Ventilación e iluminación natural, artefactos de bajo consumo y sistemas de recuperación de calor caracterizan el diseño de edificios de amplios espacios, que desafían a los arquitectos con enfoque sustentable.
Polideportivos, gimnasios, estadios y hasta piscinas han logrado la certificación CES, buscando comprobar los atributos de eficiencia energética que garantizan el confort de los usuarios. Trabajar en estos recintos tiene sus particularidades y, por lo mismo, los arquitectos desarrollan sus proyectos multidisciplinariamente para lograr un resultado final que, a todas luces, destaca por sustentabilidad y comodidad.
“Incorporar a estos recintos condiciones de confort térmico, de sustentabilidad energética y disminuciones de consumo son elementos vitales. Permiten edificios útiles, perdurables, confortables en el tiempo que son aportes reales para la sociedad”, dice Pedro Bartolomé de Bis Arquitectos, oficina responsable de la Piscina Municipal de Talca, recientemente reconocida con el Premio CES 2021.
Según el arquitecto, la particularidad de las herramientas CES es que se adaptan tanto para condiciones de poca intensidad como para intensidad máxima, donde él visualiza un criterio importante de por medio, para no sobredimensionar equipos. “En el caso de la piscina, desde nuestra asesora CES que fue Fernanda Soto hasta la entidad evaluadora tuvieron que aplicar criterios que no son tan usuales y que permiten validar el edificio. Hoy en día CES cada vez tiene más tipologías particulares para trabajar, como para aeropuertos, por ejemplo”, destaca.
Y es que la arquitectura de un recinto deportivo es muy distinta a la de un espacio habitacional o destinado a oficinas. “En los gimnasios se trabaja con criterios más amplios, porque la climatización es diferente. Se busca un uso adecuado, entendiendo que dentro hay generación de calor, debido a la actividad deportiva. A veces uno tiende a calefaccionar sectores más enfocados como las graderías más que llevar todo el recinto a temperaturas de confort”, explica Pedro Bartolomé.
Luz natural
Para el arquitecto la iluminación es también un punto importante en cuanto a homogeneidad. Por eso, se busca aprovechar la luz natural, para que en épocas medias del año solo se usen las ganancias naturales a través de ventanas o paños translúcidos. En tanto, Tomás Prado de Prado Arquitectos, oficina responsable del Polideportivo Municipal de Collipulli, rescata el respeto por el lugar. “Usamos los árboles existentes como elementos pasivos de eficiencia energética, para que en la arquitectura puedan posicionarse en el lugar de acuerdo a las orientaciones”, comenta.
De esta manera, se logra controlar el sobrecalentamiento de los edificios para que tengan confort, sin que sean necesarios equipos mecánicos para calefaccionar o enfriar. “Se optimiza mucho la iluminación durante el día, para no tener que usar la iluminación artificial. La idea es que esta se encienda cuando empiece a oscurecer. Se usan equipos de bajo consumo. También todos los equipos de ducha, WC y lavamanos son con tiempos controlados de uso, entonces se van produciendo ahorros. Además, se trabaja con buena aislación para que el calor se mantenga y los gastos generales no suban”, detalla el arquitecto.
Otra característica propia de la arquitectura deportiva es que el gran espacio principal tiene un gran volumen de aire y es en ese gran volumen donde se debe buscar el mayor confort térmico. “Eso hay que tratar de regular y como hay grandes cubiertas, hay que preocuparse de que estén bien aisladas”, dice Tomás Prado.
Recuperación de calor
Para las condiciones de invierno, los espacios deportivos suelen contar con sistemas de recuperación de calor, donde se traspasa el calor del aire que se extrae del edificio al aire fresco que ingresa, lo que permite ahorrar en climatización. “En climas más adversos, cuesta calentar un gimnasio, entonces hay que tratar de que no se enfríe tanto, para que después calentarlo no cueste”, explica el profesional de Prado Arquitectos.
Los desafíos de eficiencia energética no son ajenos para el Ministerio de Obras Públicas. Por eso, Pedro Rojas, seremi de Obras Públicas de Coquimbo, explica que, a través de la Dirección de Arquitectura, se ha trabajado enormemente para que todos los diseños realizados contemplen estos parámetros.
“Este norte para nosotros es muy relevante. Personalmente, he tenido la posibilidad de trabajar directamente en infraestructura desarrollada con estos parámetros de Certificación Edificio Sustentable. Es así como en el Centro Deportivo Integral de Caldera (hoy Centro Elige Vivir Sano de Caldera), donde trabajé con Pablo Herman, arquitecto del proyecto, nos llevó a varios desafíos. En infraestructura deportiva es un reto la envergadura, los grandes niveles de aire en su interior”, indica Pedro Rojas. Este proyecto fue desarrollado por el Instituto Nacional del Deporte.
Según el seremi y también arquitecto, poder mantener las condiciones de habitabilidad con un consumo bajo de energía fue lo más importante en el trabajo con el centro deportivo. “Tuvimos que diseñar espacios con ventilación cruzada desde los inicios, pensando desde las bases del proyecto, porque hay que partir los diseños considerando estas condiciones desde un comienzo”, señala.