Actualmente, existe una gran oportunidad para poder avanzar en reducir el consumo energético de los edificios, incorporando mejoras a nivel de diseño que no significan un mayor costo para los mandantes.
Lo ha señalado Christiana Figueres, secretaria ejecutiva de la Convención Marco de Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (CMNUCC): las ciudades del futuro serán cada vez más pobladas, limpias y conectadas con edificios que serán orgánicos, eficientes y resilientes.
Y es que se está produciendo un cambio en el eje del liderazgo mundial, con fuerzas del mercado empujando la demanda de energías limpias con productos y ciudades sustentables, porque esto se ha convertido en un buen negocio. Y si se tiene en consideración que si un 60% de las ciudades están aún por construirse, se puede ver que esto recién está comenzando, de acuerdo con la opinión de Carlos Bascou, representante de la Cámara Chilena de la Construcción (CChC) en el Comité Directivo de Certificación Edificio Sustentable (CES).
Los centros geopolíticos, las mega tendencias de envejecimiento de la población y de concentración de las ciudades, las personas y la calidad de vida de ellas se están volviendo temas centrales a nivel global, y en eso, todo el entorno de la construcción incide muchísimo en el consumo energético con casi un 30%. Por lo tanto, “hay una tremenda responsabilidad del sector por impactar positivamente en las personas y el planeta”, dice Carlos Bascou. De hecho, algunos países en Europa han impulsado fuertes cambios en sus nuevas edificaciones para conseguir que sean Net Zero, es decir, que todo lo que consuman en energía lo produzcan los mismos edificios, por lo que ya hay cambios regulatorios que se vienen en curso a nivel de políticas gubernamentales. “La construcción ya no solo deberá enfocarse en los aspectos de seguridad, cumplimiento de plazos, calidad y presupuesto, pues se ha incorporado un nuevo desafío que es la sustentabilidad, existiendo aquí una tremenda oportunidad delante de nuestra industria”, especifica Bascou.
Pasos en Chile
A nivel local, claramente, la construcción sustentable hoy implica introducir novedades o alterar la manera como por años hemos desarrollado nuestras construcciones. Aspectos claves como la eficiencia energética, la iluminación, la calidad del ambiente interior, el consumo de agua y el confort acústico se han mantenido sin grandes cambios a través de las décadas.
El nivel de la construcción sustentable en Chile es aún incipiente. “Si bien hay mucho interés y curiosidad, lo que es bueno, pues potencia y acelera los cambios; estamos recién comenzando y queda mucho por hacer si nos comparamos con países nórdicos o desarrollados”, opina Hernán Madrid, jefe de CES, y agrega que “el nivel más adecuado, será cuando la demanda inmobiliaria, desde las personas a las empresas, esté ‘educada’ para diferenciar entre productos inmobiliarios sustentables y los que no lo son”.
Hoy poder reducir el consumo energético es una tremenda oportunidad para el sector inmobiliario y de la construcción. ”Existen proyectos que han logrado reducirlo entre un 30% y 60%, sin necesariamente encarecer los costos de construcción, y si lo anterior lo aplicamos a la vida útil de un edificio, los beneficios, tanto económicos como relacionados a la huella de carbono, son enormes”, explica el ingeniero civil.
En este contexto es que existe la Certificación Edificio Sustentable (CES), un sistema chileno que permite evaluar, calificar y certificar los comportamientos ambientales de edificios de uso público, tanto nuevos como existentes.
Hasta el momento existen claros ejemplos desde el Ministerio de Obras Públicas que, a través de los proyectos de la Dirección Nacional de Arquitectura, incorporó CES como requisito obligatorio dentro de los términos de referencia de un 77% de sus licitaciones en modalidad de diseño y pago contra recepción de obra, cifra que supera el compromiso realizado del 65%, y se espera se eleve al 80% durante 2017. Además, durante este año se han sumado otras Direcciones del MOP incorporando CES en sus proyectos, como la de Aeropuertos y de Concesiones. De la misma forma, el Ministerio de Educación -que ha tenido una participación activa desde el proceso de desarrollo de CES con gran interés en su promoción-, ha incorporado a Certificación Edificio Sustentable como exigencia dentro de los proyectos que desarrolla bajo el estándar “Sello”. Se trata de una de las líneas clave dentro de su Plan Estratégico de Infraestructura Escolar 2014-2018, enmarcado dentro de las políticas de Fortalecimiento de la Educación Pública (FEP).
En tanto, el Instituto Nacional del Deporte también ha confirmado su interés por certificar con CES los nuevos Centros Deportivos Integrales que ha comenzado a construir dentro en diferentes comunas del país. A la fecha se han inscrito siete proyectos y el primero de ellos, ubicado en San José de la Mariquina, en la Región de Los Ríos, ya se encuentra precertificado.
Entre los esfuerzos privados, destaca el realizado por la Cámara Chilena de la Construcción -institución que es parte de convenio cuatripartito de CES- por evaluar para certificar sus sedes regionales, y de empresas ligadas la CChC, como el caso de Mutual y Caja Los Andes, cuyo nuevo Edificio Corporativo fue certificado CES nivel Destacado.
“Esto nos permite trazar objetivos ambiciosos, tales como ampliar el número de edificios a certificar incorporando nuevas tipologías, como las hospitalarias, y extender la cobertura. Para 2017 se espera continuar creciendo y diversificar el campo de acción. Hasta octubre, en 2017 CES cuenta con 48 proyectos inscritos y un total de 88 desde que implementó esta certificación.
Proceso integrado de diseño (PID)
Por El PID es un método de trabajo en equipo desde la fase inicial del proyecto. Permite lograr una construcción sustentable con menor costo de construcción, menor costo de operación y mejor calidad del ambiente interior. “Asegura que se discutan, se entiendan y se resuelvan problemas que puedan impactar el comportamiento sustentable. Ayuda a que el cliente, el arquitecto y los especialistas tomen decisiones optimizadas y posibilita conseguir altos niveles de rendimiento. Cambios en el proceso de diseño pueden aportar grandes mejoras en el funcionamiento de los edificios”, comenta Norman Goijberg, vicepresidente Comité Directivo CES.
El proceso de integración del equipo desde el inicio permite hacer ajustes con un mejor resultado y un menor costo; “más tarde, el proceso se ha rigidizado y la intervención tiene un costo mayor”, añade el arquitecto.