Por Néstor Vásquez, arquitecto de la Universidad de Chile, arquitecto del edificio Centro de Día del Adulto Mayor de Punta Arenas ganador del Premio CES 2019.
El arquitecto se presenta ante la obra como el creador de espacios y volúmenes donde las personas desenvuelven su vida y su actividad diaria, generando el cobijo suficiente para satisfacer la función y la emoción de habitar. Sin embargo, nuestra labor nos ha llevado a incorporar nuevos conceptos y desafíos que se han sumado al arte y a la técnica. Es así como la sustentabilidad ha venido a poner un punto importante en nuestra obra, y el arquitecto en su misión de responder al momento en el cual se encuentra, debe estar consciente de esta problemática actual mundial, en el cuidado de los recursos naturales y la contaminación.
Por tal motivo, esta preocupación por el medio ambiente donde vivimos, nos debe llevar a reflexionar en su cuidado, y es ahí donde nuestra labor puede interferir en proyectar los espacios adecuados, que cuenten con una orientación acorde al lugar donde se emplaza la obra, que nos proteja del clima y capte o controle la energía solar disponible, la energía eólica en zonas con vientos suficientes para aprovechar su potencial, captación del agua lluvia, y, en general, crear prácticas sostenibles para lograr evitar el gasto excesivo de energía, utilizando así, recursos que el propio entorno ofrece para el funcionamiento del conjunto.
Tenemos que pensar cada vez que nos enfrentamos a un “papel” que ya no existe vuelta atrás, y que nuestros proyectos deben ser sustentables, para poder mirar y tener un mundo mejor, un planeta más sano y una naturaleza más limpia. La reducción del impacto ambiental que hacen las nuevas prácticas sustentables en la arquitectura son un gran paso para preservar nuestro planeta.
Entonces, nuestra función será diseñar para respetar el medio ambiente, pero esta característica no impedirá que la obra sea limitada en su diseño, todo lo contrario, es posible potenciar la calidad formal y espacial, cuyo resultado hará que estén incorporadas en su entorno, sean más confortables para los usuarios, y la comunidad las acepte como propias.
La tecnología que incorporamos en estas obras, la utilización de los materiales, su disposición en relación a la acústica y la aislación térmica, por ejemplo, harán que la calidad de vida de las personas que habitan en ellas sea superior; serán más saludables puesto que al dejar de estar expuestos a la contaminación continua de la vida cotidiana son capaces de ayudarnos a mejorar nuestra salud evitando o disminuyendo la posibilidad de enfermar por causas contaminantes, medio ambientales o por un entorno agreste o sucio.
Los arquitectos contribuiremos coordinando todas las especialidades y profesionales que nos puedan aportar desde cada una de sus áreas, es decir, todo un equipo profesional estará en sintonía con el proyecto total, por lo que podemos decir que la sustentabilidad es un aspecto de gran interés e importancia para todos los ámbitos del conocimiento y para las diversas actividades humanas, puesto que en la actualidad debe formar parte de las políticas de desarrollo de cualquier país o región. En la arquitectura, los criterios ecológicos y de diseño sustentable ya no son más un eslogan, sino una necesidad urgente de adoptar, ya que nuestra sociedad lo requiere, y nuestros edificios deben responder a ella.