Aysén: proyectos que vencen el clima extremo 

Pese a las complejidades climáticas y geográficas, la región de Aysén del General Carlos Ibáñez del Campo gana terreno en la certificación CES. Estas son las estrategias de diseño de los proyectos que, incluso, han obtenido destacados puntajes.

Hogar de Ancianos Padre Antonio Ronchi.

Chile Chico, Coyhaique, O’Higgins y Aysén son las cuatro comunas en las que durante los últimos dos años se han concentrado los proyectos que han ingresado al proceso de certificación con CES, sumando un total de 13 proyectos de la región de Aysén del General Carlos Ibáñez del Campo. Seis de ellos ingresaron en 2023.

Algunos de ellos fueron apoyados por la arquitecta Catalina Yurisic Alvarado, como asesora CES. A su juicio, ha crecido el interés por certificar proyectos en la región, dado que “tiene un clima bastante extremo, uno de los más fríos de nuestro país y, a la vez, con baja radiación solar, por lo que gran cantidad de actividades que en otras zonas pueden ser exteriores, allá se realizan al interior de los edificios”.

De esta manera, hay gran conciencia de la importancia del confort interior y la eficiencia energética que esto requiere. Asimismo, “los proyectos se ven largamente beneficiados al adquirir los estándares CES, ya que generan un mayor confort interno para sus ocupantes y pueden ahorrar un porcentaje importante en sus gastos de operación, junto con un menor ausentismo (menos enfermedades entre sus ocupantes), y con la certificación se asegura que los estándares sean los óptimos para la zona”, opina Yurisic.

Por su parte, “la DA Aysén mantiene los lineamientos que el MOP en general aplica para con sus proyectos, esto es proyectar y construir servicios de infraestructura que sean sustentable y resilientes, continuando el trabajo que impulsó en su momento la Dirección Nacional de Arquitectura en conjunto con otros socios estratégicos del ámbito público y privado”, dice Paola Azócar, directora arquitectura de la región de Aysén.

Por ello, buscan que junto con que cada construcción perdure en el tiempo, “responda también adecuadamente a las necesidades de los territorios como el de Aysén, que se mantenga un adecuado tratamiento de los residuos y que en la operación se disminuyan los costos y la generación de energías innecesarias”, sostiene. 

Complejidades propias de la zona

Desde el punto de vista de las condiciones climáticas de la región, el mayor desafío que deben enfrentar los profesionales de la región en sus diseños es el frío. “Ésta presenta muy bajas temperaturas en todo su territorio, acentuándose más hacia el interior, las que están normalmente bajo la media de confort deseado para el ser humano”, explica la asesora CES.

A la vez, esta región presenta una baja radiación solar, ya que los rayos del sol llegan de forma más oblicua y, por lo tanto, calientan menos la superficie terrestre. Así, “estas dos condiciones, bajas temperaturas y baja radiación, son abordadas de diferente manera, ya que por un lado buscamos aislarnos del frío exterior, pero por otra parte, necesitamos abrir los espacios para obtener la mayor radiación y luminosidad natural posible, por lo que hay que encontrar la mejor combinación para satisfacer ambas variantes”, explica.

Adicionalmente, hay importantes lluvias en algunas zonas de la región, principalmente en la costa, lo que disminuye considerablemente a mayor altura y hacia el interior. En esos casos, “debemos protegernos de esta variable considerando zonas secas o protegidas para que no ingrese el agua o la nieve al interior de los edificios, junto con sellos adecuados para impermeabilizar la envolvente”, añade.

Principales estrategias

Como asegura Catalina Yurisic, la principal estrategia para este tipo de complejidades es una buena aislación térmica, gracias a una envolvente térmica adecuada en todo el perímetro del edificio. Junto con eso, “hemos implementado estudios de ganancias solares, con la incorporación de lucarnas o utilizando sistemas que generen ganancias tipo invernadero en los proyectos, lo que junto con ayudar a la temperatura interior contribuye a tener una mejor iluminación natural y disminuir el consumo eléctrico”, especifica.

Por su parte, Paola Azócar da cuenta que en particular, en la región de Aysén “es primordial poder aplicar estas estrategias que permitan contar con edificaciones que generen el menor impacto en lo ambiental y en su entorno, y que trabajen por reducir los costos en las etapas de construcción y de operación”. Por ello, es clave “proyectar teniendo claras las condiciones climáticas de cada zona de la región, aplicando materialidades adecuadas y considerar las logísticas de construcción para llegar a los lugares más apartados, como por ejemplo territorios insulares o más lejanos del eje principal de conectividad (ruta 7)”, complementa la autoridad regional.

Es por eso que también es una variable a considerar la dificultad de acceso de los materiales. “Hemos trabajado en el proceso de diseño de varios proyectos en esta región, por lo que hemos ido adquiriendo experiencia en las necesidades propias del lugar y la factibilidad de materiales”, dice Catalina Yurisic.

Buenos resultados

Otra novedad de la región han sido proyectos con altos puntajes, como el Hogar de Ancianos Padre Antonio Ronchi, que obtuvo 83 puntos en la etapa de precertificación, alcanzando el nivel Sobresaliente. 

Por otra parte, Yurisic cuenta de otros proyectos precertificados CES, que alcanzaron nivel “Destacado” y es posible que opten a sobresaliente en etapa de construcción. También está asesorando al “Edificio Consistorial de Chile Chico”, el cual está postulando a la certificación con versión CES 1.1, “por lo que esto es un nuevo desafío para nosotros, ya que este manual es más exigente y con variables diferentes, por lo que estamos buscando nuevas oportunidades para hacer de este un edificio sustentable”, precisa.

Edificio Consistorial Chile Chico.

Y la arquitecta espera que CES se “siga extendiendo en todas las regiones de Chile y ojalá logre extenderse a todo Latinoamérica, tanto en proyectos públicos como privados, ya que eso permite mejorar los estándares de los edificios, y con ello se consigue no solo un mayor confort para sus ocupantes sino economías en su operación y disminución de uso de energías y combustibles junto con disminución de gases de efecto invernadero que provocan nuestra actual crisis climática”.

Listado de edificios regionales

Comuna Chile Chico

Hospital Dr. Leopoldo Ortega de Chile Chico
Piscina Pública Chile Chico
Edificio Consistorial de Chile Chico

Comuna Coyhaique

Hogar de Ancianos Padre Antonio Ronchi
Cuartel de Bomberos Coyhaique – 1º Compañía
Centro Artesanal Coyhaique
Campus Río Coyhaique Etapa 2 Universidad de Aysén
Centro Deportivo Polifuncional Coyhaique

Comuna O’Higgins

Consistorial O’Higgins

Comuna Aysén

Reposición Retén de Carabineros Río Tranquilo
Retén Puerto Aguirre
Terminal de Buses de Aysén
Edificio Consistorial Río Ibáñez

Cinco años de evolución de los edificios ganadores de los Premios CES

Por Romy Luckeheide, arquitecta en CES.

Desde el año 2019, el Instituto de la Construcción, administrador del sistema de Certificación de Edificio Sustentable (CES) premia a los edificios que alcancen el mayor estándar en cuanto a las cinco categorías existentes: calidad del ambiente interior, energía, agua, materiales y residuos y gestión, lo cual se traduce en puntaje obtenido después de un proceso de diseño y construcción. 

