Los arquitectos Francis Pfenniger e Yves Besançon reciben distinción

Los destacados arquitectos Francis Pfenniger Bobsien e Yves Besançon Prats recientemente recibieron la distinción universitaria “Arquitecto Claude Francois Brunet de Baines“, otorgada por la Facultad de Arquitectura y Urbanismo de la Universidad de Chile. En la oportunidad también alcanzaron este premio Paulina Brugnoli, diseñadora textil; y Jorge Ortiz, geógrafo.

La distinción universitaria “Arquitecto Claude Francois Brunet de Baines” fue instituida por Decreto Universitario del 27 de noviembre de 2003, año en que se entregó por primera vez coincidiendo con la conmemoración de los 154 años de la enseñanza de la Arquitectura en la Universidad de Chile. Con esta distinción se destaca a un profesional Arquitecto, Geógrafo o Diseñador ex alumno y/o académico de la Facultad de Arquitectura y Urbanismo de la Universidad de Chile. Se otorga anualmente y por una sola vez al agraciado.

Francis Pfenniger es un prestigioso arquitecto, con gran experiencia en diseño y construcción prefabricada, acero, madera y hormigón. Además, cuenta con amplia trayectoria en proyectos y consultorías en vivienda social, espacio público, vivienda de emergencia, hotelería y proyectos de investigación, entre otros. Finalmente, es integrante del Comité de Vigilancia Tecnológica de nuestra Corporación de Desarrollo Tecnológico y representante del Instituto de la Construcción en el Comité Directivo de CES.

Por su parte, Yves Besançon es socio ABWB, que lideró el diseño de la Torre Costanera, el rascacielos más alto de Latinoamérica. Además, ocupó relevantes cargos en la Fundación Educacional Alianza Francesa de Santiago, Universidad UNIACC, Asociación de Oficinas de Arquitectos, AOA, Facultad de Arquitectura y Urbanismo de la Universidad de Chile, entre otros. Siempre muy ligado a nuestra Corporación de Desarrollo Tecnológico, fue relator de múltiples eventos y Director de BIM Forum Chile.

Fuente: CDT

Las regiones siguen empujando con fuerza la sustentabilidad de sus edificios

En el último trimestre, la inscripción de proyectos de uso público creció 63% en comparación con los primeros tres meses del año y son las regiones distintas a la Metropolitana las más interesadas, pues acaparan el 78% de la torta.

Hogar de Ancianos “Padre Antonio Ronchi”.

La inscripción de proyectos de uso público que aspiran a obtener la Certificación Edificio Sustentable (CES) aumentó 63% en el último trimestre, si se compara con los primeros tres meses de 2022. La mayoría de ellos se emplaza en regiones distintas a la Metropolitana, las que representan el 78% del total de proyectos inscritos. En tanto, sólo el 22% del total se ubica en la RM.

“En el último tiempo destaca el interés de las regiones del Biobío y de Ñuble. En cuanto al tipo de proyecto, sobresalen los centros deportivos, debido a su envergadura, pues un centro de entrenamiento del tenis, por ejemplo, abarca más de 5.300 m2; también se inscribió un centro de entrenamiento de deportes colectivos y urbanos con 13.155 metros cuadrados; y otro espacio para atletismo con más de 7 mil m2”, comenta la arquitecta de CES, Romy Lückeheide. Sin duda, son buenas noticias para el mundo del deporte en el contexto de los Juegos Panamericanos 2023. 

Centro de Entrenamiento de Tenis y Deportes de Raqueta.
Centro de Entrenamiento Deportes Colectivos y Urbanos.
Centro Entrenamiento Atletismo.

Pero también los hay asociados a la agricultura, pues se inscribió el proyecto Laboratorio Regional SAG, mandatado por el Servicio Agrícola y Ganadero (SAG) y ejecutado por la Dirección Nacional de Agricultura de la región de Ñuble, con más de 1.800 m2 de superficie.

Laboratorio Regional SAG.

Otra novedad entre los postulantes a la certificación CES es el Hogar de Ancianos “Padre Antonio Ronchi”, proyecto mandatado por el Gobierno Regional de Aysén, para Coyhaique, ejecutado por la Dirección de Arquitectura de la Región de Aysén.

Misión a Europa: jefe de CES recorre iniciativas carbono neutrales 

Hernán Madrid visitó una de las ferias de construcción más importantes del mundo en Francia y se interiorizó de las medidas adoptadas por el aeropuerto de Lyon, certificado carbono neutral.

Lograr edificios que no tengan huella neta de carbono es una de las grandes metas de la industria de la construcción europea, donde se han concentrado en desarrollar soluciones innovadoras ligadas tanto a la metodología constructiva como a los materiales. Eso fue lo que percibió el jefe de CES, Hernán Madrid, en su recorrido por la feria Batimat, en París, donde diversos expositores mostraron cómo están reduciendo la emisión de gases.

