Desafíos del sector construcción de Chile después de la COP26

Por Paola Valencia M., ex secretaria ejecutiva de la Secretaría Ejecutiva Construcción Sustentable, Minvu, y actual gerenta de Sostenibilidad de la empresa E3.

Entre el 31 de octubre y el 12 de noviembre de este año se desarrolló, en la ciudad de Glasgow, la 26ª Conferencia de las Partes (COP26), de la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático. Esta conferencia contó con la asistencia de veinticinco mil delegados de 200 países, y alrededor de 120 jefes de estado.​ Finalmente, después de 24 horas del cierre de la cumbre, el sábado 13 de noviembre, se logró adoptar el “Pacto de Glasgow” entre 197 naciones.

El Pacto Climático de Glasgow supone un progreso gradual y no el avance decisivo necesario para frenar los peores impactos del cambio climático, lo que repercute en que no se logra el acuerdo, tan ansiado, de limitar el calentamiento global a 1,5 °C al 2100, sobre los niveles preindustriales. Si no, por el contrario, los anuncios realizados sólo logran llegar a una estimación de 2,4 °C. Esto teniendo presente que según el sexto y último informe del IPCC (2021) ya hemos alcanzado más de 1 C° con respecto a los niveles preindustriales.

Por otra parte, el Pacto señala que los actuales planes climáticos nacionales, las contribuciones determinadas a nivel nacional (NDC), están lejos de lo necesario para alcanzar 1,5 °C que pide el pacto de París. Esto muestra una diferencia importante entre objetivos de cero emisiones a largo plazo y los planes de reducción de emisiones de corto plazo. Es por esto que propone que los Estados miembros presenten a finales de 2022 nuevos compromisos nacionales de recortes de emisiones de gases de efecto invernadero, tres años antes de lo previsto, aunque “teniendo en cuenta las diferentes circunstancias nacionales”.

La participación de Chile en la COP26 fue bastante activa considerando que en primer lugar entregó la presidencia a Reino Unido, por otra parte, presentó la Estrategia Climática de Largo Plazo para todos sectores de Chile y la delegación chilena participó en una serie de eventos. 

Dentro de esta participación se destaca la presencia de Chile en tres eventos vinculados al sector construcción. El primero realizado el 01 de noviembre denominado “Navigating The Transition To Zero Carbon Buildings” organizado por el Global Alliance for Building and Construction (Global ABC), del United Nations Environment Programme, en este evento participó Carolina Urmenta, jefa de la oficina de Cambio Climático del Ministerio de Medio Ambiente, quien se refirió al trabajo interministerial que lidera el Minvu en construcción sustentable y los desafíos que tenemos por delante para poder lograr la carbono neutralidad.

En segundo lugar, el Ministro de Vivienda y Urbanismo de Chile, Felipe Ward, participó el día jueves 11 de noviembre en el encuentro de “Ministros y alcaldes sobre edificaciones como soluciones críticas para el cambio climático”, donde detalló los objetivos de la ECLP, que establece metas para siete sectores para alcanzar la carbono neutralidad de Chile a más tardar al 2050, y en la que el Minvu es responsable del cumplimiento de 9 objetivos asociados a un total de 55 metas al 2030 y 2050. Entre ellos, destacan acondicionar 36.000 viviendas al año al año 2030; aplicar en el 50% de las regiones de Chile políticas de suelo e integración social y la implementación de nuevos estándares de aislación térmica en edificios, para ahorrar –en relación a los números actuales- un 50% en calefacción al 2030 y al 2050 lograr el 100% de trazabilidad de residuos de la construcción y demolición.

Adicionalmente, el ministro destacó diversas acciones sectoriales impulsadas o coordinadas desde el Minvu en materia de cambio climático y resiliencia, entre ellas se destaca; Plan Ciudades 2050, Mesa Interministerial de Construcción Sustentable, Plan Nacional de Construcción Sustentable 2050, Estrategia Nacional de Huella de Carbono para el Sector Construcción, la Calificación y Certificación sustentable para edificios y viviendas, Programas de Gestión de Riesgo de Desastres, entre otros.