En un principio, la idea fue difundir las estrategias sustentables que incorporan los edificios y sus indicadores finales, para dar a conocer los beneficios de certificarse e impulsar así el crecimiento de CES en la edificación pública y privada. 

Hoy, que celebramos el quinto año de los Premios CES 2023, podemos decir que se superaron con creces las expectativas iniciales, no sólo por la diversidad de proyectos, lugares, mandantes y actores involucrados, sino que porque ahora existe un incentivo de superación: saber que se puede diseñar y construir mejor de lo que se hacía, que se pueden incorporar estrategias que van en directo beneficio de las personas y que es importante considerar nuestro clima, nuestra geografía e historia. 

Gracias a esto se aprecia en cada proyecto CES un diseño innovador, único para cada lugar, lo que favorece, además, la construcción de una identidad propia en la edificación del país. 

Destacamos estos últimos cinco años que los proyectos ganadores hayan estado distribuidos en diferentes regiones, en el extremo sur la región de Magallanes; al sur, la región de la Araucanía, Los Lagos y Biobío; en el centro, la región del Maule, Valparaíso y O’Higgins, y al norte, Atacama y Tarapacá. 

Cada edificio ha adoptado diversas estrategias para lograr altos puntajes, pero ¿qué tienen en común los proyectos ganadores? Todos se han centrado en lograr un alto puntaje en calidad del aire interior, aumentando el confort de las personas al interior del edificio con iluminación natural, ventilación adecuada para cada recinto, aislación acústica, control de temperaturas y humedad. Disminución de la demanda energética, con la importante labor del diseño arquitectónico y la disminución de consumo energético, donde todas las especialidades incorporaron sistemas eficientes. En cada proyecto, se considera un importante ahorro de agua potable en el uso interior del edificio y en el paisajismo. 

Todas las ceremonias CES han logrado dar a conocer la experiencia del usuario en diferentes tipos de programas, en edificios de seguridad, de deporte, de oficinas, educación y salud, a través de diversas entrevistas, un levantamiento valioso en cuanto a la contribución de las estrategias que se implementaron en cada tipo de edificio. 

Otro de los objetivos también fue el reconocimiento de los principales actores involucrados en llevar adelante la certificación de un proyecto: asesores y evaluadores del sistema, arquitectos, constructoras y mandantes. Si bien los primeros años que se celebraron los premios, los proyectos ganadores fueron de iniciativas públicas, se sumaron en los últimos años también proyectos privados con alto puntaje. 

De esta manera, la premiación ha puesto en valor el gran aporte al diseño y construcción sustentable de parte de mandantes públicos y privados, así como la labor de profesionales de todo el país que apuestan por una construcción sostenible y una mejora en los estándares de habitabilidad de los edificios, cosa que los usuarios de ellos agradecen enormemente. Por ello, la invitación es a que más profesionales y mandantes se sumen a la certificación de sus proyectos, los beneficios están a la vista, tanto en consumo energético como en el bienestar social que aportan a las comunidades que los habitan.

Wörner analiza el reciclaje y la reutilización de materiales en Liceo Jorge Teillier

Con 76 puntos alcanzados en la certificación CES, equivalente a nivel Sobresaliente, el recinto educacional destacó por reciclar el 81% de los residuos generados durante la construcción. La constructora a cargo del proyecto cuenta cómo alcanzaron este alto porcentaje.

El liceo B-15 Jorge Teillier ubicado en el sector norte de la comuna de Lautaro, en la región de la Araucanía, cuenta con una infraestructura de 9.215 metros cuadrados y corresponde a la mayor inversión realizada en el ámbito de la educación en el sur de Chile, con un monto que supera los $15.600 millones de pesos.

En mayo de este año logró la certificación CES con 76 puntos, alcanzando un nivel sobresaliente. Postula, además, al requerimiento 21 Manejo de Residuos durante la construcción de la versión 1 y logra reciclar el 81% de los residuos generados durante la construcción. 

El inmueble se encuentra terminado. Se trata de un largo anhelo de la población de Lautaro y, según afirmó el ministro de Educación, Nicolás Cataldo, comenzará su uso prontamente en el próximo año escolar.

La construcción del proyecto estuvo a cargo de la Constructora Wörner. El ingeniero Cristián Pereira estuvo a cargo de la reposición de la infraestructura del liceo y comparte que el proyecto adjudicado al MOP de Temuco tenía un estudio preliminar de certificación preaprobado, producto de ello, una vez adjudicado, se debió proceder con las gestiones de asesoría para llevar a cabo y planificar la certificación del proyecto desde su inicio, como lo solicita la entidad certificadora. 

A su juicio, los elementos diferenciadores en la etapa construcción sobre reciclaje y reutilización de materiales fueron que, en primera instancia, se recicló todo el material de poliestireno de despunte utilizado en la etapa de las fundaciones y fue enviado a una empresa local, que recibe parte de los desechos de este material para volver a utilizarlo en su producción. “Esta situación se fue repitiendo constantemente hasta el término de las partidas que utilizaban dicho material. Lo mismo se hizo con los escombros y despuntes de acero que fueron enviados a empresas de reciclaje para su posterior utilización”, comenta el profesional.

En ese sentido y habiendo logrado reciclar el 81% de los residuos generados durante la construcción, Pereira opina que “incorporar el requerimiento CES a un proyecto le da un mayor estándar a toda la construcción, partiendo con la planificación previa para llevar el control de las actividades o partidas que son parte de los requerimientos CES”. Luego, “el control y monitoreo debe ser específico, el seguimiento constante, de tal forma de lograr traspasar a todos los subcontratos involucrados que cualquier cambio de materialidad debe ser previamente aprobado por el certificador, según el modelo previo, el cual no debe variar en puntuación, de manera de no afectar la puntuación inicial aprobada en la etapa de precalificación”, aconseja. Según el ingeniero, “eso hace que un proyecto con requerimiento CES tenga un serie de aristas más a controlar e identificar según el informe de eficiencia y todos los antecedentes del contrato, lo que lo hace más complejo pero más entretenido a la vez”. 

Tras esta experiencia, Cristián Pereira asegura que “trabajar en un proyecto de certificación CES le da una plusvalía diferente a la ejecución del proyecto, principalmente porque es una variable que debe ser monitoreada todas las semanas y debe asignar personal a cargo para hacer un seguimiento de los compromisos preestablecidos”.

Pese a que esto se debe hacer con todos los parámetros que comprenden la construcción de un proyecto normal, cree que la diferencia está en que esto funciona en un carril paralelo. “Si bien uno siempre busca estrategias para lograr avanzar con mayor rapidez, al ser un proyecto CES, esto genera mayores restricciones y situaciones a tener en consideración, además de evaluar con el asesor y con los subcontratos involucrados en dichos trabajos, dado que no siempre las alternativas están dentro de lo permitido”, precisa.

De esta forma, se va revisando si los cambios propuestos permiten mantener la puntuación de la precalificación de inicio del proyecto hasta llegar a la etapa de término.

Finalmente, “con la entidad evaluadora todo el trabajo realizado en el desarrollo del proyecto se pone a prueba para obtener la respectiva certificación, sin duda, una gran y enriquecedora experiencia”, asegura Pereira.

CES visita Aysén en el contexto del estudio que generará la versión de aeropuertos

Desde agosto se están desarrollando los estudios para generar la certificación CES para proyectos de infraestructura aeroportuaria sustentable, en su versión aeropuertos. 