Materiales de origen biológico y reciclados destacaron en la muestra que estuvo abierta entre el 3 y el 6 de octubre en Francia, donde -según el jefe de CES- la orientación a la carbono neutralidad era notoria. “Los productos eran muy innovadores, había incluso un proceso de fosilización acelerado para convertir los residuos en elementos inertes y utilizarlos como materiales de construcción”, comenta Hernán Madrid.

En la feria Batimat, la declaración de los impactos ambientales y la reducción de la huella de carbono se abordaban como argumentos de venta entre las empresas participantes. “Las ideas que transmitían tienen relación con la reducción de las emisiones y las metas de reducción estimadas para 2030 y 2050”, detalla Madrid, quien destacó la transparencia de la industria en Europa.

De hecho, Francia lleva la delantera en el avance hacia la carbono neutralidad. “Se ve que de verdad se lo están tomando en serio y están avanzando en estos temas que están ampliamente incorporados. Además, están trabajando fuertemente en electromovilidad, equipamiento para el transporte, tecnología y uso de energía fotovoltaica”, dice.

Además de sus seis pabellones, la feria Batimat presentó un ciclo de conferencias centradas en la descarbonización, charlas internacionales y visitas guiadas.

El aeropuerto de Lyon

En medio del desarrollo de la versión aeropuertos de la Certificación Edificio Sustentable, conocer la experiencia de uno de los terminales más sustentables del mundo fue clave para Hernán Madrid. “Nos interesan los aeropuertos certificados net zero carbono y hemos estado mirando con especial atención la certificación Airport Carbon Accreditation (ACA) que entrega el Airport Council International (ACI), aún cuando aborda criterios que van más allá de los edificios, ya que tiene incorporada la operación aérea”, explica Madrid, quien pudo visitar el aeropuerto administrado por Vinci Airports gracias a la gestión de la Dirección de Aeropuertos del Ministerio de Obras Públicas y del ACI Latinoamérica.

La empresa francesa ha tomado medidas importantes para la reducción de la huella de carbono, preocupándose a nivel de los edificios de la eficiencia energética tanto con estrategias pasivas y activas, la incorporación de biocombustibles en reemplazo de los combustibles tradicionales en la flota interior, incorporación de energías renovables fotovoltaicas y la disminución de emisiones por gestión de algunos procesos aéreos, como son las aproximaciones de los aviones antes del aterrizaje. “Las emisiones que no han podido ser reducidas son compensadas para llegar a cero, con un programa de trabajo con la región de Auvernia-Ródano que incluye reforestación con vegetación nativa”, concluye el profesional.

La versatilidad del Centro de Residencia de Discapacidad de la región de Coquimbo

Niños y adolescentes necesitaban convivir en espacios confortables, que les permitieran compartir de manera segura. Por eso, en la reposición del edificio administrativo en Elqui destacan la amplitud, la luminosidad y los sistemas de climatización.

Con un fuerte enfoque en la calidad del ambiente interior se diseñó el nuevo Centro de Residencia de Discapacidad de Elqui, mandatado por el Servicio Nacional de Protección Especializada a la Niñez y Adolescencia del Ministerio de Desarrollo Social y Familia. Para lograrlo, se consideraron tanto sistemas pasivos como activos que pusieron énfasis en la luminosidad.

Lo anterior era fundamental para generar ambientes confortables y agradables para sus residentes. “A diferencia de otro tipo de infraestructura, en este lugar hay niños y adolescentes. Además, había que considerar el control de la climatización, porque las necesidades van cambiando y la actividad física también varía, de acuerdo con el itinerario de cada día”, explica la asesora CES Daniela Olmos, que trabajó codo a codo con Constructora CGC Ltda. y con el equipo de arquitectura DS2G Consultores, a cargo del arquitecto Dicson Gonzalez, en la etapa de diseño y desarrollo de la obra.

Igualmente, para la arquitecta fueron relevantes aspectos como el acceso visual al exterior, la ventilación natural y la calidad del ambiente interior. “Necesitábamos que todos los espacios fueran confortables desde el punto de vista térmico, visual, lumínico y de la calidad del aire. Además, hay una escasez hídrica importante en el norte, por lo que se hizo un gran esfuerzo para alcanzar cerca de un 50% de ahorro de agua potable, a través de sistemas y artefactos eficientes”, comenta.

Parte de los edificios existentes en Arturo Godoy 2150 tuvieron que demolerse, aunque las características del entorno se conservaron. De ahí que el primer desafío para los responsables del proyecto fuera adaptarse al entorno y a los requerimientos de la certificación. “Un segundo desafío fue desarrollar el proyecto en medio de la contingencia sanitaria, donde el stock de materiales que se había especificado para la certificación y que habían validado los cálculos cambió en el transcurso de la obra. Por lo tanto, hubo que buscar alternativas igual de válidas lo que tuvo un impacto en los tiempos de desarrollo, tanto a nivel proyectual como de ejecución”, sostiene Daniela Olmos.