Por último, el ministro Ward firmó el Compromiso de ser parte del Global ABC, comprometiendo el trabajo coordinado entre diferentes actores, de reflejar objetivos, políticas y medidas específicos relacionados con la construcción en los NDC, planes nacionales de acción climática y estrategias a largo plazo y alinear todos los fondos relacionados con los edificios, para lograr las reducciones esperadas.

Después de la experiencia de la COP26 y COP25, se fortalece la idea de que Chile, al igual que todos los países, debe comprometer acciones más ambiciosas. En particular en el sector construcción hay un gran desafío por delante que implica abordar los modelos de negocio de la industria bajo una perspectiva ambiental y social de largo plazo y sólo podremos lograr una industria verde y cero emisión cuando se incorporen los costos de los efectos ambientales y sociales en los modelos de negocio del sector.

Fuente: Construye2025

Primer Diagnóstico de Desarrollo Sostenible para el Sector Construcción

Por María Fernanda Aguirre, directora ejecutiva de Chile Green Building Council.

De acuerdo con el World Green Building Council, los edificios consumen el 36% de la energía producida y son responsables del 39% de las emisiones globales de carbono, por lo que el mayor desafío para nuestro sector será resolver cómo mitigar y adaptarnos a los inevitables efectos del cambio climático mientras generamos valor social a través de la resiliencia.

En respuesta a estos desafíos, y tras varios años de trabajo junto a aliados globales, en septiembre del 2020, el WorldGBC lanzó oficialmente su estrategia “Sustainable Buildings for Everyone, Everywhere” que proporciona los lineamientos con los cuales los más de 70 GBCs o Consejos de Construcción Sostenible alrededor del mundo, estamos trabajando con el objetivo de acelerar la transformación de la industria de la construcción a una que se base en 3 pilares principales como son: acción climática, salud y bienestar, recursos y circularidad y levantando los desafíos y oportunidades de nuestro sector en relación a los Objetivos de Desarrollo Sostenible de Naciones Unidas. 

En octubre del 2020, Chile Green Building Council inició los HUBS de trabajo con socios de la corporación pertenecientes a distintos rubros de la cadena de valor del sector, con el objetivo de levantar información específica de la construcción en nuestro país e identificar brechas y aportes de los distintos actores. 

Este trabajo colaborativo y de investigación, se consolidó en el “Primer Diagnóstico Sectorial de Desarrollo Sostenible para Chile”, un trabajo pionero en nuestro país y Latinoamérica que fue lanzado el 28 de octubre de este año durante el International Summit en el marco de la Chile Green Building Week 2021. 

Si bien reportar en relación a los 17 Objetivos de Desarrollo Sostenible es un tema cada vez más extendido entre empresas e instituciones de distintos rubros, sigue haciendo falta el articular estos avances con las distintas políticas públicas y escalarlo a una dimensión territorial, ya que las ciudades en un futuro no lejano, deberán albergar una población que para el 2050 se incrementará en 27%, lo que requerirá que el stock de inmuebles disponibles se duplique.

Por lo tanto, es mandatorio que tanto las nuevas edificaciones como las existentes, cuenten con atributos de sustentabilidad validados, siendo aquí donde sistemas de certificación como CES, cobran gran relevancia al momento de evaluar y calificar múltiples aspectos de desempeño de excelencia en lo ambiental y lo social, demostrando, además, que tener construcciones certificadas también proveen beneficios económicos importantes. 

Dentro de las conclusiones extraídas como parte del trabajo realizado para la elaboración del diagnóstico, se identificó la gran importancia de impulsar las certificaciones como herramientas movilizadoras del mercado ya que éstas, además, proporcionan datos que permite contar con información cuantitativa para robustecer metas y mejorar las políticas públicas. 

Adicionalmente, están fuertemente alineadas con indicadores de los Objetivos de Desarrollo Sostenible por lo que los datos que entregan facilitan tanto reconocer los avances como identificar las brechas y, de esta forma, hacer más eficientes las acciones de nuestro sector. 

