se considera la construcción de una obra nueva al interior del predio que dialogue armónicamente con lo existente, con el mejoramiento del entorno inmediato, de manera tal de conservar la integridad tipológica del edificio, en cuanto a sus materialidades, a la quinta fachada y al ritmo y proporciones de sus fachadas. Se respetan crujías, ritmos y proporciones existentes con materiales de primera calidad, procurando mantener la imagen histórica del vestigio que actualmente existe. Se mantiene en ritmo de la fachada, previa liberación de intervenciones discordantes, con la posibilidad de reinterpretar los vanos existentes.

De la propuesta ganadora, “se destaca el respeto de los elementos originales, conjugando adecuadamente lo existente con lo proyectado, mostrando respeto con el entorno, las alturas, teniendo especial énfasis en los criterios de intervención del edificio y ser un proyecto que se adecúa a las necesidades planteadas en el encargo y las materializa, consolidando y rehabilitando adecuadamente las fachadas existentes, a partir de las relaciones programáticas del encargo”, señala Sepúlveda.

El 10 de marzo, este proyecto ingresó al proceso de certificación CES. La representante del SNPC afirma que “tiene una gran relevancia en cuanto al estándar de la construcción con que contaremos para el Archivo Regional de Valparaíso, que nos permite ser un ejemplo a seguir para la recuperación de edificios de conservación patrimonial, sobre todo por la envergadura del proyecto y su importancia en la recuperación de Valparaíso, esperamos ser pioneros y que este tipo de iniciativas se puedan replicar para el mejoramiento de la calidad de vida de los funcionarios y ciudadanos que ocupen los edificios”.

En términos de eficiencia energética, el Asesor CES Antonio Espinoza comenta que el edificio presentaba dos problemas principales: que las piezas del Archivo tienen condiciones de control de viabilidad muy ajustados, entonces el proyecto tenía que ser capaz de proveer esas condiciones sin que las variaciones de temperatura y humedad afecten al edificio. Y también hay un problema público que es en el primer nivel, junto con el auditorio, se tiene que proveer condiciones de habitabilidad en transición, porque hay espacios de transición que se están proyectando, como dos grandes lobbies -por ejemplo- y espacios de oficina que están en la parte superior, donde hay mayor adaptabilidad, gracias a que cuentan con una cubierta extensa y una terraza que permite tanto las vistas como el control solar. 

“La relevancia que tiene la certificación CES en un edificio como el Archivo Regional de Valparaíso está principalmente en demostrar que se puede proyectar algo moderno en una envolvente, en este caso existente, patrimonial, con criterios de sostenibilidad poniendo en valor la arquitectura. Es una combinación de estos factores que van en paralelo sin superponerse uno al otro. La habitabilidad y el confort es tan importante como la arquitectura en este caso y es tan importante como las condiciones de eficiencia energética, entonces, la CES permite poner esa parte en valor. Y ha sido, en general, una herramienta que ha fortalecido mucho la calidad en la edificación, el conocimiento y el control”, explica el profesional.

Espinoza, quien es Máster en Diseño Ambiental Sostenible por la Asociación de Arquitectura de Reino Unido; agrega que la premisa de diseño del proyecto es que es un edificio que está dentro de una cáscara existente, de un envolvente de adobe, piedra o ladrillo -dependiendo de la época de construcción- con que se comunica. 

Además, “tiene una serie de vanos que son parte del edificio nuevo y eso es muy interesante, porque en el diseño tenemos que ver cómo hacer parte las condiciones de confort y habitabilidad, entre el área existente con la nueva y es por eso que tanto al sector norte como al sector sur de la parte pública, los accesos se han pensado como grandes espacios de transición. Uno es más cerrado que el otro, semi cerrado, que será climatizado naturalmente, con el control de aperturas; mientras que el otro es abierto porque también tiene que proveer el aire para los sistemas de climatización, no podemos dejarlo fuera, porque las condiciones de climatización del Archivo tienen que ser muy controladas. Entonces, la combinación de esos factores, gracias a la arquitectura, es muy importante para la parte de eficiencia energética”, especifica.