En Aysén se realizó una visita para el levantamiento de las características de los terminales de pasajeros en las tres escalas de los aeropuertos y aeródromos de nuestro país, incluyendo mediciones que servirán de base para un análisis de la tipología que contempla el estudio para generar la versión CES Aeropuertos.

En este contexto, el equipo de CES conformado por Hernán Madrid y Romy Luckeheide participó en una visita de levantamiento y diagnóstico a los aeródromos Teniente Vidal en Coyhaique, Cabo 1° Juan Román en Puerto Aysén y Balmaceda. Ésta visita fue articulada por la Dirección Nacional de Aeropuertos del Ministerio de Obras Públicas, específicamente por  las profesionales de la Inspección Fiscal y por la Dirección Regional de Aeropuertos de Aysén. Estuvieron presentes el equipo de la Consultora Ferrer y Asociados Ingenieros Consultores S.A, el Centro Tecnológico KIPUS de la Universidad de Talca. Un aspecto valioso de la visita es que se pudo levantar las impresiones y experiencia de los jefes de aeródromos de la Dirección General de Aeronáutica Civil (DGAC) y el inspector fiscal de la Dirección General de Concesiones (DGC) de la Red Austral a los Aeródromos de Balmaceda (ciudad de Balmaceda).

En la oportunidad, se efectuaron diversas actividades en los tres aeródromos, entre ellas la revisión de las estrategias de sustentabilidad implementadas y la medición de parámetros relevantes de confort interior y nivel de ruido asociado a las aeronaves, entre otros.

Los aeródromos de uso civil, prestan servicio en materias tan relevantes como los vuelos ambulancia, de extinción de incendio y de transporte comercial de pasajeros -entre otros-, “tres cuartas partes de ellos tienen alguna edificación destinada directamente a albergar procesos aeronáuticos como terminal o refugio de pasajeros”, explica Francisco Chávez, ingeniero civil y jefe de Proyectos de este estudio en FAIC.

Por su parte, Hernán Madrid de CES, sostiene que “las tres escalas de aeródromos se sumen a la certificación CES es relevante porque forman parte de la infraestructura crítica de nuestro país y contiene edificios que son intensivos en el consumo de recursos y usuarios”.

En tanto, Romy Lückeheide, arquitecta de la administración Certificación CES, señaló que el hecho de que el estudio se haya hecho en Aysén contribuye a obtener características propias de las tres redes aeroportuarias en un clima frío y lluvioso que condiciona las estrategias que pueden ser implementadas en cada terminal.

Alcances del estudio

Los estudios en desarrollo tienen como objetivo generar las bases técnicas para incorporar la certificación en los terminales de pasajeros, refugios y su entorno inmediato. En tanto, los otros edificios dentro de un recinto aeroportuario pueden certificarse directamente con la versión CES Edificios Uso Público 1.1.

“Con estos estudios se espera tener la información suficiente para plantear los ajustes necesarios al modelos de certificación, en energía, agua y acústica, y la incorporación de temas no abordados por CES, como son netcero carbono, economía circular, electromovilidad y otras estrategias innovadoras en un recinto aeroportuario”, explica Hernán Madrid, jefe de CES. 

Actualmente, se encuentra en desarrollo la primera de dos partes del estudio, que concluirá a fines del primer semestre de 2024.

La directora de KIPUS, Centro Tecnológico de la Universidad de Talca, María Luisa del Campo, destacó que la relevancia del estudio está en que la certificación CES hoy es un referente en cuánto a certificaciones de edificios a nivel nacional. “Muchos edificios públicos y privados solicitan en su base de licitación, la incorporación de CES. Ya tiene un valor instalado en los desarrolladores y se muestra como un elemento que le da más valor al proyecto”, subraya. 

Por su parte, Francisco Chávez afirma que “este estudio resulta vital para contar con una herramienta potente de certificación y, por ende, empujar a proyectos y ejecuciones de obra en línea con lo que nuestro planeta y país exigen: sustentabilidad, sustentabilidad, sustentabilidad”. 

En ese sentido, insiste en que el estudio operará como un verdadero detonante respecto del cambio de paradigma con el que se conciben las edificaciones aeroportuarias del tipo terminal o refugio, no solo para garantizar el confort que ofrecerán tales edificaciones a sus usuarios, sino que también el impacto al medio ambiente en términos de consumos de recursos y generación de emisiones.

Los consultores actualmente han terminado el levantamiento y análisis del estado del arte a nivel nacional e internacional y se encuentran desarrollando el estudio de las variables de energía.

La búsqueda de edificios más eficientes en los campus de la UC de Temuco

El arquitecto Iván Cisternas es el encargado del desarrollo de los campus en la Universidad Católica de Temuco y está a la cabeza de la construcción del Pabellón Docente y del Hospital de Simulación Clínica, ambos en proceso de certificación CES. En esta entrevista comenta los lineamientos de la casa de estudios.

Pabellón Docente.

El arquitecto Iván Cisternas, director de Gestión y Desarrollo de Campus de la Universidad Católica de Temuco, está a cargo del Pabellón Docente de la Casa de Estudios y del Hospital de Simulación Clínica, ambos proyectos en construcción. El profesional comenta que en la Universidad siempre se han incorporado lineamientos de sustentabilidad. Por ello, destaca la importancia de poder incluir en los nuevos edificios los estándares que permitirán generar edificios de mayor calidad constructiva y, por tanto, mayormente sustentables.

Para el equipo de arquitectos del Departamento de Infraestructuras de la casa de estudios, una de las principales motivaciones al incorporar la certificación CES es la posibilidad de incluir edificios que sean más eficientes dentro de los campus, la búsqueda y aplicación de formas, orientaciones y materiales de alto estándar, que los ayuden a cumplir y estar por sobre los estándares de eficiencia energética, entregando mayor valor al edificio como tal y, por sobre todo, al habitar de los usuarios. 

La posibilidad de trabajar de manera colaborativa con expertos en el área es enriquecedor, nos permite tener mayores herramientas como profesionales que buscan aportar y aplicar sus conocimientos, nos ha permitido un mayor entendimiento de lo que significa el concepto de sustentabilidad en su totalidad, cómo verlo reflejado en cada etapa de diseño del proyecto y cómo se van relacionando con cada especialidad del mismo, siempre con el fin de obtener un producto de mejor calidad y desempeño, en este caso, edificios que dan espacio a la comunidad educativa”, precisa Cisternas.

Hospital de Simulación Clínica.

Resultados esperados

Para el profesional, el mayor resultado que esperan al incorporar la Certificación CES, es la posibilidad de obtener edificios de mayor estándar, que logren albergar de manera eficiente los distintos requerimientos, tanto de la comunidad universitaria como de la unidad técnica a cargo. “El uso de materiales innovadores, artefactos de bajo consumo y materiales de alto estándar nos permitirán, a la vez, reducir los costos de uso y mantenimiento que un edificio requiere”, explica.

En ese sentido, el arquitecto considera que con el correcto cumplimiento de los estándares definidos y la correspondiente fiscalización por los profesionales a cargo de la certificación, no es complejo cumplir con los requerimientos CES”.