Otro de los retos que tuvo que enfrentar el equipo era el perfil del usuario que habitaría el edificio las 24 horas del día y también sus particularidades. “Hay niños con movilidad reducida, así como diversos cuidadores”, relata la asesora CES. Asimismo, era complejo predecir la demanda y el consumo energético, debido a la diversidad de los usuarios y la amplia gama de actividades que se realizaban en los distintos espacios.

“Aunque el comedor tenía como objetivo que los niños comieran, éste también era un espacio en el que niños, niñas y adolescentes pasan gran parte del tiempo compartiendo o haciendo tareas. Finalmente, todo el edificio termina siendo su hogar. No era sólo un establecimiento de educación, sino también uno de salud, entonces esa dualidad de usos lo hacía muy diferente. Por eso, debía ser muy versátil”, detalla la profesional.

En el recinto se armaban pequeños grupos de cinco niños y/o adolescentes, que se organizaban como familias junto a sus cuidadores. En este contexto, era necesario generar pequeñas “casas” para que cada núcleo pudiera habitarlas, lo que se logró mediante prueba y error, hasta lograr cuadrar con las dinámicas y las distintas necesidades de los usuarios.

Asimismo, los aspectos de seguridad del edificio tuvieron un papel preponderante por los contextos de vulnerabilidad de donde provenían los niños y adolescentes, que -muchas veces- podrían presentar algunos comportamientos impredecibles. “Tenía que ser un espacio muy seguro, que no tuviera ningún elemento que pudiese generar un accidente”, relata Daniela Olmos.

El resultado de todo el trabajo mancomunado fue un edificio amplio, colorido, luminoso y digno con gran espacio exterior, paisajismo y espacios para hacer deporte. “Encontramos una fuerte incorporación de medidas pasivas, como una envolvente térmica mejorada y una proporción adecuada de vanos en muro, suficiente para conseguir una iluminación natural adecuada y responder a los requerimientos programáticos propios del proyecto”, argumenta el evaluador CES Mauricio Ramírez, de 88 Limitada.

En cuanto a los sistemas, el arquitecto valoró el adecuado balance entre equipos de muy buena calidad y alta eficiencia que, a la vez, son de fácil mantenimiento o reemplazo a futuro para el operador. Mientras que, en lo relacionado con la obra, Ramírez destacó el conjunto de edificaciones muy bien ejecutadas en lo que se refiere a partidas CES y a otras partidas no evaluadas por el sistema, que en su conjunto dan cuenta de espacios de alta calidad constructiva.

“Mediante termografías, anemómetro, luxómetro, termómetro de infrarrojos y otros instrumentos pudimos verificar el correcto funcionamiento de los sistema de climatización, iluminación y ventilación mecánica, así como de un buen desempeño pasivo, tanto en iluminación natural como en transmitancia térmica de muros, cielos y ventanas. Todos los dispositivos relacionados al ahorro de agua, así como el -acotado- paisajismo de bajo consumo estaban también en orden”, cuenta el evaluador CES.

Adicionalmente, el arquitecto valora que la empresa constructora puso a disposición todo el registro digital y en papel de la obra, lo que ayudó muchísimo en la verificación de partidas no visibles o iniciales.

Construye2025 y CA lanzarán concurso para construir viviendas sociales sustentables

Dirigido a estudiantes de pregrado de arquitectura y carreras afines, el concurso Desafío Net Zero 2030 impulsará el desarrollo de iniciativas innovadoras para abordar los Objetivos de Desarrollo Sostenible de cara al 2030.

Construye2025 y el Colegio de Arquitectos de Chile lanzarán el 23 de noviembre el Concurso Desafío Net Zero 2030, dirigido a estudiantes de pregrado, tanto de universidades como de institutos profesionales, que cursen carreras afines al área de la construcción para desarrollar un diseño de prototipo de viviendas innovadoras y sustentables, que cumplan con los requisitos del subsidio habitacional DS19.

En este contexto, los jóvenes deberán formar equipos de cinco personas y un tutor para desarrollar estos prototipos, considerando que en Chile el déficit habitacional es de 650.000 viviendas aproximadamente y existen 1.091 campamentos con un total de 71.961 hogares en ellos, además de las cifras que arroja el sector de la construcción a nivel internacional: genera el 35% de residuos, el 38% de los gases de efecto invernadero, consume el 35% de energía y un 20% de agua dulce.

De esta manera, ambas instituciones buscan aportar al déficit habitacional, avanzando hacia el desarrollo sostenible, con énfasis en la innovación para que la arquitectura y la construcción alcancen los objetivos de desarrollo sostenible que se esperan a 2030. El certamen aspira a contribuir al logro de la carbono neutralidad que Chile tiene como meta para 2050.

Pablo Ivelic, presidente de Construye2025, pone énfasis en la urgencia de transformar a la industria de la construcción en una más productiva y más sustentable. “Llevamos seis años de vida y mediante diferentes acciones hemos entendido que la principal manera de abordar este desafío es desde el diseño de la infraestructura”, afirma.