Se miden las emisiones de carbono en ciclo completo de vida de edificio certificado CES

En el marco del convenio de colaboración entre los ministerios de Energía, Obras Públicas y el IC, se desarrolló un completo análisis para el edificio del Centro Día del Adulto Mayor de Punta Arenas. El trabajo realizado por EBP Chile, como equipo consultor, permitió medir la huella de carbono en el ciclo completo, lo cual representa un hito fundamental en el camino hacia Net Zero Carbono.

En el marco del convenio de colaboración entre los ministerios de Energía, Obras Públicas y el Instituto de la Construcción, entidad administradora de CES, se desarrolló un completo análisis para el edificio del Centro Día del Adulto Mayor de Punta Arenas.

El estudio contribuyó con el levantamiento de los sistemas de cálculo de huella de carbono en la construcción y también realizar la evaluación de la intensidad de carbono incorporado y operacional, lo que permite contar con información real y cuantificable, señala Margarita Cordaro.

En una primera etapa, se revisaron las metodologías de cálculo, concluyendo que la más apropiada es la metodología RICS, que es inglesa”, detalla José Antonio Espinoza, asesor CES y Jefe de proyecto del equipo consultor de EBP.

Con dicha metodología seleccionada, analizaron etapas del ciclo de vida de la edificación, tales como la de producción de material, el transporte de materia prima y el fin de ciclo de vida, es decir, la disposición. “Hubo que tener presente que el proyecto estaba ubicado en Punta Arenas, por lo cual evaluar el transporte era fundamental”, explica el arquitecto.

Se revisaron plataformas y herramientas de cálculo para poder seleccionar la que se utilizaría para el desarrollo del estudio. Se consideraron Athena (Canadá), GaBi (Alemania), Rukaru (Chile), Tally (EE.UU), EC3 (EE.UU), ABACO (Chile) y One Click LCA (Finlandia), seleccionándose esta última.

En el escenario base se obtuvo un resultado de 1.467 toneladas de CO2 equivalentes. “Hicimos un estudio de sensibilidad donde fuimos modificando ciertas cosas, agregamos energía renovable, modificamos la ubicación del edificio y, finalmente, tomamos el edificio como si fuese Net Zero con bombas de calor geotérmicas y paneles fotovoltaicos. Hubo una reducción de 57% de la huella del edificio al pasar a 635 toneladas de CO2 en el ciclo de vida”, comenta Espinoza.

Para el asesor CES, José Antonio Espinoza, el beneficio de reducir los consumos energéticos al máximo (nivel de “energía neta cero”), implica un carbono operacional prácticamente nulo, ya que sólo se contabilizan las emisiones producidas por refrigerantes, sin tener que aumentar mayormente el carbono incorporado del proyecto.

Por último, la disposición de materiales a una distancia menor a mil kilómetros, jugó un papel clave en la reducción del carbono incorporado del edificio. Luego, de todo el trabajo en el Centro Día del Adulto Mayor de Punta Arenas, el especialista cree que Chile puede llegar a estándares muy cercanos a los de Inglaterra, donde la medida es de 800 toneladas de CO2 equivalentes. “Tenemos el potencial de mejorar si trabajamos en edificios de energía neta cero. Aunque aún nos faltan estudios para ver las diferencias que existen entre Punta Arenas y Arica”, concluye Antonio Espinoza.

Importancia del estudio

El objetivo general del convenio consistió en “aportar a la ampliación del alcance y a la mejora del modelo técnico de la CES, en cuanto ésta permite evaluar, calificar y certificar el comportamiento ambiental de edificios en Chile y así fomentar su uso en distintos tipos de edificaciones”, señala Bárbara Rodríguez, de la Unidad Edificación y Ciudades de la División de Energías Sostenibles del Ministerio de Energía. A su juicio, “este objetivo es complementario con lo que señalará la futura Ley de Eficiencia Energética respecto a la calificación energética de la edificación de uso público, comercial y oficinas nueva y uno de los objetivos específicos de este convenio apunta a ‘crear una etiqueta informativa que permita mostrar los resultados de eficiencia energética certificados por CES’”.