Es por esto que ambas obras están llevando una adecuada fiscalización y seguimiento de los avances que se están realizando, desde que se inicia el proceso de excavaciones de obra, “ya que para nosotros es muy importante aportar en la calidad ambiental y eficiencia en el uso de recursos de todo el proceso, obteniendo el mejor resultado para el medio ambiente”, concluye.

Ricardo Fernández: “Dejaremos una huella que afectará a las futuras generaciones”

Uno de los profesionales destacados con el Premio CES 2023, el ingeniero civil de la Universidad Católica, conoce de cerca la certificación CES y el galardón que recibió, puesto que él fue su impulsor allá por 2018. En esta entrevista, el que fuera presidente de CES entre 2018 y 2021, comenta su emoción y su visión para motivar a más privados a sumarse a la construcción sustentable.

“Emocionado y muy honrado por quienes hacen este reconocimiento y quienes han sido profesional destacado en años anteriores”, describe Ricardo Fernández las sensaciones que tuvo al momento de saber que recibiría el Premio CES 2023 al Profesional Destacado.

El ingeniero civil de la Universidad Católica de Chile y destacado profesional en la industria de la construcción, gerente Técnico & Desarrollo Sostenible en Compañía Industrial El Volcán, se refiere a Norman Goijberg, Margarita Cordaro y Yoselin Rozas, profesionales a quienes entregó el mismo galardón, mientras él fue presidente del Comité Directivo de CES, entre los años 2018 y 2021.

Por ello, dice que recibe el Premio CES con humildad y agradecimiento. “Estoy feliz”, reconoce.

Y es que Ricardo Fernández se ha caracterizado por varios logros con la certificación. Durante el período que lideró el Comité Directivo CES, CES experimentó un crecimiento muy significativo, pudiendo comenzar a operar de manera autónoma con los recursos generados. Se inscribieron 182 nuevos proyectos, se certificaron 56 y se obtuvieron 146 precertificaciones, lo que muestra el comienzo de la consolidación de CES. 

Además, en su período y gracias a su impulso personal, comenzó el desarrollo de los Premios CES anualmente, el mismo que él recibe cinco años después de haberlos impulsado.

Asimismo, su carrera se ha caracterizado por el impulso constante de la sustentabilidad desde el sector privado. “Estoy convencido de que debemos respetar la naturaleza, cuidar los recursos naturales y poner en el centro de nuestro quehacer a las personas y esforzarnos para que todos tengamos una mejor calidad de vida, sin afectar a las generaciones futuras”, plantea. 

Paola Molina entrega el Premio CES 2023 a Ricardo Fernández.

En ese sentido, cree que “esto ha sido un trabajo continuo y he tenido la oportunidad de desarrollarme laboralmente en una empresa que comparte mis valores y trabajar en distintas asociaciones gremiales que buscan generar impactos positivos en la actividad de construcción”, refiriéndose a su desempeño como presidente del Instituto de la Construcción entre 2021 y 2023.

Luego de tantos años dedicado a la construcción sustentable, Ricardo Fernández es enfático en señalar que aún falta mucho: “algunos se visten de verde, pero sin convicción. El sector público es temeroso de avanzar, pensando que los costos en el corto plazo serán mayores y el sector privado no se proyecta con el beneficio para las nuevas generaciones”.

Considera que “hoy tenemos una deuda en cantidad de edificaciones de todo tipo en nuestro país y, especialmente, en el ámbito habitacional y comercial, tenemos un bajo nivel de eficiencia energética, altas mermas de materiales (desechos) y alta huella de carbono en construcción y operación de edificios”.

A su juicio, la motivación de los privados llegará con “incentivos en el financiamiento de los proyectos de construcción sustentable, tales como tasas de interés con rebajas para proyectos certificados en sustentabilidad, tales como CES, CVS, LEED y WELL”. Asimismo, “debe promoverse el uso de sellos que den información final a los clientes, transparentando la composición de las soluciones constructivas, a modo de ejemplo, se puede incentivar el uso de declaración ambiental de productos”, sostiene.

A ello se suma una receta personal: “En nuestro trabajo, al igual que en nuestra vida personal, debemos tener claro nuestro propósito. Este debe indicarnos el para qué es todo lo que hacemos y estar conscientes que dejaremos una huella (positiva o negativa) que afectará a las futuras generaciones”.

Segundo y tercer lugar de los Premios CES se quedaron en el norte

El Edificio Consistorial de Chañaral y el Hospital de Alto Hospicio fueron los seleccionados por sus grandes aportes en eficiencia energética y ambiente interior.

Con casi 1.750 metros cuadrados de superficie construida total, el segundo lugar de los Premios CES en la categoría Edificio Certificado correspondió al Edificio Consistorial de Chañaral, de la región de Atacama, que corresponde a la obra de mayor envergadura e importancia que se ha realizado en la ciudad y el municipio. Obtuvo 61,5 de 100 puntos durante el año 2022 y alcanzó el nivel de Certificación Destacada.

Se encuentra ubicado en el casco histórico de Chañaral y alberga a su Municipalidad. El diseño de este edificio le permitió obtener el puntaje máximo en la categoría de consumo de agua, en línea de lo que se espera de un edificio ubicado en la región de Atacama.

La superficie edificada es de 3.025 m2 distribuidos en tres pisos de hormigón armado sobre superficie natural más estacionamiento subterráneo y zona de bodegas. El Edificio Consistorial es la única infraestructura del lugar que posee dos ascensores, rampa de acceso universal e instalaciones de última tecnología, siendo la sustentabilidad uno de sus principales atributos.

Entre los materiales utilizados sobresale la piedra, elemento característico de la zona, otorgando al edificio una identidad propia de la industria de la zona minera del norte. Asimismo, el techo también es un punto destacado. Al ser semitransparente, se puede observar el faro, símbolo indiscutido de Chañaral. En resumen, se trata de una edificación de alto estándar, que no sólo revitalizará el sector del casco histórico, sino que también cumplirá con el propósito de albergar todos los servicios de la municipalidad para entregar un mejor servicio a la comunidad.

El director de SECPLA de la Municipalidad de Chañaral, Oscar Nieto, compartió algunos aspectos relevantes respecto a la construcción del Edificio Consistorial, como la luz natural, la grifería con temporizadores y el sistema de iluminación fotovoltáica, entre otros: “Quisimos incorporarnos al sistema de edificación sustentable porque nuestra comuna ha sido históricamente afectada por la contaminación ambiental, tenemos un vacío ambiental significativo, y la verdad es que a través de este proyecto quisimos dar una señal con respecto a la mirada que tenemos sobre las construcciones futuras y proyectos amigables con el medio ambiente. Qué mejor que nuestro Edificio pueda tener esas características para disfrutar de sus bondades”. La visión desde el municipio seguirá plasmándose en próximas planificaciones, como la Reposición de un antiguo colegio, cuyos diseños ya están siendo diseñados incorporando las características CES.

La entidad evaluadora fue EBP Chile desde donde José Jodar comentó que: “la revisión de la construcción del Consistorial destacó por la calidad de la documentación entregada por la constructora (Crisosto Smith Arquitectos) y la revisora CES, Fernanda Soto, lo cual ayudó mucho en la revisión del proceso constructivo y del cumplimiento de los requisitos CES a los que postulaba el edificio”. 