El líder del programa, impulsado por Corfo y administrado por el Instituto de la Construcción, expresa también su absoluta convicción de que a través de esta iniciativa “se pueden generar quiebres relevantes para cambiar en Chile, no sólo buscando mayor productividad y sustentabilidad, sino también un desarrollo sostenible para el país”.

La convocatoria

El llamado quedará abierto para que las casas de estudio patrocinen el evento, se inscriban en él y den las facilidades a sus estudiantes para ser parte del desafío. La meta es llegar a recibir un centenar de ideas de proyectos, apoyando a los equipos con cursos y capacitaciones relacionados con los cuatro ejes a evaluar: consumo neto de energía, emisiones netas de CO2, industrialización y economía circular.

“Construye2025 y la CChC han hecho varios estudios para detectar cuáles son las brechas que frenan la transformación de Chile como país más sustentable y productivo. El 40% de la brecha está en el diseño”, comenta Marcos Brito, gerente de Construye2025.

En este sentido, Jadille Baza, presidenta del Colegio de Arquitectos, hace hincapié en la importancia de incorporar esta visión desde el diseño, y a través de un trabajo multidisciplinario de los distintos actores que confluyen en la construcción de este tipo de infraestructura. Además, recuerda la obligatoriedad de la Calificación Energética a contar de 2023 y enfatiza en la Ley Marco de Cambio Climático, que apunta al cumplimiento de las metas a 2025.

Por ello, los equipos deberán estar integrados por cinco estudiantes, de los cuales al menos dos deben cursar arquitectura. Además, todos ellos deben tener un avance de más del 50% de sus carreras. Del total de iniciativas que se inscriban en una etapa posterior, se elegirá a las cinco mejores y de ahí saldrán los tres proyectos ganadores.

El premio para el equipo que logre el primer lugar será una pasantía de una semana -con todos los gastos pagados- en la Universidad de Nottingham, premio avaluado en cerca de $15.000.000. En tanto, el equipo que obtenga el segundo lugar recibirá un millón y medio de pesos; y, el que se adjudique el tercer puesto, obtendrá un incentivo de un millón de pesos.

El lanzamiento se realizará vía streaming el 23 de noviembre, a las 17:00 horas y ya ha sumado el compromiso de participación de 23 entidades de educación superior. Las inscripciones están disponibles en este link: bit.ly/3TFrWbt

Construye2025 y CA difunden Desafío Net Zero 2030 con universidades de todo el país

Dirigido a estudiantes de pregrado de arquitectura y carreras afines, el concurso impulsará el desarrollo de iniciativas innovadoras para abordar los Objetivos de Desarrollo Sostenible de cara al 2030.

La construcción a nivel internacional genera un 35% de residuos, consume igual porcentaje de energía, además de un 20% de agua dulce, como si fuera poco un 38% de gases de efecto invernadero son producto de esta actividad. Por otro lado, en Chile el déficit de viviendas es de 650 mil, es decir hogares que no tienen acceso a vivienda, lo que hace urgente avanzar en esta materia. Con estos antecedentes Construye2025 y el Colegio de Arquitectos de Chile lanzaron el Desafío Net Zero 2030, con la presencia de participantes de universidades e institutos técnicos de todo el país.

El concurso está dirigido a estudiantes de pregrado tanto de universidades como de institutos profesionales, que cursen carreras afines al área de la construcción. En este contexto, los jóvenes deberán formar equipos de cinco personas para desarrollar un diseño de prototipo de viviendas innovadoras y sustentables.

De esta manera, ambas instituciones buscan avanzar hacia el desarrollo sostenible, poniendo énfasis en la innovación para que la arquitectura y la construcción alcancen los objetivos de desarrollo sostenible que se esperan a 2030. El certamen aspira a contribuir al logro de la carbono neutralidad que Chile espera para 2050.

 Durante el lanzamiento, Jadille Baza, presidenta del Colegio de Arquitectos, recordó la obligatoriedad de la Calificación Energética a contar del próximo año. Además, hizo hincapié en la Ley Marco de Cambio Climático que apunta al cumplimiento de las metas a 2025, que están establecidas en la estrategia climática de largo plazo y a dar soluciones al urgente déficit habitacional.

Por su parte, Pablo Ivelic, presidente de Construye2025, puso énfasis en la urgencia de transformar a la industria de la construcción en una más productiva, y más sustentable. “Llevamos seis años de vida y mediante diferentes acciones hemos entendido que la principal manera de abordar este desafío es desde el diseño de la infraestructura”, afirmó.

El líder del programa impulsado por Corfo, expresó también su absoluta convicción de que a través de esta iniciativa “se pueden generar quiebres relevantes para cambiar en nuestro país, para hacer esta industria más productiva, más sustentable y generar un aporte de verdad”.

Asimismo, indicó que desde el proceso inicial de conceptualización de los proyectos quienes son parte de Construye2025 quisieron buscar un espacio para aportar a la formación de nuevos profesionales, para que la economía circular, el concepto de “cero emisiones” y la sustentabilidad sean parte de los parámetros de diseño.