Por ello, Rodríguez comenta que durante el año 2021 y teniendo presente los nuevos desafíos que impondrá la futura Ley de Eficiencia Energética a la edificación nueva, en conjunto con el equipo técnico de la Unidad Edificación y Ciudades de la División de Energías Sostenibles, “se trabajó en reformular las actividades del objetivo específico antes mencionado, de manera tal que el nivel de profundidad al desarrollo de la etiqueta, pero también a profundizar en los temas de edificación cero emisiones netas. Desde esta perspectiva, para nosotros este convenio fue un éxito, puesto que permitió sentar las bases de una definición cero emisiones en nuestro país”.

En este contexto, la vicepresidenta del Comité Directivo CES y jefa del Departamento de Construcción Sustentable de la División Edificación Pública de la DA, Margarita Cordaro, destaca la relevancia de poder contar con edificios en operación que reúnen las condiciones para aplicar un proyecto piloto, como fue el caso del Centro Día Adulto Mayor de Punta Arenas. “Es importante destacar que esta medición de huella de carbono se realiza sobre un proyecto de diseño y obra, que obtuvo Premio CES año 2019, alcanzando el nivel de Certificación Destacada y que tiene un tiempo de operación del orden de cuatro años por la institución mandante”, afirma.

Y es que la eficiencia, aplicación y validación es parte del compromiso de la DA para cumplir -a través de la gestión de proyectos- con exigencias nacionales e internacionales. El Plan de Adaptación y Mitigación de los Servicios de Infraestructura al Cambio Climático (MOP-Ministerio del Medio Ambiente) y el aporte para postular la cartera a los bonos verdes soberanos (MOP-Ministerio de Hacienda), que se realiza sobre las emisiones en operación, fueron significativos en este sentido. “Es relevante posicionar el valor que tiene la gestión de certificación CES, en la calidad de los edificios públicos y de uso público y, por lo tanto, debemos fortalecer el proceso de medición, evaluación y su constante difusión y mejoramiento”, sostiene la vicepresidenta del comité directivo de CES.

En ese sentido, el trabajo integrado entre el Ministerio de Energía, la Dirección de Arquitectura del MOP y CES, administrada por el Instituto de la Construcción, para estudiar y evaluar la intensidad de carbono incorporado y operacional en un edificio de uso público con alcance desde la cuna a la tumba fue de suma importancia. 

“El convenio nos permite seguir avanzando en el desarrollo sustentable de la edificación pública y el cumplimiento de los compromisos internacionales de medio ambiente, que ha adquirido el país. En lo interno, se requiere avanzar en futuros procesos de medición de huella de carbono, que para establecer una línea base de distintas edificaciones en zonas climáticas variadas en Chile”, argumenta la arquitecta.

Los resultados de este estudio están disponible en la sección Documentos del sitio web de CES: https://certificacionsustentable.cl/documentos/?dir=77

El escenario post COP26: nuevos enfoques de sustentabilidad para lograr las metas a 2030

Las políticas Net Zero Energía y Net Zero Carbono fueron abordadas en el webinar “Nuevos enfoques de sustentabilidad en construcción en el contexto internacional.

Chile busca alcanzar la carbono neutralidad al año 2050. El objetivo no es menor y, por ello, se han definido 55 metas de avance para el año 2030. Estas buscan encaminar al sector construcción hacia una industria más eficaz en el uso eficiente de la energía y con un mayor control de las emisiones de gases de efecto invernadero en el contexto de cambio climático y en la proyección de crecimiento en el área inmobiliaria.

Al comenzar el webinar “Nuevos enfoques de sustentabilidad en construcción en el contexto internacional”, Katherine Martínez, subgerente de Desarrollo de la Corporación de Desarrollo Tecnológico (CDT), recordó estas metas nacionales. 

Asimismo, en el encuentro quedaron reflejados los frutos del trabajo colaborativo entre el Ministerio de Energía, la Dirección de Arquitectura del MOP, el Instituto de la Construcción y Certificación de Edificio Sustentable (CES), en los que se han planteado las bases para el trabajo específico dentro de los próximos años.