“De las características del proyecto destacan los elementos de protección solar incluidos en la envolvente térmica, que busca reducir la demanda de refrigeración; equipo bomba calor para climatización con un bajo consumo energético, buenos niveles de iluminación natural y ventilación natural, pensando en el confort de los usuarios, y además logra reducir en gran medida el consumo de energía”, destacó.

Por su parte, la Alcaldesa de Chañaral Margarita Flores, compartió su emoción por el premio y el valor que le entrega a quienes componen el gobierno de su ciudad, al hacerle la vida más grata y en excelentes condiciones para atender a los usuarios de la mejor manera posible. 

Hospital de Alto Hospicio

También en el norte se quedó el tercer lugar de los premios, el cual fue para el Hospital de Alto Hospicio, en la región de Tarapacá. El edificio cuenta con más de 38.000 metros cuadrados de superficie construida total y obtuvo el tercer mayor puntaje, alcanzando el nivel de Certificación Destacada.

El Hospital cuenta con grandes beneficios derivados del ahorro en energía y agua, confort ambiental interior y un óptimo manejo de los residuos. Su modelo eficiente y sustentable deslumbra por su diseño paisajístico de vegetación de bajo requerimiento hídrico, que permite un significativo ahorro en la demanda de agua potable de hasta el 80%. Su capacidad es de: 235 camas, 7 pabellones quirúrgicos, 3 salas de parto integral, 12 sillones de diálisis, 7 sillones dentales, 18 box consultas médicas, 10 box profesionales, 14 de procedimiento y 9 de urgencias.

Luis Vallejos, inspector fiscal de la Dirección de Arquitectura de la región de Tarapacá, menciona que la certificación se basa en la implementación de equipos con alta eficiencia energética, en climatización y energía eléctrica, así como un sistema pasivo, basado en sistema EIFS, para evitar pérdidas térmicas y ganancias no deseadas. “Tenemos un control de asoleamiento, en base a lamas verticales de aluminio, que también permiten el control lumínico y aportar a la certificación”, sintetizó.

Por su parte, Alex Mollá, arquitecto de Bbats Consulting & Proyects señaló: “El proyecto de Alto Hospicio supuso un reto muy importante para nuestra oficina por tres asuntos muy importantes: la ubicación, en una zona desértica, lo que supone grandes cambios de temperatura del día a la noche y fuertes vientos. Otro punto importante es que no podíamos utilizar una tecnología clásica porque tiene mucha exposición solar y en tercer lugar, la ubicación: no podíamos realizar el proyecto como si fuese en un entorno urbano, si no que teníamos que buscar otro tipo de arquitectura”. 

Al proyectar el hospital, el arquitecto comparte que buscó en los orígenes, en la arquitectura aymara, dónde ésta ocupaba la protección solar, no sólo para proteger, sino también protegían las fachadas de sus edificios con sombra para disminuir la temperatura del exterior y el interior, de esa forma podían tener temperaturas mucho más agradables: “esto lo aplicamos en el hospital para tener menos temperatura al interior, de tal manera que el gasto energético, fuera menor”. 

Asimismo, hacían con sus ropas de colores para protegerse del sol, en el Hospital el color es el envolvente, provocando sombra dentro del edificio. De tal forma se baja la temperatura exterior y la interior. Y un patio interior recibe luz natural. La arquitectura del edificio es efímera, respeta su entorno sin ser un elemento contundente en él y cuenta con vegetación autóctona que no tiene gran gasto energético.

“Lo que estamos haciendo es no buscar la certificación CES, sino buscar una certificación CES Destacada. Nos hemos dado cuenta que construir para CES, con eficiencia energética es, al final, hacer buena arquitectura”, concluyó el profesional. 

En tanto, Fabián Guzmán, coordinador de la asesoría CES añadió: “El diseño del envolvente de alta eficiencia, responde a las exigentes condiciones de su emplazamiento, por eso cuenta con sistema de protecciones solares de lamas verticales equidistantes que permiten proteger de la radiación solar y los posibles deslumbramientos al interior del recinto del Hospital”. 

“Lo más desafiante de un proyecto de arquitectura hospitalaria es que requiere un diseño y un desarrollo de alta complejidad esto conlleva retos en cuanto a la coordinación y al diseño integrado de especialidades. Implica un proceso colaborativo entre los diferentes proyectistas de las especialidades vinculadas a la eficiencia energética y la sustentabilidad. Por medio de él, se realiza un constante seguimiento, verificación y asesoría de los proyectos, a través de simulaciones virtuales, cálculos y evaluaciones prescriptivas. “De esta manera, se logran los máximos ahorros en energía, agua, confort ambiental interior y un óptimo manejo de los residuos”, aportó el especialista.

El director del Hospital, Aníbal Lobos destacó también cómo el compromiso con la comunidad Aymara se refleja en la construcción sustentable. “Es un anhelado proyecto, un proyecto que la misma comunidad viene solicitando desde la década del 2000 y hoy afortunadamente ya tenemos un edificio terminado, un edificio que se hace cargo de el medio ambiente al ser un edificio sustentable. El 45% de nuestros usuarios son del pueblo aymara, donde el equilibrio de las energías, de las fuerzas de la naturaleza son propias de su cosmovisión y a través de este premio nos hacemos cargo también de ésta y ahora también de una operación sustentable”, concluyó. 

Aníbal Lobos, director Hospital Alto Hospicio.

En tanto, Osvaldo Carvajal, encargado de Medio Ambiente de Sacyr Ingeniería e Infraestructura Proyecto Hospital de Alto Hospicio, señaló que trabajar con CES tuvo muchas aristas importantes, como la gestión de residuos. El requerimiento apuntaba a alcanzar el 50% de valorización y reciclaje, “lo cual fue conseguido ampliamente, obteniendo alrededor de un 65%”. También destaca las medidas de mitigación ambiental, con reducción de consumo de energía y agua durante toda la etapa del proyecto.

Asimismo, Sergio Fernández, jefe de oficina técnica de Sacyr Ingeniería e Infraestructura. Proyecto Hospital de Alto Hospicio, manifiesta que si bien cumplir con los requerimientos CES fue complejo, también “significó un desafío para la empresa bastante interesante en su ejecución. A medida que en esta obra hospitalaria, se va adquiriendo experiencia, resulta bastante más fácil poder incorporar estos requerimientos en esta ejecución”.

Y dada la experiencia obtenida con el Hospital Alto Hospicio, “podemos decir que es bastante positivo, sobre todo enfocado en el producto final, tanto para los usuarios finales del hospital como para el personal de mantención, que va a poder ver reflejadas bastante optimizaciones en todo el proceso”, afirmó.

La operación

Andrés Dinamarca, subdirector de gestión operacional del hospital, es el encargado de la mantención y operación, se mostró contento de contar con la certificación CES, “ya que nos permite contar con infraestructura de primer nivel y contar con un confort ambiental interno destacado, con una baja generación de residuos y emisiones en la operación del establecimiento”.

“Entre la empresa constructora, con la Dirección de Arquitectura, el Servicio de Salud de Tarapacá, y nosotros como Hospital Alto Hospicio, durante el diseño y la construcción, y ahora en la operación del establecimiento, hemos podido sacar adelante la certificación CES y obtener una calificación destacada, lo que es un desafío no menor para un edificio hospitalario, que tiene una alta demanda energética los 365 días del año, y un logro importante sobre todo para la comunidad, que pocas veces tiene la oportunidad de contar con una infraestructura del nivel que tenemos con este hospital y con esta certificación”, dijo.