La convocatoria

De esta manera, el llamado quedó abierto para que las casas de estudio patrocinen el evento, se inscriban en él y den las facilidades a sus estudiantes para ser parte del desafío. La meta es llegar a recibir un centenar de ideas de proyectos, apoyando a los equipos con cursos y capacitaciones relacionados con los cuatro pilares a evaluar: consumo neto de energía, emisiones netas de CO2, industrialización y economía circular.

“Construye2025 y la Cámara, han hecho varios estudios para detectar cuáles son las brechas que frenan la transformación de Chile como país más sustentable y productivo. El 40% de la brecha está en el diseño”, comentó el excoordinador de Innovación de Construye2025, Ignacio Peña.

Los equipos deberán integrarlos cinco estudiantes de los cuales, al menos, dos deben cursar Arquitectura. Además, todos los integrantes deben tener un avance de más del 50% de sus carreras. Del total de iniciativas que se inscriban en una etapa posterior se elegirá a las cinco mejores y de ahí saldrán los tres proyectos ganadores.

La recompensa para el equipo que logre el primer lugar será una pasantía de una semana -con todos los gastos pagados- en la Universidad de Nottingham, premio avaluado en cerca de 15 millones de pesos. En tanto, el equipo que obtenga el segundo lugar recibirá un premio en dinero de un millón y medio de pesos; y, el que se adjudique el tercer puesto, obtendrá un incentivo de un millón de pesos.

A la fecha, el Desafío Net Zero 2030 ha conseguido el compromiso de participación de 21 entidades de educación superior: Universidad Mayor, UTEM, Universidad de La Frontera, Universidad del Bío-Bío, Universidad de Chile, Universidad de Concepción, Universidad Santo Tomás, Universidad de La Serena, Universidad del Desarrollo, Universidad de Talca, Universidad Católica del Norte, Universidad Católica de Temuco, IP Virginio Gómez, Universidad de Santiago, Universidad de Valparaíso, Pontificia Universidad Católica de Chile, Universidad Técnica Federico Santa María, Universidad de Los Andes, Universidad de Las Américas, UNIACC y DUOC UC.

Fuente: Construye2025

Construcción podrá capacitar a cero costo para impulsar “cero residuos en sus obras”

El innovador curso digital  “Gestión de Residuos en Obras de la Construcción” permitirá a las empresas capacitar a sus equipos de obra y con ello avanzar hacia la economía circular desde la gestión de los residuos de la construcción y la demolición (RCD). Con ello ahorrarán en recursos y, disminuirán el impacto ambiental de las obras, mejorando su  productividad.

Según un estudio de la Universidad Católica, los materiales desperdiciados por el sector de la construcción significan una pérdida económica de US$315 millones al año. Por otro lado, estos desechos significan una tercera parte del total de los residuos en el mundo; donde en Chile alcanzan 7,1 millones de toneladas solo en las edificaciones autorizadas. 

La mejora en la gestión de los RCD es una gran oportunidad para las empresas, ya que estos son altamente valorizables, especialmente los áridos, con tasas de hasta un 95% de recuperación.

De ahí la relevancia de instalar una cultura de gestión de residuos, donde la base es la formación de trabajadores de obra, aspecto que ha sido el foco de esta oferta de formación diseñada e implementada a través de la alianza entre la agencia de innovación IUS y Reviste, con el patrocinio de Construye2025 y el Instituto de la Construcción

El desafío es capacitar inicialmente a 10.000 trabajadores en la gestión de residuos de aquí al 2025 en aquellas empresas comprometidas con la sostenibilidad de la industria.

¨Cuando creamos este curso digital, lo hicimos pensando en la actual y nuevas generaciones de trabajadores, cada vez más digitalizados en el uso de sus smartphone y en la necesidad de la industria de la construcción de contar con procesos de formación que atendieran los costos y los tiempos de la construcción. De esta forma, nuestra tecnología permite al trabajador estudiar de manera autónoma, dinámica y en breves espacios de tiempo, gracias a efectivas técnicas en la formación e-learning: el modelo autoinstruccional, la gamificación y el “content chunking” o contenido dosificado en módulos digeribles¨, señala Joaquín Cuevas, director del curso.

Para las constructoras hay dos beneficios directos que obtienen con esta capacitación. El primero es que cuenta con código SENCE, lo que significa que las empresas pueden optar a capacitar a costo cero, incentivando la formación de capacidades desde el subsidio estatal. Y lo segundo es que al ser un curso 100% digital, permite acceder a información valiosa del avance de la capacitación en tiempo real mediante un dashboard o panel de control, visualizando datos monitoreables desde: nivel de progresión de los trabajadores hasta qué unidades de aprendizaje tienen mayor aprobación o dificultad, lo que facilita la toma de decisión oportuna y la administración efectiva de la capacitación aplicando análisis de información.

