Profesionales de la Junji trabajan colaborativamente con el equipo consultor a cargo de diseñar y ejecutar cada proyecto, para garantizar que los establecimientos sean amigables con el medioambiente.
La Junta Nacional de Jardines Infantiles (Junji) incorporó la exigencia de Precertificación CES en sus bases de licitación y la de Certificación en las de ejecución, buscando que al menos 64 proyectos disminuyan sus impactos en el medioambiente. La exigencia implica que la consultora contrate a un profesional que realice el proyecto de eficiencia y obtenga dichas certificaciones, donde arquitectos y constructores actúan como contrapartes y resuelven dudas.
“La alianza ha resultado muy bien, junto con el equipo del Instituto de la Construcción gestionamos una capacitación a los profesionales de Junji a lo largo del país, quienes serán responsables de llevar los contratos de diseño que incorporan la precertificación CES y los futuros contratos de ejecución con certificación CES”, explica el arquitecto de la Unidad Aumento de Cobertura de Junji, Carlos Bornand.
De esta manera, la institución espera garantizar que los establecimientos dialoguen amablemente con el medioambiente desde su planificación y diseño, hasta su puesta en marcha. Uno de los proyectos destacados de la Junji es el Jardín Infantil Lircay, que será construido en Talca, el cual modificó el diseño originalmente licitado para poder ajustarse a los requerimientos de eficiencia energética y obtener una certificación CES más alta.
“Dicho jardín está estructurado con hormigón armado en primer nivel y tabiquería metálica en el segundo; cuenta con techumbre en base a cerchas metálicas; y está revestido con placas de fibrocemento de colores, con sistema EIFS y con paneles metálicos”, señala Carlos Bornand.
Otro aspecto interesante del proceso de diseño, según el arquitecto, fue la rotación del segundo nivel completo para obtener el máximo provecho de soleamiento en salas cuna. Asimismo, la inclinación de la cubierta responde al óptimo funcionamiento de los paneles fotovoltaicos. El proyecto tiene aproximadamente 750 m 2 construidos y una capacidad para 96 alumnos, 40 lactantes y 56 párvulos.
En el norte, en tanto, destacan los jardines “Capullito”, “Piolín” y “Caperucita”, que están incorporando una serie de cualidades con las que buscan obtener la Certificación Edificio Sustentable (CES), entre ellas, ventilación mecánica en salas y sensores de CO2.