Entre los aspectos destacados, Dinamarca enumera los siguientes: protección solar con fachada ventilada, fachada acristalada que permite factor de luminosidad que disminuye energía eléctrica y entrega confort a los pacientes. El sistema de climatización y agua caliente se apoya con energía solar, a través de 60 paneles solares, para disminuir la demanda calorífica de combustibles fósiles. Para el ahorro de agua potable, cuentan con temporizadores en los artefactos, luminarias programables, entre otros.

Asimismo, adelantó que esperan continuar mejorar la certificación CES en la operación del hospital, generando planes para en un futuro obtener el Sello Plus Operación, a través de estrategias como generar los planes de mantención preventiva, para que funcionen de manera eficiente, alianzas con entidades como el municipio de Alto Hospicio y la empresa privada para la gestión de los residuos y reciclaje, avanzando en un convenio de calidad ambiental, que “nos va a permitir manejar nuestros propios residuos y reciclar los de la comunidad y los propios y así seguir en este camino de la sustentabilidad ambiental y energética”, sostuvo.

El primer recinto penitenciario con requerimientos de eficiencia energética en Chile

En Talca se encuentra el Recinto Modelo La Laguna, centro de reclusión en el que se debieron considerar los requerimientos de seguridad que solicita Gendarmería para un recinto de estas características, con los de eficiencia energética.

La región del Maule obtuvo por tercera vez consecutiva el primer lugar de los Premios CES, con el Recinto Modelo Educación y Trabajo Edificios ADE-DEP y ASA-ADI. Ubicado en La Laguna, Talca, a orillas del río Lircay, el centro es un recinto penitenciario donde los internos, tras demostrar cambios en una unidad penal tradicional, llegan para terminar su condena, adquiriendo diversos oficios. 

El centro cuenta con varios edificios de más de 6.950 metros cuadrados de superficie construida total en su conjunto y albergará a 2.320 internos. Talca fue elegida para la realización de este enorme proyecto por el porcentaje de sobrepoblación penal de la región y la antigüedad de los recintos existentes. El proyecto del recinto fue diseñado por luis vidal + architects, construido por Acciona, asesorado por la arquitecta Tatiana Vidal y evaluado por Ecosustenta; y es uno de los recintos penitenciarios más modernos del continente y el más grande del país.

Juan Carlos Barros, arquitecto asociado de luis vidal + architects, oficina a cargo del diseño del Recinto Modelo Educación, compartió que el enorme desafío que ha conllevado este proyecto fue posible por la experiencia internacional del estudio, el cual tiene sedes en España, República Dominicana y Estados Unidos. Barros comentó también que es la primera vez que se construye en nuestro país un recinto penitenciario con requerimientos de eficiencia energética. “Se aplicaron diversos criterios de sustentabilidad y adecuación térmica, según la condición de cada uno de los edificios del complejo, donde el requerimiento de seguridad debía primar ante todo. Fue necesario readaptar las soluciones constructivas de envolvente tomando en cuenta esta condición y cruzarlo con los requerimientos del estudio de eficiencia energética. Para conseguirlo, fue necesario un trabajo intenso junto con el especialista y asesor CES, logrando implementar condiciones dirigidas a la eficiencia y ahorro energético sin olvidar -por supuesto- los requerimientos de seguridad exigidos por Gendarmería”, aseveró el arquitecto.

Subrayó que donde mayormente se pudieron implementar condiciones dirigidas a la eficiencia y ahorro energético fue en el edificio de salud y administración interna y en los edificios del sector externo, que recogen las áreas administrativas, las dependencias del personal y el área de visitas. 

También se implementaron medidas pasivas como el aprovechamiento de la radiación solar y asegurar la continuidad de la envolvente térmica, pero lo más relevante, explica Juan Carlos Barros, fue la integración de medidas activas como instalaciones eficientes, una planta de generación fotovoltáica y paneles solares térmicos. 

Francisca Echevarría de Acciona reconoce que la experiencia de trabajar con CES fue desafiante y enriquecedora, a la vez. Por bases de licitación, tenían que trabajar en dos edificios y lograr un nivel de certificación destacado. 

A su juicio, en el edificio ADE-DEP fue más simple incorporar los requerimientos. Sin embargo, “en el ASA-ADI fue un poco más complejo y desafiante, porque prevalecía la seguridad ante el requerimiento CES”, precisó Echeverría. Especificó que en ASA-ADI lo más complicado fue el trabajo con las ventanas, que si bien son termopanel, “lograr un balance entre la seguridad y la funcionalidad fue complejo, lo que se pudo lograr gracias a una doble hoja de policarbonato, con una cámara de aire interior”. También comentó que lograr la grifería antivandálica y de ahorro de consumo de agua, hizo que el equipo tuviera que investigar más en el mercado, para poder dar con este requisito.

Por su parte, el teniente coronel y oficial de Gendarmería, Edgardo Cañiulef, también demostró su orgullo por el premio y destacó cómo con estas características se genera un mejor clima laboral dentro del centro penitenciario y favorece las condiciones de habitabilidad de quienes residen y trabajan en él. “Estamos muy contentos de tener el privilegio de utilizar este edificio, el confort y las condiciones de trabajo que son las propicias para que el personal de Gendarmería tenga las condiciones dignas y adecuadas para que cumpla con su labor. Y es una labor que, por lo general, es dura, por el tipo de servicio que nosotros prestamos a la comunidad, en la relación y la interacción con nuestros usuarios”, agregó.

Asimismo, Carlos Valverde, inspector fiscal de la Dirección de Arquitectura del MOP de la región del Maule, compartió que la experiencia de certificar el edificio con CES “trae a la edificación pública altos estándares de confort, tanto para el usuario como también permite que en la vida útil del edificio, que en este caso es una cárcel, se incrementa para el Fisco a través de los años de uso que se le dan a este tipo de establecimientos que abarcan 60, 80 años e incluso más. Es un ahorro permanente, establece confort lumínico, de temperatura, acústica y de eficiencia energética en cuanto a consumo de clima, de calefacción”. 

Y agregó: “En específico para este proyecto, nos vimos enfrentados a la dificultad de poder implementar las distintas materialidades que pide poder alcanzar o bien bajar la transmitancia térmica del punto de vista constructivo. Dentro del proyecto contemplamos dos áreas: principalmente la zona interna, que viene a ser el recinto amurallado donde están los internos y la zona externa, que es el edificio administrativo. Y en el área donde están los internos se requirió elevar la seguridad”.

Con dicha separación se decidió certificar el área ASA-ADI de la zona interna y el ADE-DEF para la externa. En la primera, por ejemplo, se resolvió poner un termo panel de policarbonato con un marco metálico de fierro. Esto permitió mantener la seguridad -porque no hay vidrio- y, a la vez, se mejoró la transmitancia. Y en el exterior, se mejoraron los detalles constructivos para asegurar el nivel destacado de la certificación. “Esto llevó a la constructora a asesorarse y a desarrollar de mejor manera las terminaciones y sandwich constructivo. Producto de todas las mejoras añadidas se avanzó en el puntaje de certificación, permitiéndonos llegar al sobresaliente”, añadió Valverde.