Características del curso:

●     Duración total de 9 horas cronológicas diseñadas en sesiones de 30 minutos (content chunking).

●     Formación 100% en línea y flexible: avanzas a tu propio ritmo, gracias al modelo auto instruccional y su aula virtual disponible 24/7.

●     Contenidos de aplicación práctica en obras de construcción, elaborado a partir de las mejores experiencias del mundo.

●     Promoción del cambio cultural al interior de las empresas con sus correspondientes beneficios de ahorro, eficiencia y productividad.

¿Cómo las empresas de la construcción pueden acceder al curso?

Si tu empresa constructora tiene interés en conocer cómo acceder al curso con beneficio SENCE, ingresa tus datos en este formulario y un ejecutivo se pondrá en contacto para una sesión informativa.. 

ANEXO 1

CONTENIDO DEL CURSO

El curso está organizado en los siguientes módulos:

1.   Impacto ambiental
2. Clasificación de Residuos de Construcción y Demolición (RCD)
3. Plan de gestión de RCD-NCh 3562
4.   La Jerarquía de gestión de RCD
5.   Separación de RCD
6.   Instrumentos reguladores en la gestión de RCD
7.   Recursos para el manejo de RCD
8.   Unidades de medida utilizados en los RCD
9.   Riesgos en el manejo de RCD.
10. El tratamiento externo de los RCD
11.  Identificación de residuos por proceso constructivo
12. Herramientas y materiales para el manejo de RCD
13. La importancia del jornal ambiental
14. La importancia del control y manejo de los materiales
15. Centro de acopio de residuos
16. Preparación de residuos no peligrosos para su retiro
17. Manejo y transporte interno de los Residuos Peligrosos
18. Preparación de residuos peligrosos para su retiro

ANEXO 2

VÍNCULO CON LA HOJA DE RUTA RCD

Esta iniciativa permitirá fortalecer capacidades y competencias laborales en el ecosistema y cadena de valor para el desarrollo de proveedores de servicios y productos, y habilitar la economía circular en construcción. Concentrando esfuerzos en los niveles basales de la industria; Jornales, Obreros, Supervisores, Encargados de Bodega y trabajadores de la construcción. 

En relación con la Hoja de Ruta RCD Economía Circular en Construcción 2035, esta iniciativa permitirá contribuir con las metas M2025-4, aportando a los programas de formación de capacidades, desarrollo de servicios y productos en economía circular en construcción.

●  M2025-2: Los programas de capacitación de oficios consideran la gestión de los RCD.

●  M2035-2. Los programas de capacitación de oficios consideran la economía circular en construcción.

●  Permitirá promover la formación de capacidades para la gestión y manejo de los RCD en obra, en la formación profesional, técnica y oficios.

Fuente: Instituto de la Construcción

CES reconoce el compromiso de la DA-MOP con la sustentabilidad

Desde los inicios de CES, la DA del Ministerio de Obras Públicas se ha alineado con sus objetivos. Sólo este año, fue mandante de cuatro de los edificios ganadores del Premio CES: el Hospital de Curicó; la Prefectura Aconcagua y Segunda Comisaría de San Felipe; la Fiscalía de Pucón, y el cuartel de Bomberos Segunda Faja de Villarrica.

Paola Molina, presidenta de CES, y Juan Andrés Herrera, subsecretario de Obras Públicas.

La presidenta de CES, Paola Molina, entregó el galardón del Premio CES 2022, a José Andrés Herrera, subsecretario del Ministerio de Obras Públicas, que el día de la ceremonia llegó a recibirlo en su calidad de ministro (s) de la cartera. Junto con agradecer la distinción, la autoridad destacó el trabajo de CES y cómo éste se relaciona con los nuevos tiempos.

“Yo vengo de la minería, fui gerente de proyectos mineros y otros más. Estuve mucho tiempo en obras y recuerdo cuando al principio entrábamos en estos temas, hace 20 años, 15 años, donde todavía, pese a la importancia que tenían los temas medioambientales y de sustentabilidad, había una resistencia por parte de los actores mineros a incorporarlos. Hoy día ya, eso es un desde”, asegura Herrera.

Además, la autoridad valoró -como fortaleza importante- el trabajo en equipo a la hora de conseguir resultados óptimos en la industria. “Ninguna de estas obras la ha hecho una sola persona y es claro que no se pueden hacer estas cosas sin trabajo en equipo; muchas disciplinas, muchos actores públicos, privados y otros más están permanentemente participando para tomar buenas decisiones y sacar adelante un proyecto como este”, resaltó.

Junto con esto, José Andrés Herrera, se refirió a los desafíos que plantea el cambio climático. “Creo que no hay nadie que haya intervenido acá, que no haya reconocido la importancia de considerar el cambio climático como un fenómeno estructural que nos está afectando a todos y todas. Las estrategias -como ustedes saben- que estamos usando, tienen que ver con mitigación y adaptación. Yo creo que debemos avanzar a hacer una cosa mucho más ambiciosa y desafiante que es la estrategia de transformación, no solo de la infraestructura, sino que, de la mano de ella, nuestras prácticas sociales”, aseguró.