“Hay avances para que la carbono neutralidad tome más fuerza en el desarrollo de todo proyecto inmobiliario”, dijo Gabriel Prudencio, jefe de la División de Energías Sostenibles del Ministerio de Energía, respondiendo a uno de los cuatro ejes que la reducción de gases de efecto invernadero a través de la diversificación de la matriz energética; el desarrollo de la electromovilidad; el hidrógeno verde y la reducción de emisiones en todos los procesos industriales y edificaciones. “Vemos con muy buenos ojos lo que están realizando las diferentes organizaciones, para poder ampliar y mejorar los modelos técnicos de certificación de edificaciones sustentables, que permitan medir la huella de carbono”, señaló.

Por su parte, Margarita Cordaro, jefa del Departamento de Construcción Sustentable de la Dirección de Arquitectura del Ministerio de Obras Públicas, valoró el convenio que tiene con el Ministerio de Energía y el Instituto de la Construcción, el cual representa una trayectoria enorme. “Recientemente estuvimos presentes en la COP26 con la formulación temprana de sustentabilidad. Nuestro aporte va enfocado hacia la parte operativa, en la que se miden, se evalúan y certifican las obras. En este contexto, el convenio nos permite medir para llegar a una Net Zero Energía y Net Zero Carbono”, dijo.

Para Paola Molina, presidenta del Comité Directivo de CES, un acuerdo tripartito es una gran oportunidad para diseñar, desarrollar y ejecutar obras más competitivas, más eficientes, que minimicen su impacto en el ecosistema. “Pudimos constatar en la COP26, que el sector construcción es una de las áreas donde podemos generar más pronto acciones para poder mitigar y adaptarnos al cambio climático”, afirmó en este aspecto. De ahí que el uso de instrumentos como las certificaciones sea vital para mejorar los estándares y medir el avance de la construcción sustentable en Chile.

Temas abordados

Para desarrollar el camino hacia la Net Zero Energía y Net Zero Carbono, en el marco del convenio de colaboración, se desarrolló un estudio de modo de poder definir para Chile los alcances de ambos conceptos. El estudio fue ejecutado por EBP Chile y el Centro Tecnológico para la Construcción CTeC.

“El objetivo general del estudio es definir aspectos técnicos que nos permitan desarrollar la definición Net Zero Energía para Chile e integrarse a la certificación CES”, comentó Natalia Reyes, investigadora del CTeC. Según la especialista, a nivel internacional, existe una política pública fuerte junto a una estrategia comunicacional efectiva, donde, “incluso muchos ministerios han cambiado sus nombres, como el Ministerio de la Transición Ecológica en España, por ejemplo, posicionando el cambio a nivel comunicacional”.

Un referente destacado por Monserrat Bobadilla de la agencia EBP, es Suiza donde las certificaciones ya han sido adaptadas a marcos regulatorios. Allí, hay demandas máximas de 35 kW/h/m2 año, suplir el consumo energético con autoproducción y con un 0% de matriz energética fósil, recalcó la investigadora, argumentando que “es más fácil adaptarse con este instrumento, ya que otros buscan reducir en porcentajes”.

Asimismo, Bobadilla comentó el caso español, donde valoró aspectos como: las instalaciones térmicas de la edificación; las condiciones para la iluminación limitando la potencia máxima y un sistema de control y regulación; además de contribución mínima de energía renovable; agua caliente sanitaria; envolventes; entre otros.

Los instrumentos que ayudarán a validar la Net Zero Energía como Net Zero Carbono permitirán generar los nuevos lineamientos para el desarrollo de futuras certificaciones CES, según el jefe de CES, Hernán Madrid, quien adelantó las ventajas de la nueva plataforma, además de las consideraciones en la versión 1.1.

Finalmente, Bárbara Rodríguez, profesional de la Unidad de Infraestructura, Edificación y Ciudades del Ministerio de Energía, aseguró que “al 2025 debemos contar con la información de carbono incorporado de todas las edificaciones nuevas y existentes, un gran trabajo en las metodologías, gobernanza, levantamiento y disponibilidad de datos. En 2030 esperamos que el 100% de los edificios reporten públicamente su huella de carbono operacional e incorporado, a través de un instrumento obligatorio”.