“Nosotros como Dirección de Arquitectura del MOP venimos trabajando desde el 2017 en desarrollar documentos que nos permitan elevar al momento de generar la licitaciones, el estándar de las edificaciones. Este premio nos viene a confirmar que vamos por un camino correcto y que tenemos que seguir avanzando por esta línea”, concluyó.

Jardín Infantil y Sala Cuna Chinkowe: educación inicial intercultural y sustentable

En la capital de la Araucanía, se encuentra el complejo educacional para la primera infancia que apostó por el bajo impacto ambiental.

En la categoría Proyecto Precertificado, el primer lugar fue para el Jardín Infantil y Sala Cuna Chinkowe de Temuco. El proyecto de la Junta Nacional de Jardines Infantiles (JUNJI) cuenta con aproximadamente 691 metros cuadrados de superficie construida total y obtuvo el mayor puntaje en el proceso de precertificación.

Destaca en términos de sustentabilidad por una envolvente y estrategias arquitectónicas pasivas que consideran el clima del lugar, y la incorporación de sistemas eficientes que consumen energía y agua.

Chinkowe nace en los años ochenta por iniciativa de un grupo de jóvenes estudiantes mapuche de distintas comunidades de la región que se organizan para dar a conocer la cultura mapuche y educar a sus hijos e hijas en su cultura de origen. En el año 1995, la JUNJI decide apoyar y fortalecer esta iniciativa y lo transforma en un jardín alternativo étnico de administración directa. Hoy, con más de 20 años de funcionamiento, el jardín se presenta como un importante referente de la educación inicial intercultural, atendiendo niños y niñas, mapuche y no mapuche, en sala cuna y niveles medio.

Felipe Barros, arquitecto coordinador de la Dirección Regional JUNJI de la Araucanía, comparte que la certificación CES es uno de los requerimientos que realiza la JUNJI a través de su unidad técnica, con el objetivo de entregar a niños y niñas de la primera infancia edificios con un alto estándar arquitectónico, que posean un bajo consumo energético y minimicen su impacto. 

“Actualmente, JUNJI ha exigido a través de sus términos de referencia que todos sus proyectos de diseño y ejecución postulen a la pre certificación y certificación CES. Y la experiencia ha sido muy satisfactoria desde que se implementó, ha implicado un desafío importante desde la revisión del diseño, especialidades y sus respectivas coordinaciones; así como también durante la respectiva inspección de las obras, de las cuales hemos velado por la correcta ejecución de las partidas”.

El resultado de incorporar CES significó varios resultados importantes a destacar: la búsqueda de una arquitectura que potencie el buen desempeño energético mediante estrategias pasivas y activas; la significativa reducción de los consumos hídricos y auditivos del edificio, clima y calefacción mediante el uso de eficiencia.

Para la JUNJI Araucanía, este es el segundo premio CES: “Ello nos refuerza la idea de que vamos por buen camino. En nuestra experiencia como Unidad Técnica creemos que implementar los estándares CES, tanto de diseño como de ejecución, no es un objetivo complejo de alcanzar, es totalmente factible y necesario de llevar a cabo, teniendo en cuenta el complejo escenario global que se nos avecina a raíz del cambio climático”, concluyó.

Características sustentables

El edificio obtuvo 76,5 de 100 puntos durante el año 2022 en un proceso de precertificación.

Destaca en términos de sustentabilidad por una envolvente y estrategias arquitectónicas pasivas que consideran el clima del lugar, y la incorporación de sistemas eficientes que consumen energía y agua, lo que se traduce en:

● Un significativo aumento del confort térmico pasivo, con un 48% de reducción de horas de disconfort.

● Una significativa reducción de las demandas de energía para calefacción e iluminación, de aproximadamente 36%.

● La mayor reducción de consumo de energía de energía para calefacción e iluminación, de 43%, de los proyectos precertificados el 2022.

● Una importante reducción del consumo de agua de 65%.

El diseño de este edificio le permitió obtener el puntaje máximo en los requerimientos de confort térmico pasivo, demanda de energía, consumo de energía y consumo de agua potable.

En Talca, Alto Hospicio y Chañaral están los edificios más sustentables de Chile

Un Centro Penitenciario de la región del Maule, un edificio municipal de la región de Atacama, y un hospital de la región de Tarapacá, fueron los ganadores de los Premios CES 2023, destacando por sus estrategias de sustentabilidad, eficiencia energética y confort ambiental para sus usuarios.

Ya se conocen los ganadores de la quinta versión de los Premios CES y la región del Maule obtuvo por tercera vez consecutiva el primer lugar, con el Recinto Modelo Educación y Trabajo Edificios ADE-DEP y ASA-ADI La Laguna, Talca.

Le siguen el Edificio Consistorial de Chañaral, de la región de Atacama, y el Hospital Alto Hospicio, de la región de Atacama, zonas del norte grande del país que por primera vez obtienen galardones en la categoría Edificio Certificado.

Estos tres son los ganadores de un total de 17 edificios que se certificaron en 2022, año en el que también se incorporaron 60 nuevos proyectos al sistema.

Así, con un centenar de asistentes, en el auditorio de la Cámara Chilena de la Construcción, se entregaron galardones en las siguientes categorías: edificio certificado, proyecto precertificado, profesional destacado, empresa destacada y política pública destacada.

“Nos llena de orgullo ver cómo esta iniciativa se ha ido consolidando y transformado en un referente de valoración de proyectos y edificios sustentables a lo largo de todo el país, motivando día a día, mejores logros y alcances”, comentó Paola Molina, presidenta de Certificación Edificio Sustentable (CES).

Y es que “tenemos el objetivo de entregar, a través de la certificación CES, una herramienta acorde a los desafíos a que nos enfrentamos para avanzar hacia un desarrollo sostenible que permita mejorar la productividad y el desempeño de los proyectos que se certifican, desde la perspectiva: social, ambiental y económica; y en todo su ciclo de vida, aportando desde el sector construcción a avanzar hacia la anhelada y comprometida carbono neutralidad al 2050”, añadió.

Marisol Cortez, presidenta de la Comisión de Medioambiente de la Cámara Chilena de la Construcción, destacó el compromiso y el avance. “Dentro del sector de la construcción hay múltiples desafíos, como incorporar tecnología, mejorar procesos, mejorar la productividad; pero todo esto dentro de un contexto de cambio climático que nos recuerda constantemente la necesidad de hacer un cambio en nuestras ciudades y en nuestros edificios”, precisó.

Los ganadores

Como comenta Molina, “los Premios CES, además de ser un reconocimiento al esfuerzo y logro obtenido por los equipos de cada proyecto, son una instancia que celebra el aporte de edificios responsables, que mejoran la calidad de vida de las personas, que son un aporte al cuidado de los recursos, y a la regeneración del medio ambiente; impactando positivamente en nuestra sociedad”.

En el caso del Hospital de Alto Hospicio, Alex Moyá, arquitecto de Bbats Consulting compartió que desarrollar el proyecto con categoría CES fue bastante complicado por la ubicación en medio del desierto, por lo que trabajaron mucho en la sustentabilidad, en que el consumo energético fuera bajo, proyectando unas lamas al perímetro las que le dieron carácter al proyecto, pero a pesar de las dificultades con el trabajo conjunto del equipo lograron un muy buen resultado. 