Es fundamental avanzar en instrumentos que contribuyan a incrementar la masa crítica de inmuebles certificados de administración pública y privada y que las distintas herramientas como la Certificación Edificio Sustentable, se consideren como insumos importantes al momento de reportar en el marco de las metas de Naciones Unidas. 

El Primer Diagnóstico de Desarrollo Sostenible para el Sector Construcción está disponible AQUÍ en sección Documentos de Interés.

Ley de Eficiencia Energética: construcción sustentable y cambio climático

Chile es un país altamente demandante de energía. Por eso, la gestión del recurso y el etiquetado energético de edificaciones fueron prioridades en la elaboración de la nueva normativa que apuntará a mitigar los efectos del cambio climático.

En el webinar “Iniciativas que mejoran la sustentabilidad de la edificación en Chile”, organizado por los ministerios de Energía y Obras Públicas, junto con el Instituto de la Construcción y Certificación Edificio Sustentable (CES), se abordó el contexto e implementación de la Ley 21.305, sobre eficiencia energética. Gabriel Prudencio, jefe de la División de Energías Sostenibles del Ministerio de Energía, expuso una serie de antecedentes sobre el consumo de energía en Chile.

El profesional hizo hincapié en la necesidad de lograr una transición energética eficiente y vinculada a la construcción sustentable, con miras a mitigar el impacto del cambio climático. “La realidad del consumo energético en Chile refleja que un 22% de ésta corresponde a uso residencial, público y comercial; 36% a transporte y 38% a industria y minería”, detalló Prudencio. En este sentido, se refirió a la importancia de institucionalizar la eficiencia energética, es decir, formalizar una visión país a través de un Plan Nacional de Eficiencia Energética, actualizado cada cinco años, que incluyera procesos participativos y fuera aprobado por el Consejo de Ministros para la Sustentabilidad.

Además, el especialista explicó que nuestro país debe hacerse cargo, al menos, de tres grandes consumos energéticos:

– Gestión energética de los grandes consumidores: hacer una gestión activa del gasto de energía. Éstos deberán informar anualmente sus consumos y, además, las empresas con mayor consumo de energía deberán implementar un Sistema de Gestión de la Energía (SGE), fiscalizado por la Superintendencia de Electricidad y Combustibles.

– Estándares de eficiencia para vehículos: la ley pretende promover la renovación del parque vehicular con automóviles más eficientes, fijando estándares para vehículos livianos, medianos y pesados. Tanto los importadores como los representantes que comercializan estos automóviles, deberán cumplir con ese estándar para el promedio de los vehículos que puedan vender cada año.

– Etiquetado energético de edificaciones: para que los usuarios cuenten con mejor información al momento de comprar un inmueble, es que se instauró la calificación energética o etiquetado de todas las edificaciones nuevas. Esto incluye viviendas, pero también edificios de uso público, edificios comerciales y oficinas. El etiquetado deberá obtenerse antes de la recepción final del inmueble y con la opción de una precalificación de las etapas anteriores para fines publicitarios, siendo mandatados a cumplir con esta obligación tanto las empresas constructoras e inmobiliarias como los servicios de vivienda y urbanismo en todo Chile.

“Esta información sobre la eficiencia o el consumo energético que tendrá la calificación no necesariamente exige el cumplimiento de un estándar mínimo, sino más bien constata justamente cómo son los usos energéticos de la vivienda en el tiempo”, explicó Gabriel Prudencio.

En 12 meses, debiera estar creado el Reglamento de Calificación de Viviendas y, asimismo, en un año, debería establecerse el Reglamento de Evaluadores Energéticos. Asimismo, la nueva norma fijó un plazo de 36 meses para desarrollar el Reglamento de Calificación de Edificios de Uso Público, Comerciales y Oficinas.

De aplicarse todas las medidas contempladas en la ley, el Ministerio de Energía estima una reducción de intensidad energética del 10%, un ahorro acumulado de US$15.200 millones y una reducción de 28,6 millones Ton CO2. El Plan Nacional de Eficiencia Energética se revisará cada cinco años y considerará edificación, transporte, ciudades inteligentes, sectores productivos, educación y capacitación, entre otros aspectos, con un enfoque participativo.