Finalmente, el representante de la DA MOP quiso resaltar la labor de los funcionarios de la repartición. “Por cierto, quisiera recibir con mucho gusto, entusiasmo y emoción este reconocimiento que se le hace a la Dirección de Arquitectura del Ministerio de Obras Públicas. Me tocó recibirlo, pero la verdad es que quien lo merece es cada una y cada uno de los funcionarios y funcionarias del Ministerio de Obras Públicas que trabaja en la Dirección de Arquitectura. Ellos son los que finalmente movilizan las decisiones, los recursos, la energía, las horas extras y el sobretiempo. Ellas son las responsables de que estas cosas se materialicen”, afirmó.

El legado patrimonial del arquitecto Teodoro Fernández

La remodelación de la Estación Mapocho, el Parque Inés de Suárez y el Parque Bicentenario son algunas de las obras por las que el arquitecto pasará a la historia. Uno de sus últimos proyectos es el Centro de Visitantes que Minera Los Pelambres construirá en el norte de Chile, cuyo diseño fue reconocido con el Premio CES.

 Construir ha sido siempre la pasión de Teodoro Fernández, Premio Nacional de Arquitectura 2014 y arquitecto del proyecto Centro de Visitantes del Santuario Cerro Santa Inés, que fue reconocido con el Premio CES 2022. En su infancia, el académico de la Escuela de Arquitectura de la UC, jugaba con su hermano gemelo –que hoy es ingeniero- a construir con barro, a poner un palo sobre otro y, por eso, siempre supo que sería arquitecto.

Centro de visitantes Santuario Santa Inés.

“Hice carrera entre los años sesenta y setenta, cuando se suponía que la vivienda era como una cosa del arquitecto y comenzaba a despertarse el interés por la ciudad y el urbanismo. Al terminar la escuela, me fui a estudiar a España, donde comencé a ver las plazas, las calles, el espacio público, el paisaje y lo verde como un fenómeno ligado al diseño”, recuerda Teodoro Fernández.

Según el arquitecto, una de las mejores maneras de “privatizar” el espacio público es poner un automóvil en él, porque un auto ocupa muchos metros cuadrados y echa a perder el aire. Por eso, siempre se ha preocupado de conjugar armónicamente el diseño con la normativa y el entorno.

Así lo hizo cuando trabajó junto a Montserrat Palmer, Ramón López, Rodrigo Pérez de Arce y otros especialistas en la remodelación de la Estación Mapocho a fines de los ochenta al enfrentar el desafío de resguardar la estructura original del edificio. “Pensamos en transformarlo en un bien cultural. Éramos amigos, compañeros de curso, que habíamos estado fuera, todos veníamos llegando y nos ganamos el concurso”, explica.

Había que restaurar la estación, ponerla en valor y teníamos que llamar la atención con muy buenos dibujos, una maqueta de yeso y la propuesta de cerrar la nave. “En la Estación Mapocho eran dos sistemas constructivos. Uno era totalmente artesanal; local, de albañilería; muy rígido, donde pones un ladrillo arriba de otro y con un terremoto se cae, porque tiene tanta rigidez que no resiste. El otro era la gran nave de acero con la última tecnología de Europa, que se mandó a hacer con planos y medidas. Sin embargo, llega esa nave a Chile y o el edificio era más chico o la nave era más grande, pero el caso es que calzaban raspando”, recuerda sobre el proyecto entregado en 1994.

Asimismo, Teodoro Fernández, es reconocido por su trabajo en el Parque Inés de Suárez en Providencia, una muestra más de su interés por el espacio público. Al igual que el intendente Benjamín Vicuña Mackenna, en el siglo XIX, el arquitecto que hoy forma a quienes serán sus pares en el futuro, ha dejado un legado importante en áreas verdes.

“Esta es la oportunidad de que los arquitectos nos hagamos cargo de los espacios públicos”, pensó cuando decidió ser parte del concurso que buscaba mejorar el parque ubicado en la intersección de Antonio Varas y Francisco Bilbao. “No podía quedar solamente en manos de los jardineros y de los agrónomos, Había que generar bienestar social, como hicimos al desarrollar lugares para hacer deporte y pasear”, comenta el arquitecto.

Parque Bicentenario

Luego, vino el concurso para diseñar el Parque Bicentenario, cuya primera etapa se entregó en 2007. “Para mí fue la oportunidad de construir lo que en el imaginario de cualquier ciudadano puede ser la mejor parte de la ciudad. Un lugar donde te puedes reunir gratuitamente, donde vas sin que te inviten y puedes gozar un poco del lugar”, explica Teodoro Fernández.