La alcaldesa de Chañaral, Margarita Flores, quien viajó especialmente para recibir este reconocimiento, afirmó que “es muy emotivo y emocionante para mí que ser reconocida como comuna, primero, y luego nuestro edificio sustentable ha sido un orgullo, porque yo lo recibí e inauguré y ahora recibo el reconocimiento de este premio que viene a valorizar mucho más a las personas que trabajamos en este Municipio, a las usuarias, a las trabajadoras y trabajadores del municipio que tienen una mejor calidad de vida, una forma mejor, más agradable de atender a nuestros usuarios y usuarias”. 

Asimismo, sostuvo que este “es un edificio que viene a mejorar nuestra calidad de vida. Arreglar, en cierto modo, la visión de la comuna de Chañaral y ser la envidia sana de nuestros vecinos. Es el único edificio que tenemos en la comuna, por tanto, agradecer el estar acá, agradecer a Dios y a todos quienes trabajaron en este proyecto, a la División de Arquitectura, a los ,andantes, y a quienes hacen el proyecto para dejarlo en las condiciones en que está: la verdad, me siento como el primer lugar”.

El primer lugar fue para Edificio Certificado – Recinto Modelo Educación y Trabajo ASA – ADI y ADE – DEP La Laguna, Talca. El inspector operativo subrogante de Gendarmería, Coronel Oscar Luna Mella, también demostró su orgullo “de poder representar a la autoridad ministerial de la institución de Gendarmería de Chile, al recibir este premio, el cual destaca los equipos de trabajo que proyectaron el Recinto de Educación y Trabajo La Laguna y en definitiva, esto provoca tener mejores condiciones de habitabilidad y también, no sólo se circunscribe a la cárcel, también permite generar un apoyo a la seguridad interior, apoyando la reinserción social, los climas laborales de nuestro personal que atiende a quienes son los que están en reclusión”.

Consuelo Larrea de luis vidal + architects, oficina a cargo del diseño de este recinto carcelario también manifestó su orgullo “por el resultado que obtuvimos y el bienestar que puede generar en los usuarios, que podemos pensar, van a obtener una experiencia sustentable también”. Por su parte, “nos parece muy importante que se destaque este tipo de proyectos”, concluyó Juan Carlos Barros, profesional del mismo estudio de arquitectos. 

Categoría Proyecto Precertificado

En la categoría proyecto precertificado, los galardones se fueron a las regiones de O’Higgins, que se llevó el tercer lugar, con la Reposición Liceo Claudio Arrau Leon Doñihue, zona que ha sido tan afectada en los últimos meses. El 2° lugar recayó en la región de Valparaíso, con la Reposición Cuartel BICRIM PDI, Villa Alemana

Y el 1º lugar nuevamente correspondió a la región de La Araucanía, con la Construcción Jardín infantil y Sala Cuna Intercultural Chinkowe. Felipe Barros, arquitecto coordinador de Proyectos-UCMEE-JUNJI Araucanía, señaló que “estamos muy orgullosos, teniendo en cuenta que aquí se conjugan dos cosas: la sustentabilidad y la interculturalidad. Ustedes saben el problema de contaminación que tenemos en Temuco y cómo afecta a los niños, entonces, son estos proyectos los que ayudan a que estos niños tengan una mejor calidad de vida”. 

Asimismo, destacó la interculturalidad, “teniendo todos los problemas que existen en la Araucanía. Este es el único jardín intercultural en una capital regional. Esa es la importancia que tiene. Todo nuestro esfuerzo estuvo orientado a crear una arquitectura de calidad, con un alto confort, sustentable para los niños y niñas. Quiero agradecer a todos”, dijo Barros, despidiéndose con unas palabras en mapudungun. 

Como ha ocurrido en años anteriores, Hernán Madrid, jefe de CES, contó en el evento que los puntajes han ido aumentando, “lo que habla de una mejora en los estándares de la certificación CES”.

Además, se reconoció como Profesional Destacado CES 2023, a Ricardo Fernández. gerente Técnico & Desarrollo Sostenible en Compañía Industrial El Volcán, quien fue presidente de CES en el periodo 2018-2021 y por su impulso comenzaron los premios CES, y a Teodoro Fernández, renombrado arquitecto chileno, graduado en la Universidad Católica en 1972. Es reconocido por su destacada contribución al mundo de la arquitectura y el diseño. Desde principios de los años 90, Fernández ha sido docente en la Escuela de Arquitectura UC, donde imparte el Taller de Formación y Representación, influyendo en numerosas generaciones de arquitectos talentosos.

“Estoy muy emocionado, no por recibir el premio, sino por quienes pensaron en mi nombre para esto. Realmente ver al equipo que está en CES, me genera sólo gratitud” (…) e invitó a considerar el impacto en las personas, “el cómo generar valor a las comunidades. “Los invito a seguir siempre con esta bandera de la sostenibilidad, que de la certificación -que si bien hoy día es maravilloso lo que vemos aquí- debiera ser mucho más, el mundo privado, sobre todo, está al debe”, añadió. 

Mientras que Teodoro Fernández, “más que recibir felicitaciones, me corresponde felicitar a CES”, compartió, “porque nos ha ido alivianando el trabajo pues, fundamentalmente, ha establecido un estándar, una hoja de ruta o -para nosotros- una especie de guía de diseño, de manera de poder ir elaborando o trabajando con respecto a estos temas”.

Este año, además, se entregó un nuevo reconocimiento, para destacar el trabajo que realiza el sector privado en la construcción sustentable. De esta manera, el primer galardón recayó en la empresa Tánica Inmobiliaria, por su gran aporte al diseño y construcción sustentable en Chile, al ser uno de los pioneros en incorporar en sus proyectos altos estándares de eficiencia energética, tecnología y diseño sustentable. “Estamos muy orgullosos de tener el honor de estar acá. Replicamos la certificación de ese primer edificio piloto corporativo Transoceánica, en otros edificios y proyectos”, señaló Matías Poblete, gerente de Tánica.

El último premio a entregar fue a la Política Pública, que lo obtuvo el Ministerio de Obras Públicas, por la incorporación de la certificación voluntaria CES en la gran mayoría de sus licitaciones. La Dirección de Arquitectura MOP estuvo a cargo como unidad técnica de cinco de los edificios premiados.

“El 96% de los proyectos que ejecuta el Ministerio de Obras Públicas, que son más de dos mil contratos en todo Chile, lo realizan las empresas constructoras y las consultoras con las cuales estamos trabajando, vale decir, el desarrollo de la infraestructura y la edificación pública en el país la hacemos de manera conjunta entre el mundo público y el mundo privado. Por lo tanto, estas alianzas son muy naturales para nosotros y nos parecen además que son virtuosas del punto de vista de la edificación pública que hacemos para las personas”, afirmó Boris Olguin, director general de Obras Públicas.

Por su parte, Loreto Wahr, directora nacional de Arquitectura del MOP, reconoció “un sentimiento de mucho orgullo y de reconocimiento, sobre todo del esfuerzo que hacen las regiones. Este premio es bien relevante para nosotros porque demuestra y da cuenta de la consolidación de una política pública que llevamos impulsando por muchos años desde la Dirección de Arquitectura. Es la consolidación de una trayectoria y el esfuerzo permanente que se ha hecho porque se incorporen criterios de sostenibilidad en la edificación pública y que tengamos cinco de seis premios, de alguna manera, dan cuenta de ese esfuerzo”.