En su opinión, el Parque Bicentenario estaba hecho y lo que hizo junto a su equipo fue más bien “ponerle nombre”. “Desde el parque se ve la cordillera, el Manquehue hacia el norte y la ciudad hacia el sur. El paisaje creo que es aquello que vemos a cierta distancia y a cierta distancia se forma una visión que tiene un ideal.  Ves al sur y está la ciudad, ves al norte y se ve el Manquehue, no se ve ni una construcción y eso es muy bonito”, detalla.

 Gracias a su visión, el principal pulmón verde de Vitacura se ha convertido en un destino obligado para deportistas, familias, grupos de amigos y otros públicos que buscan conectarse con la naturaleza. Y es que esta espacio público no solo destaca por sus dos lagunas artificiales que nos maravillan con sus cisnes y peces, sino también por sus miles de especies de flora, muchas de ellas endémicas, como peumos, aromos y espinos que sirven de refugio a las aves que se posan sobre sus ramas.

La restauración del Parque Quinta Normal (2011) y el Edificio Moneda Bicentenario (2014) son otras de las obras emblemáticas de Teodoro Fernández, cuya obra fue reconocida en 2014 con el Premio Nacional de Arquitectura. Además, entre otros reconocimientos, obtuvo el Premio Internacional Reina Sofía de Patrimonio Cultural por su trabajo en el Centro Cultural Estación Mapocho (2008) y fue nombrado Miembro de Honor del American Institute of Architects de Estados Unidos (2016).

El homenaje de CES a los profesionales que persiguen la construcción sustentable

Certificación Edificio Sustentable no sólo reconoce a la sustentabilidad de los edificios de uso público, sino también a quienes contribuyen al desarrollo sustentable de la industria. Carlos Bascou y Guillermo Hevia obtuvieron el Premio CES 2022.

Como cada año, el Consejo Directivo, el equipo CES y todos los invitados a la ceremonia del Premio CES 2022 celebraron a quienes fueron reconocidos como profesionales destacados por su aporte a la construcción sostenible en Chile. La distinción, según Paola Molina, presidenta de certificación CES, se ha transformado en un referente de valoración entre los actores de la industria que día a día motivan a trabajar en la construcción de proyectos eficientes y amigables con el entorno.

“Esto se enmarca en un trabajo conjunto, de varios años, gestado y desarrollado en el Instituto de la Construcción, junto al Ministerio de Obras Públicas, la Cámara Chilena de la Construcción (CChC) y el Colegio de Arquitectos de Chile, a los que se suman -desde hace algún tiempo- el Ministerio de Vivienda y Urbanismo, el Ministerio de Energía y el Ministerio del Medio Ambiente”, resaltó la presidenta de CES en la ceremonia del Premio CES 2022, que no sólo reconoce a los edificios de uso público que destacan por los atributos que la certificación promueve sino también la trayectoria de profesionales que aportan al desarrollo sostenible del sector.

En esta oportunidad, el director del Instituto de la Construcción (IC), Carlos Bascou, y el arquitecto Guillermo Hevia, fueron reconocidos con el Premio CES, en la categoría “Profesionales Destacados”. El primero, empresario y dirigente gremial del rubro inmobiliario y de la construcción, ha sido un férreo impulsor de la productividad, la innovación y la construcción sustentable.

Constructor Civil de la Pontificia Universidad Católica de Chile y socio principal de Bascou Constructora e Inmobiliaria, desde 2014, es parte del directorio del IC y consejero nacional de la Cámara Chilena de la Construcción. Además, a la fecha, es director del Comité Directivo de CES y acaba de ser nombrado director del sistema de gestión Prorep.

“No puedo dejar de agradecer la oportunidad de haber sido parte del Comité Directivo de Certificación, agradecer a las instituciones que lo impulsaron desde sus orígenes. La certificación de edificios sustentables hoy día es un imprescindible en lo que es el sector construcción”, afirmó Bascou al recibir el premio.

En tanto, Guillermo Hevia, reconocido por su aporte temprano a la sustentabilidad es arquitecto de la Universidad de Chile y socio -desde 1983- de la oficina Guillermo Hevia Arquitectos, que procura el diseño arquitectónico bioclimático en cada proyecto.

En el área industrial de servicios corporativos y arquitectura sustentable, Hevia ha sido pionero en soluciones para grandes complejos y sus obras han sido reconocidas tanto en Chile como en el extranjero. “Estoy muy sorprendido por este reconocimiento. Hace más de 30 años, cuando empecé a hacer proyectos en el área agroindustrial, fue muy importante para mí lograrlos, pero era difícil porque hay que remar siempre frente a la corriente aquí en Chile. Hoy los empresarios, posiblemente, sí están detrás de estas estrategias, pero cuando uno hablaba estos temas era considerado un loco”, recordó el arquitecto.

De hecho, el especialista en arquitectura bioclimática reconoció que empezar a romper paradigmas no es fácil. “Las primeras veces en que uno tocó el tema -yo puntualmente- escuchaba que no se podía gastar, pero, lo que cambié fue el concepto: en vez de hablar de gasto, yo decía que hablaran de inversión. De esa manera uno podía ir aunando criterios y sumando esfuerzos”, agregó.